En la v�a correcta 2u191u
Oscar Espinosa Chepe, El
Nuevo Herald, 16 de mayo de 2005.
La Habana -- De gratificante y alentador podemos
calificar el recin publicado documento
Consenso cubano con sus 18 puntos titulados "Pilares
para un consenso''.
Segn est definido en el Prembulo,
el consenso es fruto del trabajo de "un grupo
de organizaciones cubanas (del exilio) polticas,
sociales, laborales, culturales, intelectuales,
religiosas y de derechos humanos, comprometidas
con la reconciliacin y la transicin
no violenta hacia un estado soberano de derecho''.
Para los activistas que, en el interior de la
isla, bregamos por una transicin pacfica
hacia una sociedad democrtica, solidaria
y con justicia social, este paso de nuestros compatriotas
en el exterior tiene un especial valor.
Con satisfaccin apreciamos desde hace
aos un proceso hacia posiciones ms
realistas y consecuentes en Cuba y la dispora.
En el exilio, nunca han faltado voces sensatas
de organizaciones y personas pero, en nuestra
modesta opinin, la lejana y los
terribles sufrimientos y humillaciones experimentados
por multitud de cubanos honestos, obligados al
destierro y la prdida de todos sus bienes,
generaron odios y resentimientos explicables que
a la vez redundaron fatalmente en posiciones polticas
en ocasiones extremas y alejadas de las soluciones
requeridas por nuestro drama.
Esto permiti al totalitarismo, internamente
con cierto xito, presentar al exilio como
anexionista, intolerante y animado por una sed
de revancha y venganza, a travs de una
intensa y falaz propaganda y con su monopolio
sobre los medios de difusin; maquiavlica
manipulacin que tambin emplean
dentro de Cuba, con el concurso de sus agentes
infiltrados, contra los que luchamos por una nacin
soberana, libre y democrtica sin exclusiones
ni odios de ningn tipo.
Ahora, con este documento, se da un slido
ments a la srdida maniobra, cuando
en el Punto 2 se desea para la patria "un
futuro en plena independencia y soberana,
sin injerencias o imposiciones de ninguna nacin
extranjera''.
No menos importante es el Punto 5, que expresa
''el compromiso con la promocin de una
transicin no violenta y pactada hacia
la democracia''; o el Punto 6, que manifiesta:
"procuramos un futuro de reconciliacin,
paz y armona y rechazamos el odio y la
divisin. Promovemos la reconciliacin,
el amor fraternal, el dilogo y la reunificacin
familiar''.
En mi opinin la mayora del pueblo
cubano coincide con estos criterios. Hoy la ciudadana,
incluidos importantes sectores de los compatriotas
militantes revolucionarios, desean un cambio pacfico
hacia una sociedad plural y democrtica,
pero siempre con justicia social y oportunidades
para todos, como se subraya en el prembulo
de "Pilares para un consenso''.
Nuestro pueblo est a favor de un proceso
donde los odios del pasado queden atrs
y que culmine con un abrazo nacional.
Sugerimos que a este meritorio esfuerzo se integren
personas y organizaciones que dentro de la isla
hace mucho tiempo han sostenido criterios semejantes.
Nuestros hermanos del exilio, que con sus destacados
triunfos econmicos nos han llenado de
legtimo orgullo, demostrando la capacidad
y el talento de los cubanos cuando tienen la posibilidad
de desplegar su laboriosidad e intelecto, con
esta iniciativa efectan un aporte valioso
al proyecto del hogar nacional.
Ciertamente es un primer paso. Mucho habr
que trabajar todava en el desarrollo y
concrecin de estas ideas. Pero se evidencia
que lo logrado resulta beneficioso para el futuro
del pas.
Economista y periodista independiente condenado
a 20 aos de crcel en 2003. En
libertad condicional "hasta que se considere
que ha recuperado su salud''.
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