¿Listos los comunistas cubanos para negociar con Trump? 4065f
El régimen, que es capaz de apagar y hambrear una ciudad con tal de iluminar un banquete, está dispuesto a negociar 61a2j
El régimen, que es capaz de apagar y hambrear una ciudad con tal de iluminar un banquete, está dispuesto a negociar 61a2j
Carlos Lazo es el personaje que le ha servido al régimen comunista para “actualizar” ese prototipo infantiloide de “emigrado fiel”, “obediente”
Al barrio hambriento hay que llevar comida, así como al trabajador hay que darle salario y servicios básicos garantizados que lo estimulen a producir.
Sufrimos el trauma paralizador de creer que no hay esperanzas para nuestro país, que el comunismo “llegó para quedarse”, que el castrismo es invencible, que no vale la pena abrir la boca.
Nunca llegaremos a ver la “desdolarización”, como jamás volvimos a ver los mercados en pesos cubanos abastecidos con lo recaudado en las tiendas en MLC.
El castrismo está temblando y no de frío, sino de miedo porque el 20 de enero le ha llegado como la peor pesadilla.
Todos, incluso las familias que han vuelto a reunirse (aunque solo de manera provisional), deberíamos ser conscientes del daño que provoca el aceptar la “excarcelación” y no la liberación definitiva de los presos políticos.
Tener los dólares para comprar un auto nuevo no se puede decir que sea un privilegio, pero en un país tan miserable como Cuba se vuelve noticia y nos hace vivir la fantasía de ser “normales”.
Es muy cierto que a la vez que se oxigena la dictadura, lo harán también quienes necesitan igual oxigenarse dentro de Cuba, en el verdadero campo de batalla.
Estamos siendo entretenidos con todo cuanto sirva para pretender que somos “normales” en un país donde unos jóvenes mueren sin que nadie se enoje o al menos encienda una vela por ellos.