SOCIEDAD
Sobre agua y mentalidades 1b3d1
Fabin D. Arcos
LA HABANA, Cuba - Marzo (cubanet.sergipeconectado.com) -
El hecho de vivir en una isla confiere a sus habitantes
determinadas caractersticas que los diferencian
en parte a los que viven en territorio continental.
Y claro, no es lo mismo vivir en Terranova, en
Canad, que vivir en Santo Domingo, en
medio del Caribe tropical. Y si se trata de Cuba,
la otrora Perla de las Antillas, el paraso
tropical de tantos turistas, la diferencia es
mucho mayor, en especial por la forma de pensar
de sus pobladores.
La diferencia se atiza cuando el 70 % de sus actuales
residentes han vivido en un sistema poltico
y social que de por s los asla
tambin de un mundo que clama por la globalizacin
y el fin de las fronteras. Medio siglo han bastado
para crear una forma de pensar sui gneris,
mejor explicado por el realismo maravilloso de
Alejo Carpentier que por cualquier manual de psicologa.
Eso permite que muchos cubanos no entiendan la
manera de razonar de cualquier ciudadano de otro
rincn del mundo (inclusive de otras islas);
la encuentran ilgica. E ilgica
encuentran los extranjeros la forma de pensar
de esos cubanos.
Un ejemplo elocuente es lo ocurrido en la provincia
Holgun, en el oriente cubano. Ese territorio,
junto a Camaguey, Las Tunas, Granma, Guantnamo
y Santiago de Cuba, fue de los ms azotado
por la ltima y gran sequa con
que la naturaleza inaugur el presente
siglo.
Holgun, la capital provincial, con 300
mil habitantes, fue de las urbes orientales ms
seriamente afectada. Contaba con tres fuentes
para el abasto de agua y se agotaron en pocos
meses. Las autoridades locales organizaron puntos
de venta de agua potable a la poblacin
y se habilitaron camiones cisternas para el abastecimiento.
El agua se traa desde la presa Guirabo
y otros pozos, al agotarse prematuramente la presa
Cacoyugun, que abasteca al alcantarillado
de la zona norte de la ciudad.
Con la desecacin del manto fretico
y el incremento de la extraccin en la
presa Guirabo, principal abastecedora de la ciudad,
se inici la construccin de una
conductora de agua desde el ro Cauto,
el ms largo y caudaloso de Cuba, hasta
la referida presa, para tratar de mantener el
consumo de agua de la poblacin. Se llegaron
a crear 184 puntos de venta de agua en toda la
ciudad, abastecidos por cientos de camiones cisternas,
muchos de ellos llegados de las provincias occidentales
del pas.
La situacin creada entre 2004 y 2005 comenz
a revertirse el pasado ao cuando comenz
a mejorar el rgimen de lluvias en la regin
oriental, y ya para diciembre, con la entrada
de los frentes fros que originaron fuertes
lluvias en la regin, las 18 presas de
esa provincia llegaron a almacenar 519 millones
de litros de un potencial de 568. Catorce presas
vertan sus aguas. Se consider
que la terrible y peor sequa sufrida por
la ciudad haba concluido.
Sin embargo, los 184 puntos de venta de agua a
la poblacin no han cesado sus operaciones.
La mayora de los holguineros sigue comprando
agua para beber, pese a que las condiciones higinicas
de muchos de ellos distan de ser las mejores.
Y ello crea un nuevo problema: la poblacin
se queja de escasez de agua cuando la red de alcantarillados
se ha restablecido en un elevado por ciento.
Los carros cisternas de las empresas y de las
provincias occidentales retornaron a sus lugares
de origen al concluir la sequa. Y la Unidad
Municipal de Acueductos y Alcantarillado de la
ciudad no posee los recursos necesarios para abastecer
todos esos puntos, generando la queja airada de
la poblacin. El agua que llega desde las
presas Guirabo y Gibara por las redes del alcantarillado
abastecen a los repartos Vista Alegre, Pedro Daz
Coello, Hermanos Aguilera, Villanueva, Nuevo Holgun,
Pueblo Nuevo, 26 de Julio, Hilda Torres, Alex
Urquiola, Ramn Quintana y el 70 % de la
poblacin del casco histrico, pero
sus habitantes prefieren asistir a los puntos
de venta a adquirir el agua.
A qu se debe esta inexplicable
actuacin de los holguineros? Las autoridades
aseguran que el agua de las redes del alcantarillado
posee plena calidad para el consumo humano, pero
los lugareos prefieren adquirirla pagando
en puntos cuya higiene dista mucho de lo necesario.
Holgun es la nica ciudad del pas
que posee un sistema organizado de venta de agua
potable.
Quizs los holguineros se tomaron demasiado
en serio las advertencias dadas por el mximo
lder de que las provincias orientales
tenan que prepararse para mal vivir en
las condiciones que impona la sequa,
y temen que ante otra nueva adversidad climtica,
ya desmantelados los puntos de venta del agua,
vuelvan a repetirse las calamidades.
Sea lo que sea, la situacin es digna de
un estudio no slo de especialistas y socilogos,
sino hasta de psiclogos sociales. Quizs
en ese mecanismo mental sui gneris se
pueda entender cmo un pueblo de tradicin
heroica, acepte callado la presencia de un sistema
que atenta contra su normal desarrollo humano.
Y ello trace pautas para, una vez conocida la
enfermedad que aqueja a nuestro pueblo, se pueda
encontrar la mejor medicina, y con ello la solucin
a cinco dcadas de mal gobierno.
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