LABORALES
Congreso obrero sin Fidel Castro 6r2p1e
Juan Gonzlez Febles
LA HABANA, Cuba - Octubre (cubanet.sergipeconectado.com) -
Ha concluido el XIX Congreso Obrero, promovido
por la oficialista Confederacin de Trabajadores
de Cuba (CTC). De acuerdo con la teora
poltica marxista, luego del congreso obrero,
se realizar el esperado congreso del gobernante
Partido Comunista.
Este es el primer congreso de la CTC que a partir
del triunfo de 1959 tiene lugar sin la presencia
de Fidel Castro. Todo parece indicar que el prximo
congreso del gobernante Partido Comunista tambin
se celebrar sin Fidel Castro.
Pedro Ross Leal ces como secretario general
de la organizacin obrera. Entre los nombres
manejados para sustituirlo se impuso Salvador
Valds Mesa, quien se desempe
como ministro de Trabajo y Seguridad Social. Valds
rene las caractersticas idneas
para asumir las nuevas realidades. Es negro y
dispone de la experiencia, los os y la
habilidad cortesana imprescindibles hoy da.
El congreso obrero ya concluido ser significativo
porque sentar las pautas de cambios que
para bien o para mal, llevar adelante
el segundo, en flamante funcin de primero.
Ross Leal ha sido quien ms tiempo ha
permanecido al frente de la CTC. Sustituy
a Roberto Veiga all por los finales de
los 80 y principios de los 90. De acuerdo al listado
de los secretarios generales oficialistas para
la organizacin obrera cubana, desde 1959
hasta la fecha, ha sido el ms duradero.
Todo parece indicar que con Valds Mesa
se impondr una renovacin, para
que los sindicatos asuman un papel ms
"dinmico". Esto se har
imprescindible para la instrumentacin
de los cambios cosmticos que vendrn,
cuando la muerte de Fidel Castro sea un hecho.
Aunque tanto Ral Castro como su equipo
son partidarios de aperturas econmicas
y el conservadurismo ms anti democrtico,
existen mculas que deben erradicar.
El nuevo ejecutivo de la CTC tendr que
lidiar, de acuerdo con el Partido gobernante,
el nuevo acomodo o el fin, para las empresas contratadoras
del estado, las desigualdades sociales, el trabajo
por cuenta propia, las formas de apartheid, la
vivienda, la miseria, el asfixiante control estatal
y otros aspectos que hoy da repudia abiertamente
la ciudadana.
En este sentido, el general Ral Castro
expres en su discurso de clausura, que
por su brevedad marc el contraste con
el estilo implantado por el hermano mayor, el
carcter que requiere el discurso obrero
oficial. Un discurso dirigido a subsanar errores
y a apagar la hoguera de las inconformidades.
El general alert a los sindicalistas de
la dictadura militar para que estuvieran dispuestos
a escuchar lo que no le gustar al rgimen.
Signo de los tiempos emergentes.
Como quien paga manda, es probable que el general
Ral, libre al fin de la tutela del Comandante,
caiga en la rbita del caudillo de Venezuela.
Esto le aportar un giro populista a la
rancia nobleza verdeolivo. Se abrirn las
tiendas bolivarianas, a las que en su momento
se opuso Fidel Castro. Habr un respiro
y probablemente un renacimiento econmico.
El pueblo encontrar alivio a su insoportable
situacin. Este ser el momento
para reprimir de forma selectiva a los enemigos
polticos tradicionales del rgimen.
Esto marcar la llegada de alguna que
otra turbulencia palaciega. Los desplazados del
poder sentirn la creciente influencia
de Venezuela como un insulto a la llevada y trada
soberana nacional.
Curiosamente, la mejora en las condiciones materiales
del pueblo se convertir en factor de inquietud
para la clase gobernante verdeolivo.
Aunque tanto en el nombramiento como en la seleccin
del nuevo dirigente sindical se sigui
la receta leninista de "la polea de transmisin",
para que sea efectiva la gestin del nuevo
secretario, este deber negociar mucho
y duro. Ser un obediente y disciplinado funcionario
del partido en funciones sindicales, no resolver
el problema. En fin, Valds tendr
mucho que hacer, si lo dejan.
Hay que fijar la atencin en los prximos
acontecimientos. Quizs a partir de este
evento se vislumbren algunas pautas para el incierto
futuro inmediato.
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