LA HABANA, Cuba. – Para nadie es un secreto que el boxeo ha sido el deporte que más triunfos y medallas le ha reportado al deporte cubano en eventos internacionales, y muy especialmente en los Juegos Olímpicos. Las estadísticas indican que de las 84 medallas de oro obtenidas por Cuba en la historia olímpica, 41 de ellas corresponden al boxeo, es decir, casi la mitad de los títulos alcanzados por nuestro país. 1w1w57
Particular destaque tuvo el deporte de los puños en las olimpiadas de Barcelona en 1992. En esa urbe española el boxeo cubano conquistó siete medallas de oro, de un total de 14 que Cuba logró en esa cita de los cinco aros. Aquí el boxeo contribuyó a que la representación antillana finalizara en el quinto puesto en el medallero por países, la mejor actuación de Cuba en citas olímpicas. En lo adelante, los especialistas deportivos de la Isla comenzarían a denominar al boxeo como “el buque insignia del deporte cubano”.
Hay una nutrida relación de boxeadores cubanos que han obtenido más de una medalla de oro en Juegos Olímpicos, lo que demuestra la indiscutible calidad que históricamente ha demostrado la escuela cubana de este deporte. La lista la encabezan Teófilo Stevenson y Félix Savón, con tres títulos, a los que siguen Ángel Herrera, Ariel Hernández, Héctor Vinent, Guillermo Rigondeaux, Mario Kindelán, Robeisy Ramírez, Roniel Iglesias, Arlen López y Julio César la Cruz, todos con dos medallas de oro olímpicas.
A lo anterior habría que añadir los triunfos obtenidos en los últimos tiempos por boxeadores de la Isla en el ámbito profesional, en especial en Estados Unidos, en ocasiones con la conquista del título de campeón mundial. Son los casos, entre otros, de Guillermo Rigondeaux, Joel Casamayor, Yordenis Ugás y Robeysi Ramírez.
Sin embargo, ya en las últimas olimpiadas, a partir de Beijing 2008, el buque insignia encontraría gradualmente aguas bravas que entorpecerían su marcha. En la capital china el boxeo cubano se fue sin medallas de oro, mientras que en las citas de Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020, las conquistas del metal dorado ascendieron a tres, tres y cuatro, respectivamente. Aunque se mejoró la actuación de Beijing, la cosecha dorada nunca alcanzó las cotas de los mejores juegos.
Ahora, en esta cita de París 2024, se ha producido casi un naufragio del buque insignia del deporte cubano. De los cinco boxeadores presentados por Cuba en estos juegos, tres se fueron sin alcanzar medallas, entre ellos el bicampeón olímpico Julio César la Cruz, quien perdió en su primera presentación ante un púgil nacido en Cuba, y que en esta olimpiada representaba a Azerbaiyán.
Solo Erislandy Álvarez obtuvo una medalla de oro, al vencer reñidamente a su contrincante francés por votación de tres a dos. Mientras tanto, Arlen López alcanzó una medalla de bronce. Se trata, conjuntamente con la de Beijing 2008, de la peor actuación del boxeo olímpico cubano en los últimos 52 años, cuando se obtuvieron tres medallas de oro en la Olimpiada de Munich 1972.
Seguidamente vendrán los acostumbrados análisis acerca de la pobre actuación cubana en París. Es probable que este magro desempeño marque el fin de la presencia de Rolando Aceval como entrenador principal de la escuadra cubana de boxeo. Hay que tener en cuenta que, según declaraciones de este último, algunos púgiles no obedecieron sus indicaciones en el cuadrilátero. Y también es probable que se añoren los tiempos en que Alcides Sagarra comandaba la victoriosa tropa de boxeadores de la Isla.
Lo cierto es que desde el punto de vista anímico, este fracaso del boxeo pudo haber influido en el pobre desempeño de los deportistas cubanos durante la primera semana de la competencia. Una raquítica actuación que ni siquiera pudo ser compensada con las victorias de Erislandy y de Mijaín López en la lucha grecorromana.
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