Operación
policial en La Lisa contra ancianos pobres
LA HABANA, 22 de febrero (Rafael Pérez, AFP) - Un operativo de la
policía regular e inspectores de Comercio tuvo como blanco a los ancianos
que se dedican a vender diferentes mercancías en las calles del municipio
La Lisa.
Estas personas tratan de vender sus productos para obtener ingresos extras
que le permitan enfrentar la creciente crisis económica que afecta a los
cubanos.
Los artículos más vendidos son velas, estampillas religiosas,
así como algunas viandas y frutas. También un número
considerable de estos viejecitos se dedican a revender el periódico
Granma y los semanarios Trabajadores, Juventud Rebelde y Tribuna de La Habana.
Los policías y los inspectores que participaron la semana pasada en
la ofensiva contra los ancianos le impusieron a éstos multas de 750 pesos
y decomisaron las mercancías a todos los que no tenían licencia
para desempeñar tales actividades.
Marcelino Acenjo Hernández, de la Unión Patriótica
Cristiana y residente en esa zona de la capital, declaró: "Estas
personas venden por necesidad. Venden cualquier cosa para sobrevivir. Es penoso
ver cómo un cuerpo de policía persigue a nuestros ancianos por
tratar de luchar por su sobrevivencia, y los multa, cuando ellos saben que no
podrán pagar esas cantidades de dinero".
Por su parte, uno de los perjudicados declaró: "Tenía en
venta 27 velas y 10 cuchillas de afeitar. Yo estaba sentado en una de las aceras
de la calle 160 entre 65 y 69 cuando un sargento de la policía y un
inspector (que dijeron llamarse Javier Rodríguez e Hilario Hernández,
respectivamente) me quitaron los productos y me condujeron a la estación
policial de la avenida 51 entre 146 y 148, donde me multaron a 750 pesos por
actividad económica ilícita y 30 pesos por no portar mi carné
de identidad".
Matildo Reinaldo Crespo Díaz es el nombre de este anciano cuya
jubilación de 220 pesos mensuales no le alcanza para sostenerse él
y una hija epiléptica.
"Hago la denuncia del maltrato de que fui objeto por lo que pueda
sucederme, pues no dispongo de dinero para pagar la multa, no tengo de dónde
sacarlo; yo vendo velas, pero no soy ladrón", expresa Crespo Díaz.
"Si me encarcelan por no pagar la multa mi hija quedará enferma
y desamparada. Ese será el mérito de los policías e
inspectores que participaron en el operativo contra nosotros", concluyó
el anciano.
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