POLITICA
Puntos de menos para Gabo 6s4823
LA HABANA, octubre (cubanet.sergipeconectado.com)
- Todo lector tiene su escritor abominable. Prefiriendo
a Hemingway, Vargas Llosa y Garca Mrquez,
el mo fue durante aos Jos
Mara Vargas Vila. Mi rechazo se remonta
a muchos aos atrs, cuando una
lectura superficial de algunos de sus libros me
hicieron francamente antipticos su misoginia,
nihilismo y desencanto con los valores occidentales.
Por aquel entonces, recin haba
ledo "Cien aos de soledad"
y me quedaban ilusiones con la revolucin
cubana.
De acabar con mi aborrecimiento por Vargas Vila
se encarg el escritor cubano radicado
en Colombia, Ral Salazar Pasos, con su
libro "Diario y la increble historia
de unas memorias codiciadas". Adems,
puso otra piedra a mi desengao con el
Gabo como persona, que no como escritor.
En 1965, Salazar compr a los herederos
de Vargas Vila las miles de hojas manuscritas,
inditas en su mayora, del diario
del polmico autor colombiano de finales
del Siglo XIX y principios del XX.
En 1984, tras intentar su compra en 50 mil pesos
cubanos, y luego de haberlo encarcelado en dos
ocasiones, el gobierno de Cuba lo forz
a traspasarle los manuscritos para permitirle
salir del pas e "impedir que los
vendiera con fines de lucro en el exterior".
Detrs del despojo, segn las revelaciones
de Salazar, se encontraba Gabriel Garca
Mrquez, que enfermizamente interesado
en publicar el diario con prlogo suyo,
recurri a sus influencias con las ms
altas esferas del gobierno cubano para apoderarse
de los manuscritos. En definitiva, pese a los
infames mtodos utilizados, no logr
su objetivo.
En cambio, Salazar, cuyas gestiones ante el gobierno
colombiano para reclamar los manuscritos, actualmente
en Cuba, han sido infructuosas, ha publicado dos
libros con una muy particular visin sobre
Vargas Vila, basado en los textos que logr
copiar y sacar de Cuba mecanografiados.
Adems de su notoria amistad con Fidel
Castro, Gabo debe tener un trauma con los escritores
cubanos. Aparte de su problema con Salazar Pasos,
en el caso de los poetas encarcelados Ral
Rivero y Manuel Vzquez Portal, el Premio
Nobel de Literatura no ha considerado oportuno
hacer valer sus influencias con el gobernante
cubano como hizo en el pasado para interceder
por Heberto Padilla y Norberto Fuentes. Mucho
menos os criticar los fusilamientos de
los tres secuestradores aspirantes a emigrar del
paraso cubano que horroriz a decenas
de colegas suyos en todo el mundo.
Nuevos baldones, puntos de menos para Gabo, cuya
fascinacin fatal por la figura de Fidel
Castro no parece disminuir con el paso del tiempo,
cual hacha a prueba de desmanes y tropelas.
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