En
peligro de extincin f451r
Roberto Santana Rodrguez
LA HABANA, noviembre (cubanet.sergipeconectado.com) - En una reciente visita
que realic a una policlnica “descubr”
a un mdico “en peligro de extincin”
a juzgar por los comentarios escuchados y por los hechos que nos
golpean a diario.
Fernando es especialista en medicina general integral,
clnico, que atiende a todo el que acude a su consulta haciendo
gala de infinitas cortesa y amabilidad, sin importarle el
tiempo que le tome tal menester.
Comienza a consultar a las 8 de la maana
y no tiene hora fija para terminar la faena. Mientras haya un paciente
no abandona la consulta.
“Son las tres de la tarde y todava
esta consultando”, dice maravillada una mujer, auxiliar de
limpieza en la policlnica. Muchos de los colegas del doctor,
a esa hora, ya hicieron mutis por el foro, como lo atestiguan las
salas silenciosas, y que contrasta con la animacin y tumulto
que reina en la maana.
Agradecimiento, consuelo y esperanzas despierta
el doctor Fernando en cada paciente que le visita en busca de alivio
y cura para las enfermedades que los aquejan.
En retribucin a la atencin esmerada
que reciben del doctor Fernando, muchos pacientes le regalan alimentos,
cajitas de comida, pizzas, cervezas, refrescos, etc.
La gente se conduele del hombre ante las desfavorables
condiciones de trabajo en las que se desenvuelve: calor sofocante,
hambre, debido a las pocas opciones de alimentacin que se
ofertan en el centro asistencial, y las dificultades que enfrenta
a diario para trasladarse de su casa a la policlnica.
Y por qu mdicos como Fernando estn
en peligro de extincin en el sistema asistencial cubano?
Es obvio que las dificultades mencionadas pesan mucho.
Adems entran a escena otros factores que
no estimulan a los doctores.
Los mdicos y dems personal de la salud pblica
ven que cualquiera: merolico, un constructor por cuenta propia,
un botero o taxista, un vendedor del mercado agropecuario, un botones
en un hotel o un maletero en el aeropuerto, reciben ingresos superiores
a los suyos.
De ah que muchsimos aspiren a enrolarse
en una de las llamadas misiones internacionalistas para traer de
all lo que no tienen en su pas, pacotilla, computadoras,
equipos de DVD, y tal vez disponer de una vivienda propia, segn
los resultados de su trabajo y el tiempo que permanecieron en el
exterior.
Quisiera equivocarme, y que a pesar de todos
los pesares mdicos como Fernando abunden en los centros
asistenciales de salud cubanos. Profesionales que contra viento
y marea siguen atendiendo a los pacientes, haciendo “de tripas
corazn” e “inventando”, porque no se da
abasto en el reemplazo de los colegas que estn en el exterior,
sin recibir pago por las guardias continuadas y enfrentando la carencia
de recursos que existen.
Quiera Dios que mas temprano que tarde acaben las distorsiones del
surrealismo que hoy campean en Cuba porque el doctor Fernando en
mi opinin no hace nada del otro mundo, slo cumple
a cabalidad con el juramento hipocrtico que hizo una vez,
slo cumple con su deber.
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