Publicado el 29 de noviembre de 2001 en
El Nuevo Herald
En el misterio la suerte de cinco inmigrantes
Desaparecieron luego de llegar a un pequeño cayo de las Bahamas
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
La suerte de cinco cubanos que viajaban ilegalmente a Estados Unidos el
pasado año y desaparecieron luego de haber llegado a un pequeño
cayo de las Bahamas, permanece aún rodeada por el misterio.
"La gente tiene miedo, pero yo he decidido seguir con esta historia
hasta saber toda la verdad'', afirmó ayer Mabel Moreno, hermana de Jorge
Luis Moreno, uno de los desaparecidos. "Hay demasiados cabos sueltos en
todo esto''.
Mabel, de 33 años y natural de Sagua la Grande, Villaclara, abandonó
la isla durante la crisis de los balseros de 1994 y llegó a Miami tras la
estancia de rigor en los campamentos de Guantánamo. Desde entonces, su
hermano intentó seguirle los pasos, pero en tres ocasiones fue
interceptado por patrullas guardacostas y devuelto a las autoridades cubanas.
No obstante, Jorge Luis, de 27 años, no se desanimó en su propósito
de escapar. El 11 de septiembre del 2000 retomó su plan de huida en un
bote que salió de Isabela de Sagua con otros siete cubanos, pero la
travesía terminó entonces en Cayo Sal, por carencia de
combustible.
"Esperé una semana después que mis familiares me
confirmaron la salida y me decidí a llamar a [la organización]
Hermanos al Rescate, pero ellos tampoco hallaron nada en la zona'', recordó
la mujer, que actualmente trabaja en una pizzería en La Pequeña
Habana.
Sin embargo, ella logró hablar telefónicamente con Yoandri
Rodríguez, quien había sido deportado a Cuba en noviembre de ese año
por las autoridades de Nassau, junto a otros dos "compañeros de
viaje'' del grupo de Jorge Luis.
Según el testimonio desde Cuba, el grupo se había dividido en
dos. Los tres repatriados y los cinco restantes, que decidieron quedarse en Cayo
Sal para seguir rumbo a Miami con posterioridad. Entonces Moreno decidió
solicitar ayuda a la congresista Ileana Ros-Lehtinen.
La confusión se redobló debido a que por esos días el
Servicio Guardacostas reportó que cinco balseros habían sido
interceptados en el cayo de Double Headed Shot y entregados a Bahamas.
El 15 de diciembre del 2000, la Embajada de Bahamas envió una
respuesta a Ros-Lehtinen asegurando que Jorge Luis estaba detenido en Nassau.
"Saqué un pasaje y me fui a verlo, loca de alegría'',
rememoró la mujer secándose las lágrimas. 'Pero fue un
fiasco''.
Las autoridades del Departamento de Inmigración de Bahamas
desmintieron la información de la carta, firmada por Sheila Carey,
vicejefa de la misión diplomática de Bahamas en Washington.
"Fue una información incorrecta surgida de una confusión'',
dijo Carey ayer a El Nuevo Herald. "El [Jorge Luis] no estaba entre los
detenidos''.
La funcionaria explicó que las autoridades de Inmigración de
su país le dijeron después que un grupo había permanecido
en Cayo Sal para proseguir viaje a Estados Unidos. Agregó que ella
rectificó el error y se disculpó en carta enviada el pasado 26 de
julio a la oficina de Ros-Lehtinen.
Los familiares en Cuba han indagado también sin suerte sobre el caso.
Pero Moreno no está satisfecha aún con las respuestas
oficiales y ha reactivado sus esperanzas a raíz de las gestiones de
activistas del exilio por evitar la deportación de 35 cubanos que, tras
una larga permanencia en Nassau, fueron devueltos esta semana a la isla.
"Han ocurrido [en Nassau] muchas atrocidades que están saliendo
ahora a la luz, y yo quiero la verdad'', enfatizó.
De acuerdo con Moreno, además de su hermano están
desaparecidos Juan de Dios Mollinedo, Daniel González Larosa, Fidel Jiménez
y Omar Mateo.
Un comité de organizaciones del exilio, encabezado por Unidad Cubana
y la Fundación Humanismo sin Fronteras, exhortó ayer a realizar un
boicot contra el turismo y el comercio entre Florida y Bahamas, en protesta por
"las vejaciones sufridas por los cubanos detenidos allí''.
Nueva ronda migratoria bajo el fantasma del último naufragio
Agence Presse. La Habana
Funcionarios de Cuba y Estados Unidos se reunirán el próximo
lunes en La Habana para una nueva ronda sobre los acuerdos migratorios de
1994-95, que esta vez se realizará bajo el fantasma del reciente
naufragio que costó la vida a 30 ilegales cubanos, 13 de ellos niños,
indicaron fuentes diplomáticas.
La reunión es de carácter ordinario pero según
analistas de La Habana en la agenda estará el naufragio de una lancha que
iba desde Cuba a La Florida que transportaba ilegalmente a 30 personas que
figuran hasta el momento como desaparecidas.
La víspera, el gobernante Fidel Castro abordó el tema de las
reuniones con Estados Unidos en un discurso en el cual no culpó a la
istración de George W. Bush de los efectos de la ley migratoria de
Ajuste Cubano, pero sí le pidió su derogación.
"No culparemos al actual gobierno de engendrar un fenómeno que
es fruto de decenas de años de agresión, hostilidad y crimen
contra Cuba, concertadas por sucesivas istraciones a lo largo de muchos años'',
dijo Castro.
El gobierno cubano, que considera la Ley de Ajuste un estímulo a la
emigración ilegal cubana hacia ese país, la denomina "la ley
asesina'', toda vez que le reprocha ser la causa de la muerte de muchas personas
que se lanzan al estrecho de La Florida en precarias embarcaciones o acuden a
los contrabandistas de personas para intentar llegar a EU.
"La Ley de Ajuste Cubano no sólo constituye una ley asesina,
sino también una ley terrorista, de un terrorismo de la peor especie, que
mata conscientemente y sin el menor remordimiento a los niños'', dijo
Castro. |