junio 10, 2025 5s2f6q

Padres, Cuba

“Espera un poco…” 636o3o

Dos jóvenes cubanos se pusieron de acuerdo en convertirse en padres de un niño o niña, pero solo cuando lleguen a Estados Unidos. 1w6x25

Abel Prieto, aparentemente dormido durante una de las más recientes sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular

Abel Prieto en los brazos de Morfeo 5k55a

Abel Prieto, el siempre presidente de alguna cosa, se quedó dormido en medio de una sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Restos de un viejo auto en La Habana

Esto no es un auto viejo 632m3e

Mire al auto y piense, dígase usted mismo si lo que ve no es el retrato de un país, de un país que es el continente de toda esa morralla que en él se almacena.

Novela 'Fumando espero', del autor de esta crónica

Fumar no es un placer 1v5g15

Una caja de H. Upmann ya alcanzó el precio de 600 pesos, pero mañana será algo mayor ese precio, o quizá mucho más.

Vidriera rota en una farmacia del Cerro, La Habana

Farmacia de barrio: sin medicinas ni cristales 1l4j42

El régimen cubano se jacta de contar con una pujante industria farmacológica, pero no pone atención a las farmacias donde deberíamos obtener la medicina que cura.

Protesta en Encrucijada el pasado 7 de noviembre

Jesús Menéndez y los hermanos Santamaría protestan en Encrucijada 5u2v3a

Los encrucijadenses salieron a protestar y yo imaginé que allí estaban Jesús Menéndez y Abel y Haydée Santamaría.

Los dos blúmeres asignados al autor por la libreta de abastecimiento

Me compré dos blúmeres 5o1r35

A pesar de las dudas, de las tantísimas preguntas, hice el camino hasta la tienda y compré los blúmeres que me tocaban por la libreta de abastecimiento.

"Huerto" en un bache de la calle Santa Teresa, en el Cerro, La Habana

La ciudad será un sembradío 1qt4s

No será raro que rompamos las calles para hacer sembradíos. No me extrañaré cuando vea que en el medio de la Calzada del Cerro apareció una hortaliza.

Grafiti en una calle de La Habana

Donde robar se convierte en un trabajo m313w

Los rumores sobre las constantes rapacerías salen del gentío, y son contados a la manera de la novela picaresca.

El general Arnaldo Ochoa (centro) y su equipo en Angola, en 1980

El general Ochoa murió de un eufemismo m4rg

Según el régimen, una anemia y no un disparo de bala consiguió la muerte del famoso militar que cumpliera un sinfín de misiones en escenarios bélicos.