Una
comuna rebelde
Miguel Iturria Savn 1w62
LA HABANA, noviembre (cubanet.sergipeconectado.com) - Cuando
digo Cambute no hablo de un conjunto de locos, un grupo de negros
ni del pltano burro o fongo, sino de una comuna de personas
situada entre rboles y autopistas, a casi tres kilmetros
del puente que separa al Cotorro con San Francisco de Paula, barrio
del municipio San Miguel del Padrn, al cual ha sido anexada
por el gobierno de Ciudad Habana.
Las autoridades capitalinas denominan a Cambute “comunidad
transitoria”. Sus pobladores le dicen “villa miseria”,
“camino al infierno” y “pueblo rebelde”.
Residen all casi 1600 personas hacinadas en ms de
300 cabaas prefabricadas, con pisos de losas y techos de
fibrocemento. Cada una dispone de recibidor, cocina, bao
y un dormitorio.
El aislamiento que sumerge a Cambute se agrava con la ausencia de
infraestructura humana y las dificultades del transporte. Slo
poseen una bodega, cafetera y una farmacia mal abastecidas.
De los tres consultorios mdicos funciona uno a medio kilmetro,
al igual que la escuela primaria. La secundaria bsica, el
crculo infantil y la sala de video an no han sido
edificadas.
Al trampoln de las promesas se suma la falta de agua, los
pozos contaminados, las fosas desbordadas y la carencia de luminarias
en las pequeas calles del poblado. Como las pipas demoran
28 das los moradores habilitan tanques y negocian el suministro
de agua con los camioneros a un costo de 200 pesos.
En Cambute, el sentimiento de desarraigo y las malas condiciones
habitacionales han generado la solidaridad grupal. Enfrentar los
basurales, las plagas de vectores, los focos de dengue y los casos
de hepatitis, lectopirosis, asma, sida y tuberculosis exigen gestiones
y enfoques comunitarios.
Los os de los representantes no formales de la comarca con
las autoridades de San Miguel del Padrn han desatado contradicciones
y amenazas por parte de los funcionarios, “aferrados a dar
rdenes y a desligarse de las soluciones”, segn
Juan A. Bermdez Toranzo, lder comunitario, a quien
califican de “agitador contrarrevolucionario”.
Las reclamaciones y los desencuentros son palpables. Los habitantes
de esta “villa miseria” enfrentan el reto. Tal vez por
eso crearon una filial de la Fundacin Cubana de Derechos
Humanos (FCDH), tres bibliotecas independientes, una delegacin
de la Federacin latinoamericana de mujeres rurales (FLAMUR),
la farmacia “La bayamesa” y otras entidades cvicas
de carcter pacfico, que neutralizan los actos de
los oficialistas Comits de Defensa de la Revolucin
y la Federacin de Mujeres Cubanas.
En la reunin para elegir al candidato a delegado del Poder
Popular, los vecinos escogieron al opositor Omar Barban del Pino,
quien obtuvo mayora. Para anular la propuesta, las autoridades
comunistas vetaron la decisin y trajeron mnibus
cargados de simpatizantes. Ante la farsa, los lderes contestatarios
organizaron una votacin paralela en casa de Juan A. Bermdez,
bibliotecario independiente y presidente de la FCDH.
Este Colegio electoral, encabezado por Jos L. Rodrguez
Chvez, Neris Castillo Moreno y Omar Barban del Pino, constituye
un pequeo plebiscito, pues se vota por el cambio o por el
comunismo. El mismo sesion entre el 21 y el 28 de octubre
del 2007, en franco desafo a los rituales del totalitarismo.
Al recorrer la comarca de Cambute me percato del fervor patritico
de tantos hombres y mujeres pobres. En las puertas de 15 cabaas
pude ver carteles muy expresivos: “Cambio”, “Yo
no coopero con la dictadura” y otros que identifican los problemas
locales con los anhelos del pas.
Entre rboles y autopistas hay una comuna de rebeldes que
han perdido el miedo. Sus acciones nos llenan de esperanzas pues
sacuden las compuertas de la libertad. Ellos merecen nuestra ayuda,
respeto y iracin.
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