Aejo
Flor de Caa 6e6d4
Odeln Alfonso Torna.
LA HABANA, Cuba, noviembre (cubanet.sergipeconectado.com) - Regino Cutio
Rojas, conocido como el ii, muri en 2001
a causa de una leucemia originada por una infeccin sangunea
desatendida. No pudo descorchar la botella de Flor de Caa
que compr en Nicaragua cuando cumpla misin
internacionalista en el ao 1988. Guard celosamente
el licor durante 13 aos en espera de la cada del
rgimen.
En los sitios donde uno cree imposible la ineficiencia,
la malversacin y el desvo de recursos del sistema
socialista cubano, es donde realmente se encuentran los ms
inescrupulosos vndalos del mercado informal.
Dentro del mercado negro existen revendedores que
exploran alternativas que se desvinculan de los productos controlados
por la economa centralizada. Unos lo hacen por temor a ser
penalizados por la ley. Otros porque no tienen vinculo laboral y
no pueden acceder a los recursos del monopolio estatal.
El grueso de los productos y materias primas que
circulan por el mercado subterrneo escapan de los almacenes
bajo la tutela del estado.
A veces nos tocan a la puerta revendedores de confituras
o productos en conserva prximos a cumplir su fecha de vencimiento,
y no sabemos su procedencia.
Lucifer se adelant al brindis de Regino.
Lo esper a la salida del crematorio donde compraba ilegalmente
productos desechados y deposit su alma en el purgatorio.
El ii no es el nico fallecido
en la plantilla de vendedores de desechos que operan en el crematorio
de basura de calle 100, ubicado en la periferia de la capital, entre
los municipios Cotorro y Arroyo Naranjo. Adalberto, Joaqun,
y Caldosito, por causas diferentes, tuvieron igual destino.
A todos ellos la vida les jug una mala pasada.
Como dice un viejo refrn, “se les adelanto el boleto
de ida sin regreso”.
Regino enviud a los 56 aos y desde
entonces consigui vivir en una casucha de madera en el barrio
Las Piedras, situado en el municipio capitalino San Miguel del Padrn.
Sobreviva como revendedor de peridicos en un tramo
de la calzada de Gines.
La mayor parte del tiempo trabajaba como recolector
y comprador de desechos (individuos que se conocen en Cuba como
buzos). Estaba vinculado al principal crematorio de desechos slidos
de La Habana, conocido popularmente como “El Cayo”.
Recorra los barrios pregonando pomos de mayonesa,
latas de salsa de tomate, chocolate y sorbetos Nestl, conservas
de frutas y refrescos sintticos. La mayora de estos
productos vencidos eran retirados de las tiendas recaudadoras de
divisas (TRD) con destino al crematorio. Algunos lotes aparentemente
se incineraban y enterraban en el basurero El Cayo.
Actualmente, los llamados “buzos”, en
combinacin con los encargados del crematorio, adquieren
los alimentos vencidos aproximadamente al 50% del valor real en
los establecimientos del gobierno. Luego, se esfuman del basurero
con la mercanca comprada, o en el peor de los casos, desenterradas
bajo los escombros incinerados.
Unos la venden de primera mano. Otros crean una red
de distribucin y luego regresan al basurero por ms.
Es posible que algn camin de desperdicios
venga custodiado por agentes del orden para evitar los desfalcos,
pero los buzos siempre se las ingenian.
El ii tambin era un asiduo
consumidor de estos productos, en su mayora descompuestos
por los enterramientos y el calor. Por aos, su enfermedad
pas inadvertida. Su deteccin y tratamiento fue tardo.
Muri repentinamente.
Caldosito, su amigo de contienda, falleci
dos aos despus, en agosto de 2005. Una tormenta
elctrica lo sorprendi en las explanadas de El Cayo
y lo obligo a refugiarse en un contenedor abandonado, donde muri
electrocutado.
Cuando recuerdo una de las canciones de Willy Chirino,
en la que vacila el pacto del diablo con Cheto (El Tresero)
no dejo de pensar en Regino. Lucifer perdi la apuesta, su
alma por un tres de oro al que Cheto renunci. El
diablo estara a mano con Cheto si este se llevase
a “su amigo” al infierno. Y al “amigo”,
ya lo conocemos.
Desde luego, mi amigo el ii
nunca estuvo en sintona con la msica cubana. Mucho
menos saba tocar el tres. Muri victima de la lucha
por su propia subsistencia. No pudo saborear la emancipacin
etlica de su alma en los tragos de la aeja botella
de Flor de Caa.
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