Prostitución:
un modo de vida en Pinar del Río
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, septiembre - Jóvenes de Pinar del Río se
prostituyen para sobrevivir, al igual que sucede en otras regiones de Cuba,
aunque muchos de ellos prefieren trasladarse hacia la capital del país,
donde obtienen mayores ganancias.
Aunque el gobierno trata de hacer ver a la opinión pública que
quienes ejercen la prostitución (acción llamada popularmente "jinetear")
son individuos con problemas familiares y sociales, que abandonaron los
estudios, nadie puede desmentir que un sinnúmero de esos jóvenes
provienen de familias respetables, se han graduado de técnicos medios y
hasta de carreras universitarias, y que el denominador común es la crisis
económica, política y social que afecta a la sociedad cubana.
La prostitución abarca a jóvenes de ambos sexos, pero la
ejercen principalmente las mujeres. Las prostitutas o jineteras han sido
clasificadas vulgarmente en dos tipos: "de chancleta" y "de tacón
alto".
Las primeras sólo han logrado vencer el 9no o el 12vo grado de
escolaridad, mientras que las segundas son graduadas en alguna especialidad técnica
o universitaria.
Aunque las edades de las jineteras oscilan generalmente entre los 17 y los
35 años, en una encuesta informal, todas manifiestaron ciertos intereses
comunes: comprarse ropa, calzado, artículos electrodomésticos,
pasear por el país, hospedarse en hoteles, divertirse, alimentarse bien.
Efectos y actividades a las que no tienen a través del
cumplimiento de sus labores en empleos estatales.
La mayoría de las entrevistadas coincidieron también en que
una de las causas principales que las impulsa a entrar en la prostitución
es el deseo de ayudar a sus familias en lo que a ingresos económicos
concierne.
Una especialista consultada, que pidió que no la identificaran,
refiriéndose al tema, declaró a la UPECI: "Ellas aspiran a
cuestiones que no están a su alcance y que, lamentablemente están
por encima de las posibilidades de la mayoría de los cubanos: quieren
adquirir artículos y servicios tan elementales como ropa, calzado o
vacacionar. Simplemente vivir con decencia, aunque parezca contradictorio".
Lo significativo del fenómeno de la prostitución en la Cuba
actual es que estas jóvenes jamás podrán obtener nada de lo
que ahora tienen con los salarios que devengarían si ejercieran sus técnicas
y profesiones, o se desempeñaran en otros empleos.
En este contexto, es frecuente que familias de Pinar del Río
sobrevivan gracias a la hija o nieta jinetera, o al joven pinguero, como llaman
a los varones que ofrecen sus servicios sexuales a extranjeras o extranjeros.
Una parte no precisada de la juventud de Pinar del Río se desmoraliza
con la práctica de la prostitución que, vale destacar, dada las
circunstancias de agudización de la crisis se ha extendido también
a los nacionales, por lo que con frecuencia se observa como jineteras y
pingueros se entregan a cubanos con al dólar. Casos hay de jóvenes
que cambian sus servicios sexuales por un pomo de champú, una botella de
aceite o un dólar, que al cambio oficial vigente se cotiza a 22 pesos.
La prostitución o jineterismo revela una arista de las tantas que
conforman el problema social cubano de estos tiempos, es uno de los rostros feos
del socialismo que vale la pena estudiar a profundidad.
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