Vista hace fe
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, noviembre - La salud contable, financiera y económica
del país está seriamente afectada. Su antídoto es rechazado
y muchos prefieren obviarlo, lo que ocasiona el aumento de la desconfianza, el
mangoneo desaforado, la indolencia.
Ya casi nadie discrepa con la opinión de que el ineficiente aparato
de auditorías de los ministerios y demás entidades estatales es
incapaz de detener la pandemia de la corrupción. Las auditorías
son inoperantes porque generalmente usan el método, cual tabla de salvación,
de recurrir a controles masivos que en pocos días olfatee y detecte las
irregularidades de todo un año.
Pero lo más triste del asunto es que semejante situación se
produce precisamente entre los integrantes de un aparato istrativo
compuesto por los más fieles seguidores del gobierno comunista.
Recientemente, un comentarista oficial itió que el llamado "perfeccionamiento
empresarial" tiene su principal y más recurrente obstáculo en
la poca veracidad de los controles económicos del país al que le
urge adecuar su sistema para ponerlo a tono con el mundo.
Ya son muchos los que aceptan la política de "aquí todo
el mundo roba" aunque algunos se empeñen en moralizar las altas
esferas. La realidad es que en todos los niveles de las empresas y
establecimientos estatales campea el desorden, el robo, en fin, la corrupción,
que si bien no está legalizada, se evidencia una tremenda tolerancia con
ella. La vida real no demuestra lo contrario.
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