El medio
ambiente de Camagüey echa por tierra la propaganda oficial
Esteban Salas, IC
CAMAGÜEY, febrero - Con tremenda campaña propagandística
se celebró oficialmente en Cuba el Día de la Ciencia, en el que
los voceros del gobierno aseguraron haber obtenido logros significativos en el
cuidado del medio ambiente y, para apuntalar sus afirmaciones, dijeron que tenían
el reconocimiento internacional por dicha labor.
Como suele suceder en este tipo de acto, no hubo espacio para que nadie
argumentara una simple opinión en contra de la avalancha de presuntos
logros.
Sin embargo, aquí, en Camagüey, hay pruebas irrefutables de que
el medio ambiente cubano no goza de tanta salud como aseveran los portavoces
estatales.
Los famosos mármoles del Río Máximo que antes eran
blancos hoy están verde oscuro y negruzcos porque en sus aguas se vierten
residuos procedentes de porquerizas y de criaderos de alevines.
Este río, en cuyas orillas años atrás la gente acampaba
y se bañaba en sus aguas transparentes cual si fuera una piscina natural,
hoy se encuentra necesitado de una acción urgente en su favor.
Por otra parte, la deforestación en esta región del país
alcanza niveles alarmantes desde que se llevó a cabo la tala de árboles
por medio de explosiones de dinamita para convertir extensas porciones de
terreno en áreas de pastoreo o para sembrar caña de azúcar.
Lo del cuidado del entorno es fácilmente rebatible con sólo
trasladarse hasta la porción del río La Caridad, que atraviesa la
Ciudad de Camagüey, y cuyas aguas putrefactas y negras contaminan todo el
lugar.
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