Bajo el péndulo mortal
Claudia Márquez Linares, Grupo Decoro
LA HABANA noviembre - El creciente fortalecimiento de la prensa
independiente a partir de la segunda mitad de la década de los noventa
impactó al mundo democrático. Muchos han sido los obstáculos
y artimañas para impedir su existencia por parte del único
interesado en que no exista: el gobierno de Cuba.
Actualmente hay en todo el país 24 agencias de prensa independiente,
la mayoría ubicadas en Ciudad de La Habana, según informó
el Centro de Estudios Sociales. Los periodistas independientes transmiten sus
noticias, artículos y crónicas por teléfono aunque ya se
extiende el uso del fax. El a Internet es imposible para la mayoría
de la población y la difusión escrita con "fines contrarios a
la sociedad socialista" está penada por la ley, por lo que toda
información es enviada al exterior (Miami, Puerto Rico, España,
entre otros), y llega a la población cubana especialmente por Radio Martí.
Por medio de la prensa oficial el gobierno de la Isla ataca constantemente a
los independientes con el objetivo de desacreditar ante el pueblo la labor de la
prensa alternativa. El máximo exponente de la represión resulta
ser la Ley para la Protección de la Independencia Nacional y la Economía
de Cuba (conocida popularmente como Ley Mordaza) que impone sanciones de hasta
20 años a los periodistas independientes.
En la actualidad se encuentran presos Bernardo Arévalo Padrón,
de Línea Sur, una agencia de Aguada de Pasajeros, provincia de
Cienfuegos, condenado a seis años por "desacato"; Jesús
Joel Díaz Hernández, de la Cooperativa Avileña de
Periodistas Independientes, condenado a cuatro años por un presunto
delito de "peligrosidad", y Manuel Antonio González
Castellanos, corresponsal de Cuba Press en San Germán, provincia de Holguín,
condenado también por "desacato" a tres años de privación
de libertad, según informó Elizardo Sánchez Santa Cruz,
presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional.
Cuando toda una sociedad depende del Estado y responde totalmente a éste
resulta difícil, a veces imposible, realizar un periodismo investigativo.
En las sociedades totalitarias, como es el caso de la cubana, todas las
instituciones y entidades tanto económicas, financieras, políticas
o culturales responden en mayor o menor medida a los intereses del Estado, por
lo que toda información está destinada a la prensa oficialista,
que es la encargada de hacer uso de dicha información de acuerdo a los
propósitos del gobierno.
A las puertas del siglo XXI el gobierno comunista de La Habana no podrá
extirpar de la sociedad el desarrollo de una prensa libre.
La posibilidad de tocar temas que para la prensa oficial son imposibles de
tratar nos da la ventaja de ejercer un periodismo nuevo, sobre todo para los más
jóvenes, educados en el discurso oficial. Y así ayudaremos a
renovar, con la indiscutible influencia de la verdad, a este país sumido
desde hace cuarenta años en la mentira.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
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