SOCIEDAD
Cumplidores de la
muerte 4i422z
Toms Gonzlez-Coya
SANTA CLARA, abril (cubanet.sergipeconectado.com) - Los planes
constituyen un elemento importante en el desarrollo
econmico de cualquier nacin. Nadie
puede negar que una planificacin objetiva,
y concebida sobre bases cientficas, garantiza
una economa prospera.
Pero no pretendo adentrarme en la amplitud de
un tema tan complejo como el de la economa;
prefiero referirme a lo increblemente
sdico que resulta la publicacin
en murales de algunos "planes" concebidos
en la economa socialista; en particular,
a los planes de inhumacin que aprueban
las direcciones provinciales de Servicios Comunales
en Cuba para sus necrpolis.
Lo primero que se planifica -y se publica en
los murales de las oficinas de los cementerios,
a la vista de los dolientes- es la cantidad de
inhumaciones que "tienen" que efectuarse
en ese ao, para ser cumplidores de la
"Emulacin Socialista". Eso,
a juicio de una persona que acaba de perder a
un ser querido, se traduce en "me muero o
me matan", con tal de tener la oportunidad
-los sepultureros- de desollarse vivos unos a
otros, discutiendo la asignacin del derecho
a comprar un televisor Panda.
No dudo que, econmicamente, la planificacin
de inhumaciones sea lgica; incluso, creo
que puede ser de mucha utilidad para el trabajo
de quienes tienen la responsabilidad de acomodar
a nuestro familiar o amigo en su eterna morada.
Pero esa planificacin debe ser real y
consecuente con el desarrollo alcanzado en materia
de salud.
He aqu lo paradjicas que resultan
estas "planificaciones": El Gobierno
cubano proclama a bombo y platillo un sistema
de salud al nivel de los pases ms
desarrollados del mundo, con una esperanza de
vida superior a los 76 aos * y, por ende,
el envejecimiento de la poblacin. En contraposicin,
la Necrpolis de Santa Clara, por citar
un ejemplo, ha planificado para este ao,
un 7% ms de inhumaciones que el ao
anterior. Esto, en buen criollo, es una real "caona".
Ahora bien -y esto elimina la distancia que separa
lo absurdo de lo risible: Ya no se conforman con
sus escalofriantes "predicciones", tambin
planifican ltimas voluntades. Y es que,
en el mismo mural, usted puede apreciar cmo
se planifica la cantidad de difuntos que sern
sepultados en tierra, y cuntos en panteones
areos.
Quizs lo jocoso del caso se desvanezca
a la misma velocidad que "un merengue en
la puerta de un colegio", cuando pensamos
en lo que puede sentir alguien que se dirige a
la istracin de un cementerio para
precisar los detalles del entierro de su familiar,
y se le aparecen con el sermn de lo "novedoso",
para que desestime la voluntad del occiso de ser
sepultado en tierra, y se acoja a la "opcin"
de los panteones areos.
Porque, entre usted y yo, a los funcionarios
lo menos que les preocupa es satisfacer al ,
sino poner un nmero ms en el informe
que le garantice el cartelito de "cumplidor".
* Anuario estadstico de Cuba. Edicin
2002
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