LA HABANA.- El rechazo provocado entre la población por las nuevas tarifas de Etecsa dio lugar a las consabidas justificaciones de los dirigentes de la empresa, e incluso del presidente Miguel Díaz-Canel, pero ninguna de esas explicaciones logra ocultar el evidente latrocinio. 683j1t
La presidenta del monopolio estatal telefónico, en su comparecencia televisiva, reconoció que hubo errores al no informar previamente, como hubiera sido correcto. Sin embargo, alegó que se actuó de ese modo porque, de haberse anunciado antes, la población habría recargado más sus móviles, perjudicando así lo que ETECSA había planeado.
La empresa ni siquiera se ha esforzado en disimular esta estafa, que persigue obligar a la emigración a pagar más caro y en moneda fuerte para poder comunicarse con sus familiares en Cuba.
Tampoco pasa inadvertido que estas medidas no solo limitan la comunicación entre las personas, sino que atentan contra la libertad de expresión y de información. La mayoría de las informaciones que circulan en las redes sociales no aparecen en los medios oficiales, de modo que, para conocer lo que sucede en el país y en el mundo, hay que recurrir a Internet. Pero como el régimen no desea que el pueblo acceda a una realidad distinta a la que le muestran sus medios, las noticias que no le convienen, cuando no logran silenciarlas, las desmienten y etiquetan como Fake News.
Muchos cubanos —no solo periodistas independientes— utilizan sus celulares para subir a las redes imágenes de hechos ocurridos, denunciando arbitrariedades, abusos de los órganos represivos y problemas sociales que el régimen tergiversa u oculta. Ahora, con este tarifazo, el gobierno, de forma implícita, al restringir la compra de datos móviles, se reserva el derecho de imponer su única versión de los hechos y acallar cualquier opinión diferente.
Se verán limitadas, por su alto costo, las llamadas a familiares y amigos en el exterior, las consultas a Internet de los estudiantes, el teletrabajo y hasta el entretenimiento que brindan las redes, tanto a grandes como a pequeños. El llamado “paquete” cuenta apenas con 6 gigas mensuales, una cantidad que se consume en muy poco tiempo y que obliga a depender de recargas extras en divisas o carísimas en moneda nacional.
El número de personas afectadas por estas disposiciones será considerable, si tenemos en cuenta que se calcula que al menos dos de cada tres cubanos adultos poseen hoy un celular, y la mayoría de ellos no podrá acceder a la opción de recarga extra en moneda nacional, pues su salario es inferior a los 3 620 pesos que cuesta la compra de apenas 3 gigas.
Es probable que con el dinero recaudado a través de esta extorsión se financien los llamados “teléfonos petroleros”, destinados a funcionarios, dirigentes, agentes de seguridad y demás personal al servicio del Estado.
La frase “matar dos pájaros de un tiro” encaja a la perfección en este caso: con este paquetazo de Etecsa , el régimen no solo recauda más dólares, sino que refuerza su control y represión sobre la población.
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