HUMOR
Al�,
presidente 284ao
LA HABANA, agosto (cubanet.sergipeconectado.com)
- Endiablado pana, tu conversin ha conmovido
al mundo. Quin iba a pensar que de un
simple tirador de tiros en golpecitos de estado
marrulleros y fracasados saldra un estadista
con crucifijo y todo, aunque a veces recuerdes
el pasado y sueltes uno que otro balazo conciliador
contra quienes dudan de tu estatura de Mesas
con alma llanera.
Te la comiste, chamo, y tus ttulos de
Emperador del Arauca, Mariscal de los Pobres,
Libertador de las Gallinas, Gerente del Petrleo,
Sacerdote de la Verdad, Caperucita Rojo del Saber,
Albacea de lo Ajeno y Gran Inquisidor de las Ideas
Desbocadas pronto llegarn, porque tus
mritos y poderes crecern como
las aguas del Orinoco por los cauces de una constitucin
que no ite bogar contra la corriente que t
determines como la ms saludable para el
pueblo.
Y en cuanto logres equilibrar a partes iguales
la reparticin de la miseria humanitaria,
le des zapatos a los habitantes de los cerros
para que los gasten en marchas en tu honor, fusiones
los medios de comunicacin en uno solo
donde aparezcas en todas las emisiones, juntes
los partidos polticos a martillazos dentro
de una hoz y conviertas la sociedad civil en una
suciedad coral, el alma de caballo viejo que domina
tu espritu comenzar a relinchar
de pasin por los humildes.
Yo lo vena venir, morocho, pues esa boina
roja, ese uniforme de camuflaje, ese rostro con
expresin de colegial en fin de curso,
esa Carta Magna en una mano y el crucifijo con
sabor a cacao cubano en la otra -al que tanto
pides y te da- son claras evidencias de tu predestinacin
para el poder.
Y qu decir de tus obras yo-yo (yo s
puedo, yo sa, yo s) repartidas como
el man desde Caracas hasta Barquisimeto,
pasando por San Cristbal, Mrida,
Cuman y tocando puertos en Maracaibo,
La Guaira, El Tablazo, entre otros sitios de tu
aorada finca de apenas 912,050 kilmetros
cuadrados.
Qu desinteresado eres, capataz. Eso de
graduar a 100 mil analfabetos venezolanos cada
tres meses bajo el fragor de la Misin
Robinsn, o el significativo paso hacia
el adoctrinamiento sano y comprometido al propiciar
que 400 mil bachilleres sin cupo en la educacin
superior de tu pas puedan acceder a las
casas de altos estudios, ms que un gesto
magnnimo es un joropo.
Y ni hablar de la importancia del Plan Corre,
Caracas, Corre, que a los cubanos nos recuerda
por su nombre simptico a una serie de
muequitos rusos donde el lobo siempre
andaba a la caza del conejo, o al personaje de
la triloga de John Updike en su existencialista
trajinar en medio del American Way of Life.
Pero donde apretaste, pana, donde le pusiste
la tapa al pomo de la clarividencia poltica
fue en los programas Barrio Adentro y el de Atencin
Mdica en tus clnicas privadas
de cinco provincias de mi pas, al lograr
que los profesionales de la salud "que no
necesitamos", y las instalaciones sanitarias
que ni por asomo conocemos ni conoceremos estn
al alcance exclusivo de tus chamos.
Eso s es internacionalismo proletario
y no un acto de desvestir a un santo para vestir
a otro, como dicen tus "esculidos"
opositores y nuestros "mercenarios"
disidentes.
Eres un huno, chamo, y Atila sufrira
de complejos de inferioridad de haberte conocido.
Te portas como un brbaro -no del ritmo
ni cual visigodo u ostrogodo- sino como el del
cubaneo, que significa fiera, locuaz, juerguista
y trifador, entre otras acepciones callejeras.
Pero basta de tantos elogios merecidos e insuficientes,
y vayamos a mi humilde peticin.
Resulta, chamo, que despus de 30 aos
de trabajo ininterrumpido en una fbrica
de humo contra el mosquito invasor -el Aedes aegypti-
an no me han entregado el bono para comprar
el televisor que me gan durante la zafra
del 70 -la de los 10 millones que no, por aquello
del bloqueo- y todava tengo un Krim 218
en blanco y negro que le cambi a mi suegra
por un carnero, un ventilador que slo
tena el motor roto y cuatro pollos con
moquillo curable.
Y ahora, despus de cinco aos
en la lista de espera de una nueva oportunidad,
y cuando era el ms seguro aspirante a
uno de los tres televisores Panda que llegaron
al centro de trabajo para repartir slo
entre 750 militantes, me viene el del sindicato
con aquello de que los venezolanos estn
ms necesitados. Y yo, voluntario como
el chino, levant la mano y estuve de acuerdo.
Pero la realidad es que lo necesito, pana, pues
no quiero morirme sin ver tu imagen en colores,
envuelto en la bandera venezolana o lanzando en
un partido de bisbol contra el equipo
Cuba, disfrazados de viejos carcamales con barbita
y todo. Te prender una vela del alto del
monte Avila y te ofrezco mi vasta experiencia
en las honrosas Brigadas de Respuesta Rpida
de mi pas para la creacin de tus
similares bolivarianas.
Por otra parte, y esto es lo ms urgente,
te pido que incluyas a mi esposa en el plan de
recuperacin que tienes en el hospital
oftalmolgico Camilo Cienfuegos, del Vedado,
pues a ella le diagnosticaron en el Aimejeiras
una uveitis crnica hace cuatro aos
y le dieron el turno de reconsulta para 2006,
y tampoco he podido encontrar la medicina para
su enfermedad.
Mndale una visa para Caracas, y que desde
all ella regrese a su pas a curarse,
en ese puente areo humanitario digno de
un estadista de tu talla.
Estimado pana, como quien no quiere la cosa y
sin nimo de agobiarlo con mis problemas,
si ve a Ignacito -Luis Ignacio Gmez- el
ministro de Educacin cubano-venezolano,
dgale que decenas de nios, entre
los que se encuentra mi hija de cinco aos,
no podrn ingresar al nuevo curso escolar
pues an no existen cupos para los educandos
de nuevo ingreso en esta capital, y pregntele
si los uniformes que le dan a las hembritas cada
seis aos -que de forma inimaginable se
les quedan chicos- pueden usarlos como blusas.
Adems, si ve a Damo -Damodar Pea-,
el ministro de Salud, tambin, y a honra,
cubano-venezolano, recurdele que ya no
hay en existencia jeringuillas desechables para
los cuerpos de guardia, no existen antibiticos
en los hospitales y farmacias y slo existe
un efmor para cada 165 mdicos
en Ciudad de La Habana. Esta ltima cifra
es bastante conservadora, pero los revolucionarios
no siempre podemos ajustarnos a la verdad.
Pana, no te molesto ms, y te exhorto
a que demuestres tu bravura aceptando la consulta
revocatoria a tu mandato, pues estoy seguro de
que los morochos estn de acuerdo en que
usted no es un simple caballo viejo de la sabana
que tiene el tiempo contao, y mucho menos que
haya un des-chave si acepta el reto recogido en
la constitucin bolivariana que habita
en sus puos, como una seal de
los nuevos tiempos sin oligarcas ni dictadores.
Verdad, chamo? cnet/09
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