PRENSA INTERNACIONAL
Marzo 10, 2006

La Argentina no condenar�a a Cuba q3m5v

"Todava no conocemos la resolucin, pero nada indica que vaya a haber cambios", dijeron a LA NACION en la Chancillera.

Por Jorge Elas. De la Redaccin de La Nacin, Argentina, 10 de marzo de 2006.

A menos de una semana del comienzo de las sesiones de la Comisin de Derechos Humanos de la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, "nada indica" que la Argentina "vaya a cambiar su posicin sobre Cuba", segn confi a LA NACION una fuente de la Cancillera, pero, agreg, "todava no conocemos la resolucin".

En caso de mantener la tendencia inaugurada por Eduardo Duhalde en 2003, Nstor Kirchner se inclinara, entonces, por la abstencin, como ha sucedido en 2004 y 2005. Anteriormente, Carlos Menem y Fernando de la Ra haban coincidido en condenar al rgimen de Fidel Castro.

En esta ocasin, el canciller Jorge Taiana, ex secretario ejecutivo de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tendr a su cargo, por primera vez, ejecutar y fundamentar la decisin presidencial.

En Ginebra, la relatora especial de la ONU para Cuba, Christine Chanet, denunci que ha habido "nuevas detenciones y condenas" de disidentes, lo cual consta, dijo, en el informe que entreg a la Comisin. "Varios periodistas y parlamentarios europeos fueron expulsados de la isla en mayo de 2005", seala.

Sin ir tan lejos, el escritor y periodista argentino Jos Ignacio Garca Hamilton sufri en carne propia, el 18 de febrero pasado, las consecuencias de un virtual endurecimiento de las autoridades cubanas, a pesar de que tena en regla su pasaporte y su visa: en el aeropuerto de La Habana, acompaado por su mujer, Graciela Gass, debi abordar el mismo avin en el que haba arribado. "Su seora puede pasar, pero usted tiene prohibida la entrada en el pas -obtuvo como respuesta de un funcionario de migraciones-. Slo cumplo rdenes", le dijo.

En el avin de regreso, el autor de las biografas noveladas de Juan Bautista Alberdi ("Vida de un ausente"), Domingo Faustino Sarmiento ("Cuyano alborotador"), Jos de San Martn ("Don Jos") y Simn Bolvar ("Simn"), entre otros ttulos, coincidi, "de casualidad", con el embajador argentino en Cuba, Daro Alessandro. Vanos fueron, tambin, sus pedidos de explicaciones a las autoridades migratorias.

Despus de permanecer unos das en Panam, Garca Hamilton dijo ayer que haba agradecido al jefe de gabinete de la Cancillera, Agustn Colombo, la preocupacin de Taiana por su caso. En principio, el gobierno de Cuba iba a responder esta semana el segundo pedido de explicaciones cursado por la embajada en La Habana.

A pesar del embargo

En 2005, la Argentina no acompa en Ginebra el proyecto de resolucin de los Estados Unidos que condenaba la violacin de los derechos humanos en la isla y promova una inspeccin in situ.

Iba a estar a cargo de Chanet, especialista sa que ha pedido en varias ocasiones al rgimen de Castro que mejorara el trato que dispensa a los presos polticos y que derogara las penas contra periodistas, acadmicos y activistas civiles que abogan por la libre expresin.

El proyecto era menos drstico que el presentado en 2004, sobre todo por el magro resultado que haba obtenido (22 votos contra 21 y 10 abstenciones; la argentina, entre ellas).

En defensa de la posicin argentina, adoptada por Duhalde con la excusa de una eventual coordinacin diplomtica con Lula, Kirchner dijo que "no intervenimos en los asuntos internos de otros pases".

Entonces, el pedido de la mdica Hilda Molina de conocer a sus nietos en la Argentina, an irresuelto, abri la posibilidad de que Kirchner cambiara su posicin. No cambi, sin embargo.

Desde sus comienzos, Kirchner busc un equilibrio en la relacin con Cuba, resquebrajada desde que Castro acus a De la Ra de "lamer la bota yanqui".

Pedidos no atendidos

En su informe, Chanet lamenta que las autoridades cubanas no hayan respondido a sus pedidos de informacin sobre "la intensificacin de la represin" y advierte que "se incrementaron las denuncias de malos tratos en las crceles cubanas".

Consigna, tambin, que "el sufrimiento padecido por el pueblo cubano como consecuencia del embargo [comercial, dispuesto por los Estados Unidos] se ha agravado por las privaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales que las autoridades cubanas estn en condiciones de levantar" e insta a Castro a promover el pluralismo y a permitir el ingreso en la isla de organizaciones no gubernamentales.

En debate est en la ONU, a su vez, la creacin del nuevo Consejo de Derechos Humanos, de modo de evitar que gobiernos con prontuarios en la materia sean los mismos que juzguen sobre esa materia, pero, mientras tanto, la Argentina y los otros 52 de la Comisin debern expresar desde el lunes su posicin sobre varios pases.

Entre ellos, el ms sensible a los gobiernos latinoamericanos: Cuba, ansioso por contrarrestar las acusaciones, como en 2005, con el pattico limbo legal de los presos de los Estados Unidos en Guantnamo (Cuba) y en Abu Grahib (Irak) como consecuencia de su guerra contra el terrorismo.

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