En la tienda Guamá, en la ciudad de Pinar del Río, al occidente de Cuba, hay dos tipos de ofertas que varían según quién pague: persona en la isla o emigrada.
Si usted va a su establecimiento físico en la calle José Martí, puede comprar con su tarjeta de Moneda Libremente Convertible (el MLC es el dólar bancario cubano que se adquiere sólo con divisas) un limitado número de productos: café, puré de tomate, cerveza, jugo, frutas en conserva y como única oferta cárnica tenían a inicios de noviembre picadillo de chorizo. Es tanta la escasez, que para no dejarlos vacíos, los empleados llenan varios estantes con el mismo producto, repetido una y otra vez.
Ahora, si usted se dirige al sitio web de Guamá, la variedad disponible se multiplica ampliamente. No solo hay más tipos de alimentos, sino también productos de aseo, herramientas o bicicletas. En la tienda electrónica, por ejemplo, en vez de solamente picadillo de chorizo, hay otros 16 productos cárnicos: albóndigas, hamburguesas, bistecs o piernas completas.
El problema reside en que la única manera de adquirir estos productos en la web de la tienda es pagando con tarjetas bancarias asociadas a cuentas internacionales, algo que básicamente solo los cubanos que viven en el exterior pueden hacer.
La tienda Guamá, tanto la física como la en línea, pertenece a la cadena Cimex, propiedad del conglomerado militar GAESA.
Vender online explotando el mercado de la diáspora no es una idea nueva. Desde hace años, el conglomerado opera el portal EnvíosCuba, una web de dominio canadiense, dedicada a esto precisamente. Sin embargo, en los últimos tres años, el conjunto empresarial de los militares ha aumentado el número de tiendas que operan en el portal.
GAESA dispuso cuatro o más tiendas en línea en cada provincia del país que ahora ofertan en la web productos imposibles de encontrar en sus sedes físicas. En total, son 68 negocios, entre ellos la tienda Guamá, que ahora venden a través del portal EnvíosCuba, según un recuento realizado por Cubanet.
Para ejecutar esta nueva estrategia, GAESA ha recurrido también a un nuevo entramado empresarial. Cuando una persona adquiere algún producto en la tienda online de Guamá, de hecho, a quien está realizando la compra es a dos empresas registradas en Palma de Mallorca, España.
Estas empresas y otras vinculadas a ellas fueron creadas en los últimos años por la familia Graverán también vinculada a GAESA, según pudo establecer esta investigación, basada en información de los registros mercantiles de España y Canadá.
Pero al elegir España, un país en el que las empresas tienen que cumplir con algunos requisitos de transparencia, GAESA está visibilizando algunas de sus operaciones y, ofreciendo una visión, aunque limitada, de sus lucrativos y opacos negocios.
Solo en 2020 y 2021, estos negocios situados en el país ibérico facturaron, al menos, 8.7 millones de euros por venta de productos online, según información disponible en un registro mercantil de España. Este dato es parcial, ya que para el año 2021 aún no se dispone de información completa (uno de las dos empresas aún no reporta sus ingresos de 2021). Por lo que las cifras del negocio son en realidad mayores.
Estos datos ponen también de relieve cómo GAESA, el grupo empresarial más poderoso del régimen cubano, se ha sumado al auge de la venta electrónica que vive el país desde el comienzo de la pandemia y la profunda crisis que la acompañó.
Desde entonces, empresas estatales que no disponen de tiendas físicas encontraron en la web una forma de obtener divisas. Algunas crearon sus propias plataformas, como el grupo empresarial Flora y Fauna, que, como ya publicó Cubanet, está relacionado con la popular tienda online SuperMarket23. Empresas estatales también recurrieron a intermediarios privados, como al empresario cubanoamericano Hugo Cancio, que istra la conocida web Katapulk.
GAESA, en cambio, dado que tiene la red de tiendas físicas más importante del país donde puede vender en MLC sus mercancías, no parecía necesitar recurrir a esta estrategia para obtener divisas. Antes de la pandemia, el abastecimiento de las tiendas físicas de GAESA podría decirse que era regular, según los estándares locales. Sin embargo, desde 2020 las mercancías físicas han comenzado a desaparecer, al tiempo que aumenta la disponibilidad de productos online.
Esto pone de relieve cómo GAESA está privilegiando obtener ingresos en el exterior y mantenerlos allí antes que vender directamente a la población cubana, algo que puede ser beneficioso para el conglomerado militar, pero no necesariamente para la economía nacional o los consumidores cubanos, expusieron expertos consultados.
Para lograrlo, GAESA ha recurrido a la creación de una red de empresas en un lugar discreto de las Islas Baleares, un archipiélago ubicado frente a la costa mediterránea española.
A pesar de que las entidades que componen al conglomerado militar están sujetas a sanciones de los Estados Unidos; estas empresas españolas son aún desconocidas por lo que no están en la mira y pueden operar con tranquilidad, comprando y vendiendo mercancías.
Esto le permite al poderoso brazo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) disponer de un flujo de dinero totalmente opaco, que no está sujeto a fiscalización alguna, y puede permanecer al margen del sistema bancario cubano. Nada se sabe de los al menos 8.7 millones de euros que en 2020 y 2021 canalizaron a través de España por venta online. Se desconoce a dónde se dirigen, ni qué hacen los altos funcionarios de GAESA con las ganacias.
GAESA también está en España
El entramado de empresas que haría posible la estrategia de venta online de GAESA, comenzó a crearse en España en diciembre de 2017. Entonces, el conglomerado militar asentó en el país europeo una empresa llamada Nactws SL. Esta fue constituida en una oficina de la ciudad de Palma de Mallorca, en las Islas Baleares.
Para la creación de esta empresa, GAESA contó con la colaboración de la consultora española Grupo D-Versia, que proporcionó sus oficinas, así como servicios profesionales para la constitución de la empresa. D-Versia está especializada en ofrecer servicios de registro, contabilidad y fiscalidad a empresas y es dirigida por el español Carlos Lorenzo San Martín.
La elección del nombre, Nactws SL, no fue casual. GAESA ya había creado otra empresa con idéntico nombre en Canadá desde 2003. GAESA de hecho, había utilizado una compañía canadiense llamada Nactws para, entre otras cosas, comprar electrodomésticos en China en 2012, según consta en la base de datos de comercio internacional Panjiva.
La elección del lugar tampoco parece al azar. Palma de Mallorca es la capital de la industria turística española. Allí tienen su sede algunas de las principales cadenas hoteleras de ese país, entre ellas socias fundamentales para GAESA como Meliá o Iberostar.
Globalia, una compañía que opera los hoteles Be Live y la aerolínea Air Europa, también tiene su sede en Mallorca. Recientemente, GAESA llegó a un acuerdo multimillonario con esta empresa para desarrollar un proyecto llamado El Salado Resort.
La creación de la empresa Nactws SL fue solo el inicio. En los meses siguientes, el conglomerado militar creó en España al menos media docena de empresas, todas ellas situadas en la misma oficina de Palma de Mallorca y creadas con la ayuda del Grupo D-Versia.
Al comienzo, este grupo de empresas no pareció tener un propósito definido, pero poco a poco se fue revelando para que sería utilizado. Nactws SL y otras dos compañías más creadas en España —Lorengrave SL y Venta Online de Repuestos SL— comenzaron a operar tiendas electrónicas del portal de GAESA EnvíosCuba, como se expone en la propia web de las tiendas.
Lorengrave SL, además, comenzó a gestionar un servicio para enviar recargas de teléfono a Cuba llamada Envíominutos, una actividad que también beneficia a GAESA, accionista principal de la telefónica Etecsa.
Otra de las empresas creadas en España, Sheffield Ventures, se orientó al negocio de las remesas, otro negocio tradicionalmente controlado por GAESA. Sheffield Ventures comenzó a operar una página llamada Envíodinero que permite enviar fondos a cuentas bancarias en MLC, que sirven para comprar en las tiendas físicas de GAESA, o recargas tarjetas AIS, otro negocio de GAESA.
Por último, una empresa llamada Envíos Ultramarinos SL también creó una tienda electrónica llamada Envíosultramarinos. Esta pertenece a otra de sus compañías, Inversiones Scugog SL.
Todas estas empresas intensificaron su actividad con la llegada de la pandemia, en 2020, a medida que cobraba fuerza el comercio electrónico en Cuba y el país se sumía en su peor crisis económica desde el llamado Período Especial.
GAESA entonces decidió comenzar a abastecer cada vez más sus tiendas electrónicas y reducir la oferta en las físicas. Esto provocó un auge inmediato de los negocios de la red de empresas de Palma de Mallorca.
Una muestra: los ingresos de Nactws SL por las ventas online se dispararon de 264 mil euros en 2019 a 2.2 millones de euros en 2020 y en 2021 se doblaron hasta alcanzar los 4.9 millones de euros. En otras palabras, en dos años, el negocio se multiplicó casi por 20 gracias a las compras de los emigrados.
El negocio floreció tanto que la empresa en 2021, compró una vivienda, una plaza de parqueo y un vehículo en Palma de Mallorca, valorados en 826 mil euros, según explicaron en sus cuentas presentadas ante el registro mercantil.
Cubanet comprobó que el mismo día (3 de noviembre) que en la tienda de GAESA Guamá, en Pinar del Río, no tenían a la venta ningún equipo electrodoméstico; en el almacén del establecimiento había refrigeradores, freidoras, hornos, planchas, aires acondicionados y televisores que solo era posible comprar, si pagabas desde el exterior, a través de una de las tiendas del portal EnvíosCuba.
Esto pone en evidencia cómo GAESA ha añadido un nueva forma de exclusión a su sistemas de ventas: ahora privilegia captar el dinero de los emigrados directamente allá donde estén, antes que esperar a que estos envíen sus remesas al país y sus familiares gasten las divisas en las tiendas de GAESA.
El conglomerado empresarial de las FAR, que hasta su muerte en julio de 2022, fue presidido por el general de división y ex- yerno de Raúl Castro, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja controla los principales renglones de la economía nacional,entre ellos las remesas, el comercio minorista en MLC y el turismo.
Se trata de un imperio en la sombra que dispone de una vasta red de empresas por el mundo, muchas de ellas en paraísos fiscales o jurisdicciones que ofrecen anonimato, como Panamá, Chipre, Malta o Liechtenstein. Esto permite a los militares cubanos operar en los mercados internacionales burlando las sanciones norteamericanas, pero también les facilita manejar grandes cantidades de dinero de manera opaca y sin rendir cuentas a nadie sobre su uso.
Según investigaciones previas, el conglomerado de las FAR opera en al menos 11 países. Sin embargo, hasta ahora, España no se encontraba entre los países con presencia conocida de GAESA.
Esto no sorprende pues España ha sido un histórico socio comercial para GAESA y no solo en el desarrollo del negocio hotelero .
Las empresas españolas son las que tienen mayor presencia en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, un negocio también bajo el mando militar. De las 62 empresas establecidas allí, 10 son del país ibérico.
Además, empresas españolas suministran insumos y productos para muchos de los negocios de GAESA. Según los últimos datos oficiales disponibles, en 2021, España fue el tercer país con el que más comerció Cuba, después de China y Venezuela.
En la actualidad, cada mes, España exporta a Cuba alrededor de 60 millones de euros en bienes, según cifras recopiladas por el gobierno español. El rubro principal que Cuba compra en España son alimentos, una parte de los cuales, terminan en las tiendas o los hoteles operados por GAESA.
La discreta familia Graverán y su servicio al estado cubano
La red de empresas españolas creadas por GAESA para operar sus tiendas electrónicas, tienen en común, además de haber contratado los servicios del Grupo D-Versia, a una familia cubana. En todas ellas, figuran como es, directores o representantes o Vladimir Graverán Becerra, o su esposa Sonia Álvarez Pérez, o la hija de ambos Anabel Graverán Alvárez.
Esta familia y en especial, Vladimir Graverán, tienen un largo historial ofreciendo servicios a GAESA para sus operaciones en el extranjero.
Graduado como ingeniero en Cuba, Vladimir Graverán se asentó en Toronto, Canadá, unos 20 años atrás y desde entonces ha creado empresas que sirven al conglomerado militar en actividades relacionadas con informática, envío de remesas a Cuba o comercio electrónico.
Graverán, a diferencia de otros hombres investigados por Cubanet que desempeñan funciones similares en el exterior para el gobierno cubano, parece ser muy cauteloso con no exponer su vida privada en redes. Para esta investigación solo pudimos encontrar una fotografía de cómo luce el ingeniero que ocupa funciones clave para en EnvíosCuba y otros negocios de GAESA.
Lo que sí fue factible fue encontrar su nombre o el de sus familiares en los registros de nueve empresas —tres en Canadá y seis en España— asociadas al estado cubano y específicamente a las FAR.
Los primeros pasos de la carrera de Graverán al servicio de GAESA se remontan, al menos, a principios del siglo, cuando el ingeniero y sus familiares crearon en Canadá dos empresas: Nactws Inc (el mismo nombre que después se le darían a la empresa creada en Palma de Mallorca) y G4ITS Inc. Estas dos empresas, dedicadas a los servicios web, entonces incipientes en Cuba, serían el germén del sector del comercio electrónico cubano.
De estas empresas surgieron las primeras versiones del portal de GAESA EnvíosCuba. También proporcionaron plataformas para otras webs del Estado cubano o GAESA, como la cadena de hoteles Isla Azul, la agencia de viajes Cubanacán o la Feria Internacional de Turismo de Cuba.
Bajo el nombre de Graverán, en Toronto, surgió también Treew Inc, otro negocio canadiense, que en la actualidad gestiona un grupo de tiendas electrónicas. Como revelamos en una investigación publicada en mayo de 2022, Treew forma parte de un grupo de empresas que istran la web de Supermarket23 y negocios similares. Detrás de Supermaket23 están varios cubanos con vínculos estrechos con el grupo empresarial Flora y Fauna, que dirige el comandante Guillermo García Frías.
Vladimir Graverán, por tanto, está en el origen de las dos mayores plataformas de venta en línea de Cuba en la actualidad: Supermarket23 y EnvíosCuba.
En España, Graverán reprodujo el esquema aplicado en Canadá. Él y su familia comenzaron a crear empresas y estas fueron clave para el desarrollo de negocios de GAESA. Si las empresas que creó a comienzos del siglo en Canadá sirvieron para dar los primeros pasos del comercio electrónico en Cuba, las que constituyeron en España en los últimos años sirvieron para una nueva fase: la de la generalización de la venta online.
Las cuentas presentadas al registro mercantil no permiten precisar hasta qué punto Graverán y sus familiares lucraron con esta operación, pero una de las empresas que crearon en España, en 2021 declaró que pagó en salarios 123 mil euros. Tampoco está claro si los inmuebles y el vehículo que compraron en Palma de Mallorca, beneficia o no a la familia.
Se trató de obtener una versión de Graverán ando dos veces a través de su perfil en Linkedin, pero no se obtuvo respuesta.
¿Por qué el dinero fuera y no en Cuba?
Hasta el momento, Gaesa no ha dado una explicación oficial de por qué está optando por comercializar en sus webs productos que podrían poner a la venta en su extensa red de tiendas. Sin embargo, expertos coinciden que esta decisión, que permite al conglomerado de las FAR, mantener ingresos fuera del país, tiene múltiples ventajas y podría tener varias explicaciones.
Uno de los motivos principales detrás de la decisión serían las dificultades creadas por las sanciones estadounidenses, que en los últimos años han tenido en el punto de mira a GAESA precisamente.
En 2020, la istración del presidente Donald Trump prohibió a empresas estadounidenses hacer negocios con la financiera de los militares, Fincimex, lo que, en la práctica, implicó que Western Union dejó de operar en Cuba y se dificultó el envío de remesas desde Estados Unidos, donde reside la mayor comunidad de emigrados cubanos. Esto condujo, junto a las restricciones a los viajes producto de la pandemia, a una reducción drástica en el envío de remesas a Cuba. Según una estimación del Havana Consulting Group, en 2021, las divisas enviadas al país se habrían reducido a menos de la mitad de las enviadas el año anterior.
Además, a comienzos de 2021, la istración de Trump también prohibió tener relaciones comerciales con el banco de los militares, el Banco Financiero Internacional (BFI), que era esencial para las operaciones de comercio internacional del régimen.
Con menos divisas dentro del país y más dificultades para utilizarlas en el exterior, GAESA habría encontrado en el comercio electrónico una forma de aliviar sus problemas.
Si ahora la población tiene dificultades para recibir dólares de sus familiares en el exterior, en vez de dinero en efectivo, pueden recibir bolsas con alimentos o cualquier otra mercancía compradas por ellos. Si ahora las empresas militares tienen aún mayores problemas para comprar y vender en el exterior, pueden, sencillamente, presentarse como empresas españolas.
Para el economista y profesor Omar Everleny, no se puede entender la preferencia de GAESA por captar sus ingresos en el exterior a través de un entramado como el creado en España, sino se tienen en cuenta las sanciones estadounidenses. Everleny concluye que tener el dinero en el exterior hace más sencillo sus movimientos y “más difícil de rastrear las operaciones del estado cubano”.
Para el economista, además, evitar el sistema bancario nacional también podría facilitar a GAESA el pago a sus proveedores.
Actualmente Cuba tiene enormes deudas con sus proveedores. Everleny explica que las autoridades trataron de negociar plazos de pago de hasta 320 días, pero esto no fue suficiente y después imploraron duplicar este período.
Los datos oficiales divulgados en el Anuario Estadístico de Cuba, muestran cómo la deuda con proveedores internacionales creció como una bola de nieve. Entre 2013 y 2019 casi se triplicó, alcanzando los 7,400 millones de dólares. De manera sospechosa, aún no se ha publicado un dato más actualizado de cuánto se debe a los proveedores.
Ante semejante panorama, argumenta Everleny, para los proveedores de las empresas cubanas es preferible que estas vendan sus productos en la web, el dinero se deposite en el extranjero y así puedan pagarles más con facilidad y rapidez, antes que esperar a que el dinero se capte en Cuba.
Pero los expertos concluyen que aunque esta estrategia sea viable económicamente para GAESA, eso no significa que sea positiva para la economía nacional o los consumidores cubanos.
Para Everleny, priorizar el abastecimiento en línea antes que los mercados físicos no es factible desde el punto de vista social. “La mayoría es la que compra en tiendas físicas, y la minoría es la que tiene a los productos de las plataformas. Cada vez es más difícil adquirir productos básicos en puntos físicos dentro del país, como la leche por ejemplo”, señala el experto.
El también economista Pavel Vidal apunta que esta estrategia no es positiva para el sistema bancario nacional, y por ende para el país, y menos aún en un momento de recesión económica. “Lo óptimo es que los recursos se encuentren dentro de la economía nacional y su sistema bancario. Si todas las empresas estatales ponen el dinero fuera, nada mejorará”, señala el profesor.