OLA REPRESIVA
Justicia m�s que clemencia 4qe63
LA HABANA, octubre (cubanet.sergipeconectado.com)
- "Pedimos de nuevo a las ms
altas autoridades del pas un gesto de
clemencia hacia estas personas que estn
en la crcel, sobre todo considerando humanitariamente
su condiciones de edad, estado de salud y sexo,
que exigen una atencin especial, y para
todos ellos un acercamiento a sus lugares de residencia
y mejores condiciones carcelarias".
As se expresa en uno de sus prrafos
la carta teolgica pastoral emitida por
los Obispos cubanos el pasado septiembre, sobre
el acontecimiento represivo que llev a
las prisiones del pas a ms de
setenta y cinco disidentes y periodistas independientes.
Lo dicho en el documento, humanamente no es discutible
a primera vista. Pero al repasar por segunda vez
lo escrito por los prelados de la Iglesia, algunas
personas sienten como que algo falla en la aceptacin
de esta peticin. El trmino "clemencia"
es el que parece no encajar como ms acorde
en este caso.
Clemencia, segn lo indicado en los diccionarios
de la lengua espaola, es la virtud que
modera el rigor de la justicia y deriva en hacer
que las personas tengan sentimientos compasivos
y misericordiosos. Es sinnimo de indulgencia,
piedad, benignidad. La indulgencia tiene que ver
con la facilidad de perdonar las culpas y en trmino
eclesistico viene de la remisin
que hace la Iglesia de alguna pena debida a pecados
cometidos. En otras palabras, la clemencia tiene
que ver con el atemperamiento, la rebaja de la
dureza de la justicia, aplicada en razn
de una bondad o indulgencia por parte del que
aplica la ley, pero de cierta manera se reconoce
la falta cometida por el castigado.
En el caso de los presos polticos cubanos,
lo que falta es la aplicacin de una verdadera
justicia, porque lo que no ha existido en estos
procesos ha sido lo que tiene que ver con el sentido
de esa palabra, desde la imparcialidad hasta la
justificacin y lo que s ha sobreabundado
es la arbitrariedad, que se opone a todo lo que
tiene que ver con el significado justiciero.
Por citar un caso de misericordia, viene a la
mente el del preso Arturo Surez Ramos,
condenado a 30 aos de privacin
de libertad, de los que ha cumplido diecisis.
En 1986 fue procesado por intentar desviar un
avin de pasajeros hacia Estados Unidos.
En el hecho, calificado de piratera area,
fue ultimado el coautor del asalto, mientras que
Ramos fue posteriormente apresado y juzgado. Las
edades de los autores de la infraccin
eran de 21 y 18 aos, lo que si bien no
infiere en la gravedad del delito, puede resultar
un atenuante debido a la inmadurez de los infractores.
Cuando Juan Pablo II visit Cuba en 1998,
y teniendo en cuenta los aos trascurridos
en prisin, entre los nombres entregados
a Su Santidad para una posible amnista,
estaba el de Arturo Surez. Aparentemente
la misma le fue concedida bajo condicin
de que algn pas le recepcionara.
La calificacin del hecho cometido dio
al traste con la salida del prisionero, quien
despus de un lustro de la visita del Papa,
permanece an en la crcel. Con
40 aos y reconociendo el error cometido,
Arturo se pregunta si no es tiempo de poder demostrar
que se ha reivindicado y clama por la necesidad
de formar una familia y tener hijos. Este reclamo
es digno de ser escuchado y que se tenga con l
un gesto de misericordia por parte de aqullos
que pueden ayudarle. Aqu el sentido de
la clemencia est en plenitud de aplicacin.
En el caso de los setenta y cinco prisioneros
de conciencia hay que preguntarse cul
fue el delito cometido por ellos y que merezca
tan altas penas de confinacin. Hay que
analizar la justeza de los procesos denominados
"sumarsimos" en los que fueron
condenados los diferentes ciudadanos, donde apenas
pudieron contar con una defensa real, sin testigos
en su favor y todo el ensaamiento del
poder volcado sobre ellos con una aplicacin
inmisericorde de las leyes.
Mejores condiciones de crcel
pueden significar una celda mayor, quizs
con vista al patio del penal? O que los
familiares puedan ir todos los meses a verles
y llevarles la comida necesaria? Puede
significar acaso que reciban un trato digno tanto
ellos como sus familiares? En virtud de
qu delito o pecados cometidos?
La atencin ms especial que necesitan
estas personas es que puedan ejercer su derechos
y libertades conculcadas y eso slo puede
ser logrado por la va de la exoneracin
de sus condenas y del reconocimiento de las facultades
que les garanticen el libre desenvolvimiento en
la sociedad. cnet/43
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