
José Ariel y la herencia de los Contreras 362e1f
Casi siempre con el ‘52’ en medio de la espalda, dondequiera que se presentó llevó consigo aquellas artes para inspirar respeto desde la sobriedad más espontánea. 5c3r3z
Casi siempre con el ‘52’ en medio de la espalda, dondequiera que se presentó llevó consigo aquellas artes para inspirar respeto desde la sobriedad más espontánea. 5c3r3z
Omara Durand supo trocar la adversidad en beneficio. Tanto lo hizo, que ahora mismo es la cubana con más premios en competencias de condición olímpica.
Pacheco le dio a Cuba lo que Cuba no podía retribuirle. Transitó por las escuadras de casa en todas las categorías, y en cada una ofreció rendimientos de excepción.
Solo cuatro campañas le bastaron a José Fernández para que los mejores bateadores de este mundo lo pusieran a la altura de Justin Verlander, Clayton Kershaw o Max Scherzer.
La cosecha de José Ángel Nápoles impresiona: ganó 81 de 88 pleitos (54 antes del límite), y 13 veces defendió exitosamente su faja de los welters.
A Lázaro Madera siempre le achacaron carencias defensivas, y ese fue el argumento de la ‘piña’ del team Cuba para cerrarle puertas y ventanas.
Legna Verdecia fue la líder durante cerca de una década. Iba sobrada de carácter y respetabilidad, pero muy en especial de resultados.
Cuando Magaly Carvajal hacía su trabajo en el bloqueo tiraba el manotazo más inspirador de los deportes.
Orestes Kindelán, siempre con el ‘46’ en el dorsal, integró junto a Antonio Pacheco y “El Niño” Linares el trío ofensivo más intimidante que tuvo el team Cuba.
Técnico a morir, el zurdo insular hizo época en el amateurismo hasta el punto de salir victorioso en 358 de 380 combates.
Casi siempre con el ‘52’ en medio de la espalda, dondequiera que se presentó llevó consigo aquellas artes para inspirar respeto desde la sobriedad más espontánea.
Omara Durand supo trocar la adversidad en beneficio. Tanto lo hizo, que ahora mismo es la cubana con más premios en competencias de condición olímpica.
Pacheco le dio a Cuba lo que Cuba no podía retribuirle. Transitó por las escuadras de casa en todas las categorías, y en cada una ofreció rendimientos de excepción.
Solo cuatro campañas le bastaron a José Fernández para que los mejores bateadores de este mundo lo pusieran a la altura de Justin Verlander, Clayton Kershaw o Max Scherzer.
La cosecha de José Ángel Nápoles impresiona: ganó 81 de 88 pleitos (54 antes del límite), y 13 veces defendió exitosamente su faja de los welters.
A Lázaro Madera siempre le achacaron carencias defensivas, y ese fue el argumento de la ‘piña’ del team Cuba para cerrarle puertas y ventanas.
Legna Verdecia fue la líder durante cerca de una década. Iba sobrada de carácter y respetabilidad, pero muy en especial de resultados.
Cuando Magaly Carvajal hacía su trabajo en el bloqueo tiraba el manotazo más inspirador de los deportes.
Orestes Kindelán, siempre con el ‘46’ en el dorsal, integró junto a Antonio Pacheco y “El Niño” Linares el trío ofensivo más intimidante que tuvo el team Cuba.
Técnico a morir, el zurdo insular hizo época en el amateurismo hasta el punto de salir victorioso en 358 de 380 combates.