14 de noviembre de 2007
Crnica
14 de noviembre de 2007

Creo 6v1642

Yosvani Anzardo Hernndez, Jvenes sin Censura

LA HABANA, Cuba, noviembre (cubanet.sergipeconectado.com) - Cuba es un pas de creyentes, y aunque esto no signifique que la religiosidad ha acompaado el espritu de los cubanos durante estos aos de materialismo vaco, por lo menos nos garantiza que no somos distintos a los pueblos que han sufrido por causa de ideologas retrgradas, y que al final siempre han encontrado el camino una vez perdido, y a pesar de que la re-involucin lo cambi todo, algo sagrado siempre perdura. Por ejemplo, hay una provincia que sigue llamndose Sancti Spritus, aunque la verdad es que los cubanos slo la llamamos Espritu, despojndola as de su santidad, y cuando alguien va a viajar hacia all dice:

-Voy para espritu -como si no fuera obvio. Igual sucede cuando te preguntan:

-Para dnde vas?

-Pues para viejo.

En esto de cambiar las cosas sin dejar de creer, los cubanos s que somos los brbaros, y es que “Revolucin es cambiar todo lo que deba ser cambiado”. Imaginen que fuimos capaces de cambiar la catequesis por los crculos de estudio.

Seamos honestos y socialmente cristianos, y no jodan, que lo bueno le gusta a todo el mundo, incluso a los de la nueva iglesia, y es bueno hacer concesiones sobre todo cuando entraa un buen negocio. Todo esto ha hecho de la FE algo esencial, pues el que no tenga FE no sobrevivir, as que ya saben, a hacerse de Familiares en el Exterior.

Aqu la gente hace creer que trabaja y el estado te hace creer que te paga y que no abandona a nadie y acostumbra a darle caramelos al hambriento, y lo obliga a creer en el partido porque este es inmortal como Dios, y no puedes contradecirlo porque es pecado y el papa es vitalicio, y no es papa sino pap, porque hay que agradecerle hasta la existencia, y en eso s tienen razn porque no te habr engendrado pero despus de grande te puede abortar.

Pero lo que no creen los sostenedores de este sistema religioso es que el pueblo no cree en l, que el miedo no es respeto, que la mentira no es eterna, que las promesas no llenan el alma y mucho menos la barriga; que la verdad siempre es de corcho aunque no venga de Portugal; que el dolor de todos busca aliento colectivo porque es un problema personal, y por todo esto yo creo y soy optimista; veo y siento el llanto de las rosas decididas a usar sus espinas.

El 15 de octubre, aqu en San Germn, dos hermanas de 19 y 20 aos decidieron prenderse candela junto a sus pequeos hijos para escapar de la miseria. Hoy no son menos pobres pero decidieron dar sus vidas por el futuro de sus hijos luchando contra la injusticia.

Creo en las hermanas Castillo. Creo en los jvenes universitarios de Oriente. Creo en los valientes habaneros que con las manos vacas ofrecen su corazn abierto y sangrando al can que los ataca. Creo en la bondad y la solidaridad de los jvenes del mundo que hoy nos miran con confianza y simpata. Y sobre todo hermano mo, donde quiera que ests, creo en ti.


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