LA HABANA, Cuba. – Durante las recientes asambleas de balance de los ministerios de la Industria Alimentaria, la Agricultura y el Comercio Interior se dieron muy malas noticias para el cubano de a pie. Se dijo que decrecieron las ventas de la denominada canasta familiar normada, o sea, de los productos que se ofertan por la libreta de racionamiento. Además, se supo que se incumplió con las entregas de leche fluida, huevos y carne de res. Acerca de este último producto sobra la mención de su incumplimiento. Su perenne desaparición de los mercados lo hace casi desconocido para las nuevas generaciones de cubanos. 2u5v3l
Resalta el hecho de que nada se haya dicho sobre la situación de la carne de cerdo. Ante la ausencia de la carne de res, el cerdo fue durante algún tiempo una especie de salvavidas para el consumidor cubano. Sin embargo, en años más recientes ha disminuido drásticamente su crianza, muy afectada por la escasez de alimento animal, y en consecuencia el precio de esa carne se ha disparado. Hoy día tener un pedazo de carne de cerdo en la mesa, o poder disfrutar de un plato que la contenga en algún restaurante privado, es un lujo al alcance de muy pocos cubanos.
Es en esas condiciones de hambruna popular que se ha celebrado por estos días en el habanero recinto expositivo de Rancho Boyeros una nueva edición de la Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria FIAGROP 2025. Se trata de un montaje gubernamental para exhibir, en lo fundamental hacia el exterior, el supuesto desarrollo de la Isla en el sector agropecuario.
El visitante de esta feria encuentra hermosos ejemplares de aves (gallinas ponedoras), ganado porcino, caprino, equino y vacuno. Ejemplares que en los últimos tiempos el cubano de a pie solo ha podido ver en reportajes de la televisión, o en las visitas a ediciones anteriores de esta feria.
Los organizadores de FIAGROP 2025 han hecho mucho énfasis en la vinculación de este evento con el esfuerzo del Gobierno por estimular la inversión extranjera en el país. En las sesiones teóricas del evento se presentó una “cartera de oportunidades” ampliada para intentar agilizar las inversiones en el sector. Por otra parte, se destacó la celebración de un encuentro virtual con cubanos residentes en el exterior, con el propósito de que la emigración cubana vinculada con el sector agropecuario se decida a invertir en la Isla.
En FIAGROP también se habló acerca de la Ley de Propiedad, Posesión y Uso de la Tierra, cuyo anteproyecto ha sido “abierto” a la consulta pública. A propósito, no faltan voces que insisten en que el régimen debe entregar tierras a extranjeros para que las istren de manera eficiente. Claro que, los jerarcas del castrismo, si de veras desearan la prosperidad de esas tierras, tendrían que olvidarse de las tutelas y trabas que les han impuesto a los usufructuarios nacionales.
Esta nueva demostración de abundancia de recursos por parte de los gobernantes cubanos ―al menos, si no es tal, debía servir para no maltratar tanto a los consumidores― es otra muestra del doble rasero que aplican con sus políticas. Ellos son, como decimos en buen cubano, “candil de la calle y oscuridad de la casa”.
A la postre, el ciudadano de a pie va tomando conciencia de que aquí la escasez es, en esencia, para que la padezca el pueblo.
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