Dos Series Nacionales jugó este pitcher con los Cocodrilos y en la última de ellas dio mucho de qué hablar cuando se convirtió en uno de los zurdos más dominantes de la contienda. En mayo de 2015 dejó el país y un año más tarde fue reclutado por los Astros de Houston. 5wc52
Poca presentación necesita este zurdo que lleva años establecido entre los mejores relevistas de Grandes Ligas y como uno de los mejores pitchers cubanos de todos los tiempos en el “Big Show”.
El jardinero de cinco herramientas jugó cuatro Series Nacionales con Ciego de Ávila, en la última de las cuales promedió .401 en 53 partidos.
Apareció en dos Series Nacionales con el antiguo elenco de los Vaqueros de La Habana y en ellas solo reunió 15 comparecencias al bate.
El infielder santaclareño, uno de los mejores de su generación desde que despuntó en las categorías inferiores, jugó cinco Series Nacionales y en 2012 abandonó el combinado nacional que disputó el torneo de Haarlem, en Holanda.
El hijo de Lázaro Vargas jugó escasos partidos en su único curso en las Series Nacionales (había debutado con 15 abriles a las órdenes de su padre), y en noviembre de 2015 salió de Cuba hacia Ecuador, luego se marchó a Bahamas y allá lo firmaron los Dodgers de Los Ángeles en 2017.
El hijo de Jorge “La Araña” Díaz jugó tres Series Nacionales en las que no pudo mostrar todas las herramientas que poseía. En 2013 se marchó del país ilegalmente y se estableció en República Dominicana, donde ese mismo año fue contratado por los Indios (ahora Guardianes) de Cleveland.
Veintisiete cubanos vieron acción en la temporada 2023 de Grandes Ligas, y muchos de ellos (ojalá que todos) repetirán presencia en la campaña prevista para arrancar en marzo próximo. Estas son las reseñas de sus carreras deportivas.
Cinco Series Nacionales le sobraron para mostrar su enorme potencial y devenir uno de los peloteros top de su generación en el país, lo cual lo llevó a conformar varios equipos Cuba y firmar un contrato en abril de 2016 con los Gigantes de Yomiuri, de la principal liga profesional japonesa.
Tras dar muestras de calidad en las categorías inferiores, a la edad de diez años emigró a los Estados Unidos gracias a la lotería de visas.
Dos Series Nacionales jugó este pitcher con los Cocodrilos y en la última de ellas dio mucho de qué hablar cuando se convirtió en uno de los zurdos más dominantes de la contienda. En mayo de 2015 dejó el país y un año más tarde fue reclutado por los Astros de Houston.
Poca presentación necesita este zurdo que lleva años establecido entre los mejores relevistas de Grandes Ligas y como uno de los mejores pitchers cubanos de todos los tiempos en el “Big Show”.
El jardinero de cinco herramientas jugó cuatro Series Nacionales con Ciego de Ávila, en la última de las cuales promedió .401 en 53 partidos.
Apareció en dos Series Nacionales con el antiguo elenco de los Vaqueros de La Habana y en ellas solo reunió 15 comparecencias al bate.
El infielder santaclareño, uno de los mejores de su generación desde que despuntó en las categorías inferiores, jugó cinco Series Nacionales y en 2012 abandonó el combinado nacional que disputó el torneo de Haarlem, en Holanda.
El hijo de Lázaro Vargas jugó escasos partidos en su único curso en las Series Nacionales (había debutado con 15 abriles a las órdenes de su padre), y en noviembre de 2015 salió de Cuba hacia Ecuador, luego se marchó a Bahamas y allá lo firmaron los Dodgers de Los Ángeles en 2017.
El hijo de Jorge “La Araña” Díaz jugó tres Series Nacionales en las que no pudo mostrar todas las herramientas que poseía. En 2013 se marchó del país ilegalmente y se estableció en República Dominicana, donde ese mismo año fue contratado por los Indios (ahora Guardianes) de Cleveland.
Veintisiete cubanos vieron acción en la temporada 2023 de Grandes Ligas, y muchos de ellos (ojalá que todos) repetirán presencia en la campaña prevista para arrancar en marzo próximo. Estas son las reseñas de sus carreras deportivas.
Cinco Series Nacionales le sobraron para mostrar su enorme potencial y devenir uno de los peloteros top de su generación en el país, lo cual lo llevó a conformar varios equipos Cuba y firmar un contrato en abril de 2016 con los Gigantes de Yomiuri, de la principal liga profesional japonesa.
Tras dar muestras de calidad en las categorías inferiores, a la edad de diez años emigró a los Estados Unidos gracias a la lotería de visas.
