Temor ante
la posibilidad de cambio de dinero en Cuba
Juan Carlos Linares / CubaNet
LA HABANA, septiembre - Mucho antes de que el Banco Nacional de Cuba
anunciara que a partir del 15 de octubre próximo sólo podrá
circular la moneda fraccionaria convertible en el territorio nacional, era vox
populi que el gobierno había adquirido máquinas para contar únicamente
las monedas de "chavitos", como llaman popularmente al peso
convertible cubano.
También se escucha la versión no confirmada de que el gobierno
de Fidel Castro está acuñando cierta moneda nacional que sustituirá
al peso convertible cubano y a las demás monedas convertibles que
circulan en el país. Además, se asegura que con este nuevo tipo de
moneda se le pagará a los trabajadores vinculados a la esfera del
turismo, a las empresas niquelíferas y a otros que laboren en organismos
que recauden dólares para el régimen de Castro.
A finales de 2000, los establecimientos bancarios de la isla cobraban un
recargo a los que depositaban pesos convertibles cubanos en sus cuentas, al
tiempo que explicaban que ese recargo se debía a que las máquinas
contadoras de billetes sólo contaban dólares, por lo que el conteo
de los "chavitos" se efectuaba a mano.
Indudablemente, para el Estado cubano es cada vez más necesaria la
adquisición de dólares, cuya entrada principal es a través
de las remesas familiares de cubanos residentes en el exterior y por medio del
turismo extranjero, pero estas actividades no recaudan lo suficiente para
comprar lo necesario en el mercado internacional. Fuentes fidedignas revelaron
que últimamente barcos cubanos que transportan combustible han realizado
estadías largas en puerto, en espera del pago correspondiente, e incluso
de naves que han tenido que marcharse sin cargar por falta de dinero con que
pagar.
Otro rumor que cobra fuerza entre los habitantes de la isla está
relacionado con cuentas que altos dirigentes del gobierno tienen en bancos de
Cuba y del extranjero, presuntamente para llevar a cabo negocios apresurados
entre empresas de la isla y capitalistas que operan en el territorio nacional.
Se asegura además que estos funcionarios cubanos realizan diferentes
transacciones internacionales.
La dolarización de la economía ocasionó cambios en la
mentalidad de los cubanos y de hecho provocó algunas transformaciones
sociales en perjuicio de los preceptos ideológicos del régimen
castrista, que no ocultó su malestar por la creciente dolarización
de la economía mundial, en particular en América Latina, por lo
que muchos nacionales aseguran que el gobierno de la isla realizará
alguna acción para romper la dicotomía existente entre su discurso
oficial y la realidad de que hoy es el país más dependiente del dólar
en el mundo.
No es menos cierto que en Cuba circulan varias monedas a la vez: el peso,
cuya tasa de cambio vigente es de 22 por un dólar; el peso convertible
cubano o "chavito"; el dólar, que es el tipo de moneda en el
cual la población confía plenamente por su estabilidad; así
como otras monedas de las llamadas "convertibles", como la peseta española,
el dólar canadiense y otras con las que, aunque no circulan ampliamente
entre la población, se le permite al turista extranjero pagar en algunos
establecimientos. También un número no precisado de nacionales
reciben remesas en pesetas de familiares radicados en España.
Ahora mismo, son muchos los rumores y comentarios que circulan en la capital
del país. Se desconoce su procedencia, pero se puede asegurar con certeza
que la población desconfía del sistema bancario cubano porque éste
es un instrumento del régimen totalitario impuesto por el Partido
Comunista, opuesto totalmente al sistema capitalista, al libre comercio, a las
libertades individuales.
No se sabe qué ocurrirá con la economía personal de los
cubanos, algunos de los cuales han logrado reunir cantidades considerables de dólares.
Tampoco se sabe de qué mañas se valdrá el gobierno de
Castro para tratar de arrebatarle la mayor cantidad de dólares a quienes
han logrado hacer ahorros en ese tipo de moneda. Pero lo que sí es sabido
es que los cubanos no son tontos, tienen excelente olfato y experiencia en este
tipo de asunto, y hay algo en el ambiente que les advierte, les previene que
pudiera haber engaño y hasta estafa, encubiertos como cambio de dinero.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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