PRENSA INTERNACIONAL
Abril 11, 2005

La gobernabilidad y1718

Editorial. Revista Vitral, Cuba, enero-febrero de 2005.

Hay situaciones sociales, econmicas y polticas que son problemas propios de las condiciones histricas, culturales o coyunturales, o pueden ser tambin devenidas de las relaciones internacionales. Estos problemas son casi consustanciales a la forma de relacionarse el mundo de hoy: su interdependencia, su profunda desigualdad y la tendencia a los procesos de globalizacin o mundializacin de casi todas las esferas de la vida. Estos problemas dependen ms de esas condiciones externas y del lugar que ocupe cada pas en el concierto de las naciones.

Pero hay otros problemas antropolgicos, sociales, econmicos, polticos, culturales y religiosos que dependen, ms bien, de la capacidad de un pueblo para gobernarse y ser gobernado. A esta capacidad se le llama gobernabilidad y gobernanza.

Por supuesto, ambas dimensiones del problema estn ntimamente relacionadas, pero es necesario estudiarlas por separado para su adecuada comprensin y para su mejor solucin.

La Enciclopedia Encarta 2004 define la gobernabilidad como "el arte o la manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo econmico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economa. Accin y efecto de gobernar o gobernarse."

Algunos estudiosos diferencian gobernabilidad como la capacidad del Estado para gobernar y gobernanza como la capacidad de los ciudadanos para gobernarse. Pues bien, con estas herramientas conceptuales podemos evaluar los grados de gobernabilidad y gobernanza que ha logrado nuestro pas o cualquier pas del mundo.

Mirando a nuestro pas y aplicando estos conceptos aceptados por la inmensa mayora de los pueblos y gobiernos de la tierra, surgen inmediatamente varias preguntas:

Si la gobernabilidad es un arte:

Es nuestra forma de gobierno un arte? Hemos aprendido los cubanos a gobernarnos por nosotros mismos como ciudadanos en nuestras gestiones cotidianas o dependemos del paternalismo autoritario, de "lo que nos den", de lo que "nos toca", de lo que otros decidan por nosotros? Enseamos a nuestros hijos a autogobernarse o los mantenemos en una permanente dependencia infantil? Existen en nuestro pas, las instituciones, los espacios y las posibilidades de formacin para la autogestin libre y responsable?
Este es el primer parmetro para poder medir la gobernabilidad de un pueblo.
Si la gobernabilidad "se propone como objetivo el logro de un desarrollo econmico, social e institucional duradero":

Nos preguntamos, podemos comprobar, con los hechos y los resultados, no con las palabras y las buenas intenciones, el cumplimiento en nuestro pas de este medular objetivo?

Cul es el estado actual de nuestra economa? Cules han sido sus logros a largo plazo en ms de cuatro dcadas?Cules son los actuales logros sociales y cules son las grandes diferencias provocadas por la existencia de una moneda de retribucin salarial y otra para poder comprar casi todo en las tiendas? Ha alcanzado nuestra sociedad la igualdad ante la ley y la igualdad de oportunidades a que debe aspirar todo pas; o las diferencias sociales se profundizan y se convierten en motivo de exclusin para una parte de los cubanos?

El estado de la economa familiar y nacional es otra medida para evaluar la gobernabilidad de un pas.

Cul es el estado actual del funcionamiento de nuestras instituciones? Cuando acudimos a una empresa, a un organismo, a una gestin, generalmente logramos resolver nuestro problema con agilidad, rapidez, eficacia y trato humano o los trmites burocrticos convierten en una agona interminable cualquier gestin a la que tiene derecho cualquier ciudadano de a pie?

En nuestras instituciones laborales, hospitalarias, educacionales, qu resuelve ms, la gestin normal de un ciudadano desconocido que se presenta sin "padrinos", o resuelve aquel que tiene un amigo, que va recomendado, que conoce a alguien que le ayuda a saltar por encima de la montaa de gestiones y esperas, de trmites y dilaciones que nos encontramos para intentar solucionar un simple problema laboral, de salud, de educacin o de servicios?

La reduccin de la burocracia y la capacidad y agilidad de las instituciones y organismos para responder a las necesidades de los ciudadanos, es otro parmetro para medir la gobernabilidad de un sistema.

Por fin, si la gobernabilidad de una nacin se alcanza "promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economa." Entonces podemos preguntarnos: Se promueve en Cuba ese sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado o, ms bien, el Estado controla totalmente una economa centralizada y no permite el desarrollo de una sociedad civil realmente autnoma y autogestionada? An ms, existen las condiciones legales y econmicas para que se desarrolle una sociedad civil prspera y plural? Y si estuviera naciendo, tiene la sociedad civil libre o regulado al mercado y a la economa del pas o, por el contrario, ninguna persona o grupo de personas puede asociarse para hacer cooperativas independientes o empresas propias? Tienen las incipientes organizaciones de la sociedad civil los medios legales y sociales para ejercer un adecuado control sobre el mercado y sobre el estado?

La existencia o no de posibilidades legales y econmicas para el desarrollo de la sociedad civil y para alcanzar un justo equilibrio entre las organizaciones intermedias, el estado y el mercado, pueden servir, junto con los anteriores criterios, para evaluar la gobernabilidad de una nacin.

Es un deber, un derecho y una responsabilidad de cada ciudadano responderse a s mismo cada una de estas preguntas y hacerse su propio criterio sobre el grado de gobernabilidad que tiene el Estado donde vive. Esta es tambin una tarea de cada cubano. Si nuestras respuestas niegan la definicin que la comunidad internacional y nuestro propio pas firm, entonces los problemas de Cuba son ya un problema de gobernabilidad. Y esto es algo muy serio.

La gobernabilidad, sin embargo, tiene tambin una dimensin internacional. No todo lo que sucede en un pas es de su sola incumbencia, el mundo de hoy, cada vez ms interrelacionado, no permite tener una economa cerrada y aislada. Ni aprueba que se usen medidas econmicas ticamente inaceptables como medida punitiva que perjudique a la poblacin. Ni mucho menos se debera aceptar que se pongan los intereses econmicos por encima de las razones ticas y los valores de la justicia, de la libertad, de la soberana ciudadana. El mundo de hoy no permite tener una sociedad civil perseguida o coaccionada sin que tome cartas en el asunto. El mundo de hoy no ve con buenos ojos un Estado centralizador que, por querer controlar todo, pierde lo ms importante, la capacidad para gobernar, es decir la gobernabilidad democrtica. Ya lo deca un viejo refrn, el que mucho abarca, poco aprieta.

La VI Cumbre de Pases Iberoamericanos, celebrada en la localidad chilena de Via del Mar, el 10 y el 11 de noviembre de 1996, en la que particip Cuba representada al ms alto nivel, dedic sus reflexiones y decisiones a este medular tema: "La gobernabilidad para una democracia eficiente y participativa", asunto de impresionante actualidad para la regin y para nuestro propio pas.

As dice la declaracin final firmada por todos los Jefes de Estado de la Comunidad Iberoamericana: "En Iberoamrica existe la conviccin de que la independencia de poderes, su mutuo control, la adecuada representacin y participacin de mayoras y minoras, las libertades de expresin asociacin y reunin, el pleno a la informacin, las elecciones libres, peridicas y transparentes de los gobernantes, constituyen elementos esenciales de la democracia La gobernabilidad democrtica supone tambin transformaciones sociales, econmicas y culturales profundas que conduzcan a disminuir las desigualdades y los problemas de exclusin social. En este punto corresponde a nuestros Estados una importante e intransferible funcin." (Declaracin de Via del Mar. No. 4 y 5)

De este modo, el primer deber de cada ciudadano es responderse las interrogantes que emanan de la situacin de ingobernabilidad en que vive, pero, por otro lado, tambin los gobiernos, las organizaciones internacionales, los observadores extranjeros, las instituciones sociales y religiosas pueden contribuir con su valoracin y su cooperacin a que los pases de nuestra regin se comprometan seria y sistemticamente a trabajar por la gobernabilidad democrtica, cuyas tareas fundamentales estn bien delineadas en esta declaracin.

Cuba es un pas que tena muchas dificultades antes de 1959, pero ocupaba el tercer lugar en nivel de vida de todos los pases latinoamericanos. Cuba ha tenido logros en la educacin, la salud, el deporte y otros aspectos durante las ltimas cuatro dcadas, pero el nivel de vida, el desarrollo integral y el progreso tico y humano de este pas ha tenido y tiene, cada vez ms, serios decrecimientos. Cada cubano puede hacer su propio anlisis. La realidad - no las cifras- habla por s sola.

Ahora bien, pueden tener una parte de la responsabilidad algunas medidas punitivas internacionales en el campo econmico y comercial, pero luego de analizar y responder las preguntas que emanan de cada aspecto de la gobernabilidad, podemos comprender que no todo, ni la mayor parte de nuestros problemas son responsabilidad de otros, sino que son de nuestra total responsabilidad. Dependen de la forma de istrar nuestros recursos, de la forma en que se ha dirigido y centralizado nuestra economa, de la forma en que se ha contabilizado o, incluso en una etapa, de la eliminacin de toda contabilidad. Nuestros problemas dependen del modelo econmico y de la cerrazn de nuestras finanzas. Dependen de las prioridades de la guerra o de la batalla de ideas. Dependen del estilo de ordeno y mando y de la indefensin del ciudadano. Dependen de la desastrosa incultura del no-trabajo en serio y del no-te-pago suficiente. Depende del tipo de propiedad estatal-de-nadie y de la restriccin casi universal de la propiedad pblica y de la propiedad privada.

Hasta hace un tiempo en Cuba intentbamos explicarnos todos estos problemas de forma aislada o sectorial, decamos, por ejemplo, es culpa del embargo o bloqueo, o es problema del precio del petrleo en el mercado mundial. Decamos por ejemplo es culpa del funcionario tal o de la falta de organizacin de la empresa o el ministerio tal. Cada etapa de estos ltimos 50 aos ha tenido su justificacin o se la hemos buscado o inventado. Pero ha llegado un tiempo en nuestro pas en que nos damos cuenta que se trata de un problema de gobernabilidad democrtica, si nos atenemos a las normas y los criterios que firm nuestro propio pas en la Cumbre de Via del Mar y si nos atenemos a los criterios evaluativos aprobados por los organismos internacionales a los que Cuba pertenece. Incluso, hace unas semanas, fue publicado en uno de nuestros diarios nacionales un extenso artculo sobre este tema de la gobernabilidad. Slo sera necesario aplicar a nuestra propia realidad nacional lo que el periodista con minuciosa precisin aplica al resto del mundo.

Pero, tenemos igualmente que decirlo, el problema de Cuba no es slo de gobernabilidad democrtica, sino es tambin una falta de gobernanza por parte de cada uno de nosotros los ciudadanos. Cada pueblo tiene y alcanza, aquello y slo aquello, que es capaz de construir con sus propias manos, con su inteligencia y voluntad, con su trabajo y su conciencia, con su subjetividad y su alma. Todo lo dems es quimera, engao o subsidio.
Si por gobernanza entendemos la capacidad de autogestin de los ciudadanos y de los grupos y organizaciones de la sociedad civil, entonces debemos reconocer que responsabilizar slo al Estado por los problemas de gobernabilidad es ser parciales o ingenuos.

En efecto, sin la gobernanza de los ciudadanos no habr nunca verdadera gobernabilidad democrtica. Los pueblos se hacen ingobernables tambin cuando los ciudadanos no saben cmo gestionarse su propia vida; o no pueden gestionrsela por falta de libertad y responsabilidad; o no pueden llegar a influir en las decisiones de su propio Estado y permanecen, indefensos pero tambin inmviles, a merced de cada medida y de cada decreto, de cada alza de precios o de cada medida coercitiva.

Tenemos la conviccin y la certeza de que los cubanos podemos y tenemos la capacidad de poder reconstruir nuestra propia gobernanza. Slo se necesita el indispensable espacio de libertad y un mnimo de empoderamiento mediante una sistemtica educacin tica, cvica y poltica que permita elevar nuestra autoestima y entrenar nuestra autogestin. Esto es una autntica educacin liberadora y participativa.

Pero, para empezar, sera bueno, hacer hoy lo que usted y nosotros estamos dejando para hacer maana y asumir por nosotros mismos y con nuestra propia responsabilidad aquello que hay que cambiar y que hemos estado esperando a que venga desde afuera o desde arriba: gobernabilidad y gobernanza o lo que es lo mismo, libertad y responsabilidad.

Pinar del Ro, 28 de enero de 2005
Revista Vitral No. 65 * ao XI * enero-febrero de 2005

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