ECONOMIA
INFORMAL
Cuentapropismo
gastron�mico: la ruta de una crisis 725v3g
PINAR DEL RO, agosto (cubanet.sergipeconectado.com)
- El estado cubano tuvo como estrategia en su
perodo de crisis ms agudo la autorizacin
del cuentapropismo en algunos sectores, principalmente
en gastronoma y servicios.
Pero la venta de alimentos por parte de los cuentapropistas
se le convirti al estado cubano en una
especie de bumern. El sector particular
super con creces al sector estatal en
esta esfera. Es entonces cuando el estado toma
como medida salvadora de su descrdito
el acoso contra el sector privado.
Primeramente se produce un alza desmedida en
los impuestos y cobros de licencia para ventas
a particulares. Seguidamente se crea la red de
inspectores. En su inmensa mayora estos
inspectores son personas corruptas, teniendo como
causa principal de la misma la escasez que padecen.
Los inspectores recurren a la extorsin
y el chantaje contra los dueos de establecimientos
que expenden alimentos. Las multas son como espadas
de Damocles que penden sobre las cabezas de los
trabajadores del sector privado. El cuentapropista
que no accede a las exigencias de un inspector
(necesitado de un producto por el que no va a
pagar un centavo) est condenado a pagar
multas astronmicas, que oscilan entre
mil y mil 500 pesos, incluyendo la confiscacin
de productos y la retirada de la licencia de autorizacin
para las ventas.
El cuentapropismo en Cuba, en la esfera de la
gastronoma, est abocado a una
crisis irreversible. La gran mayora de
los trabajadores del sector privado han optado
por entregar sus licencias al negarse a aceptar
los chantajes y las extorsiones de los inspectores,
reconocidos como las vacas sagradas del oficialismo.
Los efectos de este enfrentamiento repercuten
en la poblacin. El estado no est
en condiciones de satisfacer las demandas de alimentos
de la poblacin. El ciudadano de a pie
se debate entre la necesidad y el hambre.
As anda Cuba. Sigue la ruta del absurdo
por obra y gracia de un derrotero trazado por
un sistema que se niega a soltar las riendas.
El pueblo cabalga condenado al trote del palo
y la zanahoria. cnet/06
Represin
contra el cuentapropista
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