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Lázaro Raúl González, I
PINAR DEL RIO, noviembre (cubanet.sergipeconectado.com) - El conflicto en Afganistán
logró rasgar el velo de la indiferencia con que normalmente se cubren la
vista los cubanos ante los berrinches internacionales, y ha desatado sus lenguas
aunque no todos los sectores de nuestra sociedad tienen la misma comprensión
sobre este conflicto centroasiático.
Es obvio que la opinión pública cubana ha sido y es manipulada
por los medios de prensa controlados por el Partido Comunista, en los que se
dedican al tema grandes espacios y muchísimo tiempo de manera
preferencial, en los cuales predomina el perfil antiestadounidense.
Pero parece haber algo más. Algunos olfatean cierto peligro en el
ambiente, incluso hay quienes no ponen en duda que de Afganistán la
guerra vendrá para acá.
Quizás por ese sentimiento de amenaza deducida no falta gente en Cuba
que se alegraría de la derrota de Estados Unidos en las cordilleras de
Afganistán, por eso los medios recalcan que los talibanes podrían
descalabrar para siempre a los yanquis.
Quienes sustentan tal idea no tienen problemas de expresión en la
isla, pues no sólo pueden expresar opiniones ofensivas contra los
estadounidenses en el foro que les plazca, sino que tienen derecho a disfrutar
de la caudalosa prensa oficial que los alimenta con todas las informaciones
antiestadounidenses o parcializadas que se generan en diferentes partes del
mundo. La prensa controlada por el Partido Comunista garantiza además
tribuna segura a cualquier resentido contra Estados Unidos, sin importarle su
poco talento ni su lugar de residencia.
En cambio, aventurarse a emitir un criterio contrario, o sea, en favor de la
operación antiterrorista de Estados Unidos y de gran parte del mundo,
expresar opiniones antitalibán, puede ser muy peligroso en Cuba. Por
tanto, los que se vayan a manifestar en contra de la opinión predominante
en los medios de prensa, que es la misma del gobierno, deberán mirar
varias veces en derredor para ver quién los puede escuchar, y aún
así siempre habrá riesgos, porque éste es un país
con nivel récord de delatores.
"Si repudio merece la muerte de niños afganos, igual repudio
merece la muerte de miles de civiles el 11 de septiembre en las torres gemelas",
declaró Ramiro Gómez González, que reside en calle 30
#2712, poblado de Herradura, en la provincia Pinar del Río.
Al día siguiente de expresar esto, Gómez González fue "visitado"
en su domicilio por un agente de la Seguridad del Estado, quien le hizo una "advertencia
oficial" por su "delito".
Ciertamente, ¿no son envidiables los patrones de libertad que disfruta
el pueblo cubano?
Si usted está interesado en compartir, en ejercer tales libertades,
de seguro habrá modo de exportárselos. Los interesados pueden
ar con www.islacerrada.com.
Aclaración: el es muy limitado.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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