De un país de inmigrantes a uno de emigrantes
Juan Téllez, Agencia Libertad
LAS TUNAS, mayo - Cuba antes de 1959 era un país de inmigrantes. Españoles, chinos, japoneses, y habitantes de otras latitudes veían a la Isla con buenos ojos para residir incluso toda la vida.
A partir del triunfo de la mal llamada "revolución cubana" el 1ro. de enero del 59 la emigración es un fenómeno político, económico y social provocado por la implantación del comunismo, que es la filosofía de la esclavitud. A partir de
entonces la mayoría de los extranjeros que habían venido abandonaron el país, y en el caso particular de los españoles sus descendientes una vez que logran obtener la ciudadanía se largan del "paraíso socialista" en busca de mejor suerte.
El 1ro de enero del 59 está ligado a la emigración en oleadas de los cubanos, que huyen de la isla esclava para alcanzar la libertad en cualquier parte del mundo porque todo sacrificio que se haga es poco con tal de salirse de la "dictadura del proletariado".
Ahora la más antigua tiranía del mundo moderno, con su canto de sirena difundido a través de los medios de prensa que controla absolutamente y la complicidad de sus voceros "voluntarios" en el exterior, ataca a la Ley de Ajuste Cubano. Calificativos tales como "ley
criminal" son oídos en estos tiempos.
Pero lo que no dicen es que la causa de la emigración cubana radica en el totalitarismo castrista. Tampoco dicen que es un crimen privar al hombre del derecho de pensar, o encarcelar personas por opinar de manera diferente a la política gubernamental, o quitarle arbitrariamente
las propiedades a sus legítimos dueños, o prohibirle a los ciudadanos el derecho a las libertades de reunión y de asociación pacíficas, o mutilar el Estado de Derecho, o pagar a los obreros con pesos y venderles lo esencial para la vida en dólares
estadounidenses. Eso sí es crimen.
Como también es criminal que existan hoteles, playas y otros lujosos centros sólo para el disfrute de los extranjeros o de la cúpula comunista y no del pueblo que los construye y subvenciona. Pueblo al que engañan con las mentiras de la "seguridad social",
la "educación para todos" y la "salud gratuita"; mientras los viejos fenecen, la universidad es sólo para los revolucionarios y ni aspirinas le venden a la población.
Quitarle la leche a los niños a los siete años y vender la lata de leche condensada a treinta pesos o un dólar y medio, eso sí que es criminal.
Que muchas mujeres tengan que prostituirse para llevarle un bocado de comida a sus hijos, por la crisis que creó el propio gobierno, también es criminal.
La dictadura, maestra en la propaganda, en los teatros y las utopías, con el gemir de sus voceros contra la Ley de Ajuste Cubano pretende seguir encarcelando al pueblo y engañando al mundo.
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