20 de diciembre de 2007

Incertidumbre y esperanza 93r20


Habla la disidencia (II): Los cubanos estn siendo tratados como pasajeros de un avin secuestrado, pero el cambio es posible.

Oswaldo Pay, La Habana

jueves 20 de diciembre de 2007 6:00:00


Durante aos, muchos cubanos han deseado una vida diferente: el fin del orden totalitario o, simplemente, cambios. Dentro y fuera de Cuba, periodistas, intelectuales, polticos y personas de otras profesiones, especulan sobre si es una mayora de los cubanos la que realmente quiere cambios. As tratan de justificar sus propias "posiciones" o intereses vinculados al poder establecido. La discusin sera interminable.

Pero ahora, en este ltimo ao y medio, especialmente en este 2007 que ya pasa, hay algo nuevo: todos los cubanos, de todas las posiciones polticas y experiencias, creen que el fin de este rgimen es posible y va a ocurrir.

Estas ideas, por lgicas que parezcan a los que no han vivido dentro de la cultura del miedo, eran sueos para muchos, y para otros exista una barrera que les impeda formarse una imagen sobre esta posibilidad.

Por lo tanto, algo nuevo es que los cubanos saben que "esto se acaba". La palabra "esto" tiene una connotacin muy abarcadora que los cubanos decodifican muy bien y que, por tanto, no es el objeto de este artculo.

Volvemos a la polmica de si los cubanos quieren o no cambios y nuestra respuesta es: pregntenselo. Pero no en una asamblea en la que se otorgue la "gracia" de poder hablar crticamente —como una ocasin nica—, mientras contina la represin, la intolerancia, las detenciones, y continan en prisin muchos cubanos slo por defender los derechos humanos, entre estos, el derecho a expresarse libremente.

En varios pases de Latinoamrica se ha dirigido esta pregunta al pueblo a travs de referendos. Esto es lo que pide el Proyecto Varela. Es la va para que los ciudadanos puedan trazar el camino y decidir por voluntad soberana sobre la nueva etapa en la vida de la nacin. Sin embargo, los cubanos no pueden mirar hacia su futuro y verlo claramente. Existe una muralla de desinformacin y negacin de la visin del futuro que ha tendido el propio rgimen, mientras especula y juega al futurismo sin luz.

Sondas hirientes

Se destapan personajes oficiales y oficiosos del mundo intelectual que hablan como "crticos autorizados", mientras descalifican a los dems. Los cubanos estn siendo tratados como pasajeros de un avin secuestrado, donde la tripulacin simula un viaje normal; pero los pasajeros ni siquiera pueden preguntar: adnde vamos? Y si preguntan, les dicen cualquier cosa menos una respuesta.

Pero esa nave es Cuba, nuestra casa, nuestro hogar, nuestra historia, la de cada persona y cada familia, es nuestra vida, la de todos los cubanos. Se trata al pueblo como si lo nico importante en esa nave fuera la tripulacin y como si todos estuvieran en ese viaje para celebrar la tripulacin y aplaudir cada experimento de un itinerario que parece que no existe. El asunto es que ellos tienen que comandar y dirigir la nave. Eso ha sido y es apropiarse de la vida de la gente.

Es importante que los cubanos tomemos todos conciencia de nuestra dignidad y derechos, de nuestro valor como seres humanos y del de nuestros hijos. El ser humano no se puede reducir ni explicar solamente en categoras polticas, pero el poder poltico s puede reducir al ser humano cuando trata de anular o dominar toda la persona, todas sus dimensiones. Esta ha sido la historia de los cubanos, resistiendo y luchando —consciente o inconscientemente—, durante las ltimas dcadas, por "ser humanos".


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