Una trampa cubana para
cazar europeos 3v462n
Carlos Alberto Montaner. ABC,
Espaa, 14 de marzo de 2005.
Felipe Prez Roque, ministro de Relaciones
Exteriores de Cuba, anda por Europa solicitando
que no condenen a su Gobierno en la Comisin
de Derechos Humanos de Naciones Unidas, como suele
ocurrir anualmente en primavera. No niega que
en su pas hay cerca de 300 presos polticos
-les llama "agentes de la CIA"-, que
se fusila en juicios sumarios para dar escarmientos
y mandar mensajes -como sucedi a tres
muchachos negros que intentaron robar un bote-,
o que desde hace casi medio siglo, como invariablemente
ha ocurrido en las tiranas comunistas,
estn conculcados todos los derechos humanos
y civiles consagrados en la carta de la ONU. No
obstante, Prez Roque pide que todo eso
se ignore.
Qu ofrece a cambio? A media lengua,
como para no comprometerse demasiado, porque Fidel
Castro lo convertira en guarda-parque,
como hizo con su antecesor Roberto Robaina, Prez
Roque promete que tal vez se maltrate menos a
los opositores, insina una muy vaga esperanza
de liberacin de ciertos cautivos, y se
muestra dispuesto a abrir una suerte de dilogo
constructivo con los pases de la UE, a
los que convoca a conversar tras formular una
inslita peticin: "todo lo
que Cuba quiere es ser tratada como un pas
normal".
En realidad, es difcil considerar a Cuba
un pas normal. Para Europa, y para las
naciones serias del mundo, la normalidad se define
por el acatamiento de las reglas democrticas,
el pluralismo y el respeto a los derechos humanos.
En los pases normales no gobierna el mismo
dictador desde hace 46 aos, no se encarcela
a los periodistas y bibliotecarios independientes,
y no se persigue encarnizadamente a quienes postulan
una visin de la sociedad diferente a la
que arbitrariamente impone el caudillo nico
al frente de su partido tambin nico.
En las naciones normales los gobiernos no organizan
pogromos para aterrorizar a la oposicin
e intimidar a los desafectos, no se hunden barcos
cargados de refugiados -42 nios, mujeres
y hombres murieron en el naufragio provocado del
bote "13 de marzo"- y no se derriban
avionetas desarmadas sobre aguas internacionales.
Europa no debe ceder a ese obsceno chantaje.
Castro usa a los presos polticos como
los secuestradores a los rehenes. Son su moneda
de cambio para obtener favores. Si el Gobierno
cubano viola los derechos humanos, debe condenrsele
sin paliativos ante la Comisin de Derechos
Humanos de Ginebra y ante cualquier foro en que
se exija un juicio moral sobre la situacin
cubana. No es verdad que la dictadura aflojar
su mano si Europa ignora los atropellos y crmenes
que se cometen en la Isla. De los 75 demcratas
cubanos apresados en el verano de 2003, 61 siguen
en la crcel y a 14 se les ha concedido
una especie de precaria libertad condicional,
pero en ese mismo perodo otros 21 opositores
han sido encarcelados. Castro ni aprende, ni cambia,
ni cede. Es un dictador petrificado.
En cuanto al dilogo Cuba-UE que propone
Prez Roque, la respuesta ms coherente
que puede dar Europa es responderle al canciller
cubano que primero su Gobierno debe sentarse a
dialogar con los demcratas de la oposicin
antes que pretender hacerlo con naciones extranjeras.
Esa s sera una prueba elocuente
de que, en efecto, hay una voluntad de cambio
en el Gobierno de Castro. Afortunadamente, los
disidentes dentro del pas han colocado
sobre la mesa no una, sino dos ofertas creativas
de negociacin: el "Dilogo
Nacional", propuesto por el disidente cristiano
Oswaldo Pay, Premio Sajarov del Parlamento
Europeo, y la "Asamblea para promover la
sociedad civil" convocada para el 20 de mayo
prximo por la economista y ex presa poltica
Marta Beatriz Roque Cabello. Si el Gobierno cubano
quiere mostrar su voluntad de rectificacin,
en lugar de sentarse a discutir con los europeos,
debe comenzar por hacerlo con su propio pueblo.
Esos dos foros son perfectos para saber si Prez
Roque miente o habla en serio.
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Electrnico S.L.U, Madrid, 2004.
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