SOCIEDAD
Si
no fuera por �l... (II) 2h5k1u
LA HABANA, agosto (cubanet.sergipeconectado.com) - Si no
fuera por l, es un decir.
Nuestros hijos y nietos no tendran que
aprender a leer y escribir con la F de Fidel y
la R de Ral, habiendo palabras tan hermosas
en nuestro idioma como FE y FRATERNIDAD o RISA
y RECONCILIACIN.
No tendran que ponerse una paoleta
roja al cuello a la temprana edad de 7 aos,
y jurar ante sus amiguitos deseos de ser iguales
al Che y por el comunismo, sabiendo yo, como s,
que ambas cosas slo conducen al odio y
a la destruccin. Debieran ser derecho
y posibilidad mos ponerlos a estudiar
en otra escuela; ante esa imposibilidad podra
ensearles yo mismo, o hasta dejarlos analfabetos,
y siempre sera una decisin a respetar,
pues bien podra preferir un hijo iletrado
que invadido por el odio y la desconfianza.
Tampoco tuvieran que marchar a las escuelas al
campo o en el campo a la temprana edad de once
o doce aos; sabiendo, como s,
que el nio que va a ellas, aunque sea
por un mes, no es el mismo nio que regresa,
pues en tal terreno prosperan el vicio y los malos
ejemplos, a la vez que escasean las virtudes y
las conductas sanas.
Nadie vendra a despertarlos en plena
madrugada, para ser conducidos desde los albergues
en rastras y camiones hacia las plazas y avenidas,
a fin de que agiten banderitas y griten consignas
de adhesin y defensa hacia un rgimen
del cual suean con escapar. Se acabara
pues, el triste espectculo de la muchedumbre
envilecida en pos de la figura del caudillo.
Si no fuera por l, un suponer.
Con el sudor de la frente y el sudor de los brazos,
como sucede en cualquier pas, comprara
lo que quisiera y pudiera, sin que ningn
gobierno me dictara dnde y cundo
comprar lo que necesito para vivir. No tendra
que andar robando todo cuanto pueda del centro
de trabajo y no tendra que esperar por
el "estmulo" de una jabita que
slo se entrega cuando se cumplen dcilmente
los deberes laborales y "extra laborales".
Slo me bastara para ser reconocido
en el centro de trabajo ser un buen trabajador
y un hombre honrado; libre de que ningn
istrativo, sindicato o partido, anden hurgando
en mi vida personal para decidir si soy un compaero
revolucionario y cumplidor de las tareas revolucionarias.
Si no fuera por l, segn mi parecer.
Yo no tendra que cuidarme y ser tan receloso
con el vecino de enfrente; siempre alarmado creyendo
ver en l a un enemigo o a un delator.
Por qu? Si su abuelo y el mo,
habiendo sido uno del Partido Autntico
y el otro del Partido Ortodoxo, a veces discutan
tanto que pareca como si el mundo se acabara,
para dirimir luego la discusin en la barra
de la cantina entre jugadas de cubilete y saladitos
de aceituna y jamn, riendo a carcajadas
ante un chiste de doble sentido.
Si no fuera por l, es mi creer.
No haran falta tantas rejas y cercas
en las casas y no se vivira en un perenne
sobresalto ante la amenaza del ladrn y
el ratero. Siempre acechando. Lo mismo para llevarse
el televisor a colores, la frazada de trapear
o la lmpara que cuelga del techo del portal.
Entonces podran el panadero y el lechero
dejar la flauta de pan y el litro de leche debajo
de la ventana, lo cual ahora parece ser un sueo
paradisaco al no existir el pan, la leche,
ni el panadero y el lechero.
Si no fuera por l, a mi entender.
No existira tanta prostitucin
ambulante o tanto jineterismo que es como ac
se ha dado en llamarle a tan antiguo oficio y
que en la Cuba de siempre tena su nombre
universal. Pero como ahora no esperan en el burdel
sino que andan cabalgando por todas partes y buscando
donde arrimar la cabalgadura, se han quedado con
el nombre de jineteras. cnet/03
Si
no fuera por �l (I)
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