junio 10, 2025 5s2f6q

Explosión en el Saratoga: de la tragedia a la paranoia 6a6m3i

Accidente o no, lo ocurrido ayer suma una carga de dolor indescriptible para un pueblo que no ha hecho otra cosa que sufrir en los últimos tres años
Saratoga, La Habana, cubanos, explosión
(Foto: Agencia Cubana de Noticias)

LA HABANA, Cuba. — Sobre el mediodía de ayer, en las calles aledañas al hotel Saratoga todo era caos. Los bomberos y las brigadas de rescate trabajaban contrarreloj en el lugar del siniestro, mientras la policía trazaba un amplio perímetro de seguridad para que las ambulancias y otros vehículos circularan libremente, y también para reducir al mínimo los daños de una posible segunda explosión. Centenares de curiosos se aglomeraban en los soportales de la calle Monte, sin cuidarse del peligro potencial, sacudidos por las imágenes de una tragedia que los remitía a las historias de los atentados perpetrados en los años noventa en hoteles de La Habana. 114669

Ya la prensa oficialista había declarado en reiteradas ocasiones que lo ocurrido fue producto de un lamentable accidente; pero la gente evocaba al fantasma del enemigo, la posibilidad de la bomba, del terrorismo, de la guerra. Aparte de los detalles escabrosos del siniestro, abundaban las especulaciones en torno a esa enorme bala de gas que milagrosamente no explotó, y que a esta hora tiene a media Cuba dudando de la versión oficial sobre los hechos.

“Nunca vamos a saber lo que de verdad pasó, pero esa historia está muy mal contada”, alegaba un hombre en las inmediaciones de Monte y Cárdenas, donde un grupo de vecinos comentaba el terrible suceso alrededor del pequeño ómnibus Transtur (4233) que había quedado aplastado por los escombros. Algunos procuraban dar explicaciones más o menos científicas de por qué la bala de gas no había estallado, pero ante la magnitud del desastre emergía la misma incógnita: ¿y la candela de dónde salió?

Acostumbrados a vivir entre negligencias y azares, los cubanos reparan poco o nada en el peligro que los acecha a diario. En los municipios céntricos de la capital hay intersecciones —como la de Zanja y Belascoaín— donde se percibe un fuerte olor a gas. Si no ha ocurrido una desgracia de proporciones bíblicas es porque la amenaza está a la intemperie; pero lo mismo sucede en edificios multifamiliares, donde los salideros de gas y agua potable son males cotidianos.

En los municipios que se abastecen con gas licuado es habitual ver a las personas trasvasando el contenido de una balita a otra sin tomar ningún tipo de precaución, a pesar de las reiteradas advertencias sobre lo peligroso de esa operación. Los cubanos viven sin conciencia de esta clase de riesgos, porque “nunca pasa nada”. Hasta un día.

La negligencia ya es parte del ADN nacional; tal vez por eso a la gente le parece demasiado banal la explicación del accidente y se ha dedicado a elucubrar sobre terrorismos y “acciones desestabilizadoras”. Otra cosa no podría esperarse de un pueblo al que durante seis décadas se le ha exigido vivir en combatividad permanente y para el cual todo es una batalla, desde cumplir un plan productivo hasta comprar el pollo que le toca.

No hay nada extraño en la paranoia colectiva que se abre paso en las calles y en las redes sociales. Lo que sí resultaba muy sospechoso ayer, en medio de tanta gente desconsolada y atormentada, era la presencia de ciertos individuos que se empeñaban en relacionar lo ocurrido en el Saratoga con el cambio que tantos cubanos anhelan.

En el soportal de la calle Bernaza esquina a Muralla, donde estaban reunidos algunos de los damnificados que residían en el edificio de la calle Prado, contiguo al hotel, una mujer repetía sin descanso que si el cambio venía con explosiones como esa, ella prefería seguir pasando hambre. Es obvio que estaba muy afectada por el accidente, o era un agente de opinión que se enredaba en su propia arenga sin sentido.

Al igual que ella, en otros puntos de la zona varios sujetos insinuaban que la explosión debía servir como un aviso de lo que podría suceder si el pueblo seguía insistiendo en cambiar esto. Las especulaciones politizadas tributaban en todo momento a la permanencia del régimen, y al mismo tiempo acrecentaban la paranoia de que el accidente no fuera tal.

Demasiado pronto, consideran algunos, el youtuber castrista conocido como Guerrero Cubano sembró la hipótesis de que el siniestro había sido provocado presuntamente por el traspaso de gas licuado. Quince minutos después de la explosión, dicha narrativa se esparcía por las redes sociales, lo cual condujo a la sospecha de que el régimen intentaba tapar algo.

Algunas teorías conspirativas apuntan a que las autoridades se apresuraron en descartar la posibilidad del atentado porque una noticia de esa envergadura sería nefasta para el sector del turismo, que no acaba de despegar. Justo cuando se intenta relanzar Cuba como destino para los visitantes foráneos, en un escenario altamente competitivo, hablar de sabotaje sería un suicidio. Otros opinan que, de haber sido un atentado, el régimen se habría apresurado a practicar con fruición su deporte preferido: culpar al gobierno de Estados Unidos, o a la “mafia” de Miami.

Todo se resume a qué sería más provechoso en este momento para la cúpula: reconocer el presunto sabotaje y victimizarse como siempre lo ha hecho, o mantener la versión del accidente —probablemente la verdadera— para que no cunda el pánico. A fin de cuentas, cuando se trata de vidas cubanas, la responsabilidad es muy fácil de eludir.

Accidente o no, lo ocurrido suma una carga de dolor indescriptible para un pueblo que no ha hecho otra cosa que sufrir en los últimos tres años. Habrá quienes se apresuren a corregirme y aclarar que el sufrimiento comenzó en enero de 1959, lo cual es cierto. Pero no se puede negar que desde que fuera anunciada “la coyuntura”, en septiembre de 2019, los cubanos han conocido una clase de miseria profunda y singular, distinta a la experimentada en crisis anteriores.

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.

Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.

ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.

Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.

Ana León n1c4e

Anay Remón García. La Habana, 1983. Graduada de Historia del Arte por la Universidad de La Habana. Durante cuatro años fue profesora en la Facultad de Artes y Letras. Trabajó como gestora cultural en dos ediciones consecutivas del Premio Casa Víctor Hugo de la Oficina del Historiador de La Habana. Ha publicado ensayos en las revistas especializadas Temas, Clave y Arte Cubano. Desde 2015 escribe para CubaNet bajo el pseudónimo de Ana León. Desde 2018 el régimen cubano no le permite viajar fuera del país, como represalia por su trabajo periodístico.

LO MÁS LEÍDO 4z4q2h

José Ramón Viñas / Reunión de masones cubanos

“Estamos dispuestos a asumir el precio”: Viñas Alonso se niega a arrodillarse ante el régimen 506y4k

Protestas universitarias se extienden por toda Cuba j3z6v

“Paro académico indefinido”: Aumentan protestas universitarias por tarifazo de ETECSA 9a3p

Era el “alma de la nación” en Cuba. Ahora es empresario en Florida 1vz70

En paradero desconocido atleta cubana que abandonó el equipo de la Isla en Austria 402d57

Rechazo hacia ETECSA obliga al régimen a valorar “opciones para los sectores más vulnerables” 39b6t

ÚLTIMAS NOTICIAS 6j3o2d

Los rayos matan más que los huracanes en Cuba: causan unas 54 muertes al año zf3j

A 150 pesos el metro cuadrado por día: se alquila el Malecón de La Habana 5r5d5d

Ciudadanos cubanos necesitarán visa de tránsito para hacer escala en Ecuador 3z2n2z

El dólar por debajo de 25 pesos: la última tasa de cambio impuesta por ETECSA u2h4h

Facultad de Matemática levanta el paro: confían en diálogo con autoridades 1f4j4u

La cuadra secreta de Celia y Fidel Castro: un enclave blindado en el Vedado 6wx1o

¿Qué está pasando en Los Ángeles? Aumentan protestas y despliegue policial c6d4r

Régimen niega libertad condicional a Sissi Abascal Zamora, presa política del 11J 6h3g3w

NOTICIAS RELACIONADAS 4i453u

Cuba, parole, Estados Unidos, Trump

EE.UU. reanuda procesamiento de trámites para migrantes con parole humanitario 2w2e1m

Turistas rusos en Cuba

“A los turistas los tratan como a cerditos”: Más viajeros rusos se decepcionan del destino Cuba 543t4u

Tormenta eléctrica en la costa de Cuba

Los rayos matan más que los huracanes en Cuba: causan unas 54 muertes al año zf3j

Estudiantes universitarios cubanos

El régimen no la tiene fácil con la protesta universitaria  1v3n5h

Mural dedicado a Celia Cruz en el barrio latino de Harlem, Nueva York

Desde Harlem hasta Perú: el mundo rinde tributo a Celia Cruz en su centenario 176z5v

Malecón de La Habana

A 150 pesos el metro cuadrado por día: se alquila el Malecón de La Habana 5r5d5d

Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, en Quito, Ecuador

Ciudadanos cubanos necesitarán visa de tránsito para hacer escala en Ecuador 3z2n2z

Un telepunto de ETECSA

El dólar por debajo de 25 pesos: la última tasa de cambio impuesta por ETECSA u2h4h