Varias asociaciones realizan una campaña de recogida de ayuda
para la población cubana
D. VÁZQUEZ - Vigo.
Faro de Vigo. España, Lunes, 12
de noviembre de 2001.
De Vigo a La Habana. Estos son los puntos de partida y llegada del viaje que
realizará próximamente el barco encargado de llevar a la población
cubana las toneladas de ayuda que, desde hace meses, recogen varias asociaciones
y sindicatos de la ciudad.
Con la colaboración de los ciudadanos vigueses y de ayuntamientos y
colectivos sociales de toda Galicia se ha logrado reunir una gran cantidad de
ropa, medicamentos, e incluso varios turismos, un microbus, y dos camiones de
basura donados por el Concello de Narón (A Coruña).
Ángel Rodríguez Mariño, responsable del área de
Cuba de la Fundación Paz y Solidaridad explica cómo comenzó,
hace algunos años, a organizar este tipo de campañas. "La
primera en la que participé era para Bosnia y se trataba de ir puerta por
puerta preguntando a la gente si quería donar algo", asegura. En
estos momentos "es bastante más fácil, ya que viene mucha
gente a traer objetos que ya no utilizan y que podrían ser aprovechados",
afirma.
¿Qué es lo que necesita la población cubana? La respuesta
a esta pregunta sería demasiado extensa, por ello Rodríguez Mariño
la resume en una sola frase "no importa lo que nos traigan, todo puede
llegar a ser necesario".
Así, entre los objetos que se han ido recopilando no es extraño
encontrar somieres metálicos, ruedas de bicicleta o de coche, carritos de
bebé o incluso equipos informáticos.
Sin embargo, la mayor parte de las donaciones que se realizan son de ropa,
calzado y medicamentos. En estos momentos, en el bajo habilitado por la CIG en
la calle Gregorio Espino se encuentran alrededor de 300 cajas con jerseys,
camisas, pantalones y zapatos entregados, sobre todo, por particulares. El
material sanitario y las medicinas han sido aportadas por Povisa, que también
ha cedido varias camas, la asociación Francisco Villamil y otros
colectivos.
Cuando se organizan este tipo de campañas, muchas personas piensan en
las garantías que existen de que lo que donan llegue a su destino y no se
quede por el camino. En este caso no hay pérdida. Como en envíos
anteriores, una delegación viaja a La Habana para comprobar que todo
llega a las manos de quienes realmente lo necesitan.
Sin embargo, Ángel Rodríguez es sincero. "Los que más
probabilidades tienen de quedarse con la ayuda son quienes están más
cerca, es decir, los habitantes de la capital", declara. A las aldeas es
muy difícil acceder y las necesidades son tan grandes en La Habana que
pocas cosas quedan sin repartir.
Entre lo que no se reparte se encuentran los vehículos. "Allí
hay muy pocos coches particulares", aclara Rodríguez Mariño, "y
los turismos que enviamos se emplean como taxis oficiales".
Aunque puede parecer que los libros de texto son un producto de primera
necesidad para la población, en esta ocasión el envío no
contiene material escolar. La razón es simple. "Los libros de texto
y lectura se los hacen en Canadá, por tanto sería inútil
enviarlos desde aquí porque no los iban a utilizar", advierte.
Aún no se ha fijado la fecha del viaje, por este motivo la recogida
de material no ha finalizado. El almacén sigue abierto durante los próximos
días.
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