PRENSA INDEPENDIENTE
Septiembre 28, 2006

DESDE LA CARCEL No s�lo por la cuchara� 1i2j55

Jos Gabriel Ramn Castillo

PRISIN NACIONAL BONIATO, Santiago de Cuba - Septiembre (cubanet.sergipeconectado.com) - Se comenta en el penal -y quin duda si en la calle tambin- que la protesta cvica que inici el 14 de agosto pasado es en cierto modo algo descabellado e improcedente. Qu desvergenza! Que quede bien claro que el despojo de mi cuchara result ser la gota de agua que rebas la copa de mi paciencia.

No tengo libertad intelectual y por consiguiente, ni puedo recibir ni disponer de libros de mi preferencia. A cualquier hora, la polica carcelaria -lase la polica poltica- entra en mi celda y se lleva cuanta literatura, sospechosa de subversiva, encuentra a su paso.

Las autoridades penales, incapaces de suministrar los medicamentos que necesito, me despoja de los mos. Hace poco pas unos 15 das sin recibir, captopril para el tratamiento de la hipertensin arterial que presento, y sin embargo un mes atrs se me incaut un paquete de este medicamento.

En esta ergstula castrista est terminantemente prohibido autoabastecerse de medicamentos, aun cuando no se garantiza una adecuada asistencia mdica a los reclusos.

En das atrs, despus que se acept que mi esposa me trajera unas vitaminas y jarabe anticatarral, inexistentes en la farmacia penal, se los devolvieron en la visita familiar, con el cnico argumento de que me lo darn en la prisin. Hasta ahora nada ms me han dado las vitaminas C, para la insuficiencia venosa que presento, luego de una serie de quejas. Dudo mucho que ocurra lo mismo con los otros medicamentos.

Qu problema! Necesito tanto la vitamina E, para contrarrestar la avitaminosis y recuperar la salud sexual, deteriorada por tantas enfermedades, que no s que hacer.

Convivo con dos condenados en una celda para un solo prisionero. No soporto ms esta situacin y me niego a seguir viviendo en estas condiciones infrahumanas.

El 31 de julio pasado me redujeron a dos horas el tiempo de la visita familiar. Ese da no com nada y tuve que votar la comida porque no me la dejaron pasar al penal.

En varias ocasiones me he quejado sobre la mala alimentacin y he pedido que me autoricen a recibir regularmente comida de la casa, dado mi estado de salud actual. NADA, absolutamente nada. Para ms desgracia es esta crcel la nica de Cuba en que est prohibido en la jaba productos enlatados, carnes fritas, espaguetis, pizzas y otros alimentos necesarios.

Tambin me he quejado porque me sacan tarde a la comunicacin telefnica y me contabilizan, dentro de los 25 minutos reglamentarios, el tiempo que paso en localizar a mi familia.

Resulta humillante la guardia pretoriana dentro del local donde efecto la comunicacin telefnica. No slo est pendiente de mis conversaciones sino que coarta mi libertad de expresin. En dos ocasiones me negaron la informacin sobre el cambio del da de la comunicacin telefnica, de manera que una semana que no pude ejercer este derecho.

En enero y febrero pasado me despojaron de cartas familiares y de amigos. Se controla mi correspondencia no dejndola llegar a su destino.

Increblemente, en esta prisin se le prohbe a los reclusos sacar objetos artesanales construidos por sus propias manos. Ni siquiera se puede llevar caramelos ni chicles al pabelln conyugal. No s si por suerte o por desgracia, pero consumo estos productos antes, durante y despus de esta actividad.

Me niegan la asistencia religiosa. Llevo un ao y seis meses solicitando los servicios eclesiales del Padre Rafael ngel Lpez Silverio, prroco de la Catedral de Santiago de Cuba y hasta ahora nada de nada.

El mismsimo director de la prisin, Osvani Batista Betancourt, me ha maltratado verbalmente. Segn sus palabras, si me planto ser castigado fuertemente. Este funcionario me prohibi rubricar las comunicaciones, dirigidas a l, con el crdito del Titulo Universitario que poseo y mi condicin de prisionero de conciencia Qu barbaridad!

Por la cirrosis heptica presentada requiero tratamiento mdico y la atencin de un especialista. En ese sentido: Cundo me otorgarn la licencia extrapenal por presentar una enfermedad incompatible con el rgimen penitenciario?

Se sabe que por tortura "se entender todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean fsicos o mentales" Acaso ste no es mi caso?

Muy a pesar mo, prcticamente me encuentro en huelga de hambre, pues apenas me alimento por disponer de pocas provisiones. No s hasta cundo durar esta situacin, ya que no se atienden mis planteamientos. Slo me queda decir: No slo por la cuchara rechazo los alimentos del penal.


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