Definirse es ubicarse
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Americo Martn, El
Nuevo Herald, 8 de mayo de 2005.
Cansados de esperar infructuosamente a otras
naciones, Venezuela y Cuba aprobaron el 27 y 28
de abril de 2005 el plan estratgico que
supuestamente concretar el ALBA.
En 2004 el rgimen bolivariano hizo indecibles
esfuerzos para incorporar algo ms sustancioso
que la empobrecida Cuba. El pacto se adorn
con este eslogan: ''Frente a la tesis del libre
comercio del ALCA, Venezuela propone la alternativa
del comercio justo del ALBA'' e, intentando descender
a la realidad, program ruedas de macronegocios
que comenzaran en Sao Paulo y culminaran
en Cuba. El resultado de un esfuerzo que comprometi
tiempo, dinero y prestigio, fue el anmico
anuncio habanero.
Cierto, el ALCA carga con las dificultades de
la asimetra, pero en su lugar se abren
paso los tratados bilaterales. Sin ruido, Mxico
y Chile exhiben el trofeo de su comercio exterior
incrementado, que es ganar-ganar, porque tambin
EEUU aument sus exportaciones. Nadie perdi
empleos ni soport un mayor dficit
comercial por causa de estos convenios.
El Tratado en agraz entre Centroamrica
y EEUU seguramente tendr un impacto considerable.
Es evidente que el Presidente venezolano se hizo
la ilusin de que con el ALBA construira
un eje antimperial, del cual formaran
parte las naciones de MERCOSUR y tal vez Chile.
Con la izquierda gobernando en tantos pases,
todo sera coser y cantar. Pero una vez
ms se aprecia el anacronismo de los conceptos
de izquierda y derecha.
Brasil y Chile siguen polticas ortodoxas
y muestran frutos atractivos. No les pasa por
la cabeza la extravagancia de meterse en el hueco
venezocubano, de tan confesa intencin
poltica, con el bacalao fidelista al hombro
y los yanquis en la mira. El patriotismo de los
dictadores es, segn Ezequiel Martnez
Estrada: "de espadas y laureles. Prepar
el advenimiento de los gobiernos militares como
usufructuarios de la independencia''.
El cnclave cubano clarifica el paisaje
plural latinoamericano. La corriente moderada
es la fuerza ms significativa y eso explica
la gira de Condoleezza Rice y la declaracin
de Noriega, a tenor de la cual EEUU desechar
el contrapunteo con Chvez para consolidar
sus relaciones con las fuerzas moderadas de la
izquierda.
La patochada de ''la invasin gringa''
es una aagaza para acentuar la represin
poltica en Venezuela y justificar las
milicias multiuso. El ALBA es oxgeno para
la revolucin cubana, pero entre las causas
de la cada de la URSS figura la pesada
losa del zombi fidelista. En carne viva lo sufrir,
desde la torre de sus ilusiones, el gendarme venezolano.
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