26 de noviembre de 2007
Crnica
26 de noviembre de 2007

Una comuna rebelde Miguel Iturria Savn 1w62

LA HABANA, noviembre (cubanet.sergipeconectado.com) - Cuando digo Cambute no hablo de un conjunto de locos, un grupo de negros ni del pltano burro o fongo, sino de una comuna de personas situada entre rboles y autopistas, a casi tres kilmetros del puente que separa al Cotorro con San Francisco de Paula, barrio del municipio San Miguel del Padrn, al cual ha sido anexada por el gobierno de Ciudad Habana.

Las autoridades capitalinas denominan a Cambute “comunidad transitoria”. Sus pobladores le dicen “villa miseria”, “camino al infierno” y “pueblo rebelde”. Residen all casi 1600 personas hacinadas en ms de 300 cabaas prefabricadas, con pisos de losas y techos de fibrocemento. Cada una dispone de recibidor, cocina, bao y un dormitorio.

El aislamiento que sumerge a Cambute se agrava con la ausencia de infraestructura humana y las dificultades del transporte. Slo poseen una bodega, cafetera y una farmacia mal abastecidas. De los tres consultorios mdicos funciona uno a medio kilmetro, al igual que la escuela primaria. La secundaria bsica, el crculo infantil y la sala de video an no han sido edificadas.

Al trampoln de las promesas se suma la falta de agua, los pozos contaminados, las fosas desbordadas y la carencia de luminarias en las pequeas calles del poblado. Como las pipas demoran 28 das los moradores habilitan tanques y negocian el suministro de agua con los camioneros a un costo de 200 pesos.

En Cambute, el sentimiento de desarraigo y las malas condiciones habitacionales han generado la solidaridad grupal. Enfrentar los basurales, las plagas de vectores, los focos de dengue y los casos de hepatitis, lectopirosis, asma, sida y tuberculosis exigen gestiones y enfoques comunitarios.

Los os de los representantes no formales de la comarca con las autoridades de San Miguel del Padrn han desatado contradicciones y amenazas por parte de los funcionarios, “aferrados a dar rdenes y a desligarse de las soluciones”, segn Juan A. Bermdez Toranzo, lder comunitario, a quien califican de “agitador contrarrevolucionario”.

Las reclamaciones y los desencuentros son palpables. Los habitantes de esta “villa miseria” enfrentan el reto. Tal vez por eso crearon una filial de la Fundacin Cubana de Derechos Humanos (FCDH), tres bibliotecas independientes, una delegacin de la Federacin latinoamericana de mujeres rurales (FLAMUR), la farmacia “La bayamesa” y otras entidades cvicas de carcter pacfico, que neutralizan los actos de los oficialistas Comits de Defensa de la Revolucin y la Federacin de Mujeres Cubanas.

En la reunin para elegir al candidato a delegado del Poder Popular, los vecinos escogieron al opositor Omar Barban del Pino, quien obtuvo mayora. Para anular la propuesta, las autoridades comunistas vetaron la decisin y trajeron mnibus cargados de simpatizantes. Ante la farsa, los lderes contestatarios organizaron una votacin paralela en casa de Juan A. Bermdez, bibliotecario independiente y presidente de la FCDH.
Este Colegio electoral, encabezado por Jos L. Rodrguez Chvez, Neris Castillo Moreno y Omar Barban del Pino, constituye un pequeo plebiscito, pues se vota por el cambio o por el comunismo. El mismo sesion entre el 21 y el 28 de octubre del 2007, en franco desafo a los rituales del totalitarismo.

Al recorrer la comarca de Cambute me percato del fervor patritico de tantos hombres y mujeres pobres. En las puertas de 15 cabaas pude ver carteles muy expresivos: “Cambio”, “Yo no coopero con la dictadura” y otros que identifican los problemas locales con los anhelos del pas.
Entre rboles y autopistas hay una comuna de rebeldes que han perdido el miedo. Sus acciones nos llenan de esperanzas pues sacuden las compuertas de la libertad. Ellos merecen nuestra ayuda, respeto y iracin.

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