Sin ayuda
los damnificados por el huracán Michelle
MATANZAS, 8 de noviembre (Alejandrina García de la Riva, NotiCuba /
CubaNet) - En recorrido por la provincia Matanzas se confirmó que el
gobierno cubano no ha socorrido a los habitantes de los municipios de Jagüey
Grande, Calimete, Colón, Perico, Los Arabos y Jovellanos, severamente
afectados por el paso del huracán Michelle.
Muchos residentes de estas localidades están desesperados y
pesimistas por la pérdida de sus viviendas, muebles, equipos electrodomésticos,
animales de corral, alimentos, ropa, medicamentos y otras pertenencias.
Los funcionarios no se han preocupado ni han brindado a poyo a los
damnificados. Sólo atienden las instalaciones del sector turístico,
los centrales azucareros y el plan citrícola de Jagüey Grande.
El huracán destruyó más de la mitad de las viviendas,
bodegas, escuelas y estaciones de ferrocarril de estos municipios, y las que
permanecen en pie perdieron puertas y ventanas.
Los medios de prensa, controlados por el Partido Comunista, difunden
noticias manipuladas para que la opinión pública crea que hubo
previsión por parte del gobierno antes y después del paso del
huracán, pero estas informaciones son falsas, porque la mayoría de
la población se autoevacuó gracias a la solidaridad existente
entre los vecinos de estas localidades, lo cual explica por qué no hubo
mayores pérdidas de vidas humanas.
"No hubo asistencia de la Defensa Civil a la población ni antes
ni después del paso del huracán. Sólo se interesan por las
instalaciones del turismo en Varadero y otras partes de la provincia, y por los
campos de cítricos", declaró Diosdado González
Marrero, presidente del grupo disidente Paz, Amor y Libertad, con sede en El
Roque.
La Iglesia Católica, pese a sus limitaciones, es la única
institución que se está preocupando por visitar los lugares donde
el desastre es mayor. El obispo Mariano Vivanco se ha personado en diferentes
localidades de la provincia y en iglesias que sufrieron daño en sus
edificaciones, como las de El Roque, Perico, Colón y Guarerira, se
preocupó por la situación de los residentes de estas poblaciones.
El huracán Michelle causó la muerte de innumerables animales
de cría, principalmente aves, carneros y reses. También fueron
arrasadas totalmente las siembras de plátano, frijoles y yuca.
No hay servicio de agua potable y los pocos carros cisternas que han ido a
repartir el líquido a las poblaciones afectadas no reúnen
condiciones de higiene.
Arboles de aguacate, mango, guayaba y limones fueron arrancados de raíz
por la fuerza de los vientos.
En el poblado de El Roque, municipio Perico, existe una inminente amenaza de
inundación debido a que se desbordó el canal llamado Vía
Cuba y el ojo de agua de la zona.
Por otra parte, según versiones no confirmadas hay más
personas muertas que las que informaron los medios nacionales. Se constató
que en el poblado Guareira falleció Emilia, de 80 años, que fue
aplastada por un árbol que cayó sobre su vivienda. No se pudo
averiguar los apellidos de esta anciana, que fue sepultada horas después
de morir y cuyo único hijo está preso en la cárcel de Agüica.
Se recogieron expresiones favorables en estos municipios respecto a la labor
informativa de Radio Martí, en especial de los partes metereológicos
de Angel Martín, los que fueron considerados oportunos, constantes y
completos. A la pregunta de cómo escucharon Radio Martí, algunos
damnificados contestaron que conectando sus aparatos radioreceptores a baterías
de automóvil.
"Radio Martí fue la única fuente de información
que tuvimos durante y después del huracán, y que tenemos en este
momento", afirmó un residente de Perico.
La queja fundamental de los damnificados es que no han recibido hasta el
momento ninguna ayuda del gobierno.
"Ni alimentos, ni combustible para cocinar. Las mujeres están
desesperadas, rompen ramas, pedazos de muebles cualquier material combustible
para cocinar en los patios, al aire libre, ponen sus calderos y elaboran lo poco
que tienen", expresó un hombre en El Roque.
Tampoco se les ha vendido el pan de la cuota de racionamiento. "Los niños
piden pan. Ellos no tienen conocimiento exacto de qué sucede. Muchos nos
preguntamos cómo es posible que a estas alturas no nos hayan suministrado
al menos galletas para darle a los niños", añadió la
fuente.
"La población de El Roque, unas dos mil personas, está en
penuria, no sabe cómo resolver sus problemas. Casi todas las bodegas
donde se vende la cuota de alimentos por la libreta están deterioradas.
No hay alimentos", dijo González Marrero.
"Se ven brigadas de mantenimiento que reparan las instalaciones del
turismo, pero a las viviendas de la población nada, no hay ayuda del
gobierno", dijo una joven que reside en Perico.
Los periodistas oficialistas no han reportado sobre personas heridas, pero
se sabe de decenas de individuos que tienen heridas en diferentes partes del
cuerpo por objetos que salieron proyectados y los impactaron. Las instalaciones
del sistema nacional de salud no han podido socorrer debidamente a estas
personas.
Todos los consultados en estos municipios de la provincia Matanzas
expresaron, de una u otra forma, que sí aceptan ayudas del exterior, sea
de cubanos exiliados, de gobiernos o de cualquier organismo internacional.
Uno de los casos más impactantes es el de la joven Ana, que vive en
el central Seis de Agosto, municipio Calimete, quien es madre de cuatro hijos.
Ana se vio obligada a romper la puerta de una posta médica que no está
en funciones y penetrar en la misma para guarecer a sus hijos. Allí se
encuentra todavía. Pero funcionarios locales y agentes de la policía
están tratando de sacarla del lugar, la han amenazado incluso, pero la
mujer asegura que no saldrá del inmueble hasta que no reparen el techo de
su vivienda. El hijo más pequeño de Ana, de seis meses de edad,
tiene diarreas en este momento.
La situación higiénica de estos territorios pudiera dar lugar
a brotes epidémicos si no se sanea de inmediato. Hay mucha agua estancada
y animales muertos en estado de descomposición.
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