Crnicas
4 de abril de 2008

prohibido 439k

Vctor Manuel Domnguez

LA HABANA, Cuba, abril (cubanet.sergipeconectado.com) - Las expectativas sobre la venta de computadoras a la poblacin cubana se cumplieron, pero a su vez, generaron otras.

De acuerdo con algunas opiniones recogidas en Ciudad de La Habana, la diversidad de criterios prevalece ante la concrecin del hecho.

Mientras que para muchos residentes de la capital la libertad para adquirir una computadora es la reivindicacin de un derecho, para otros en un ejercicio de cinismo de las autoridades cubanas, quienes nunca debieron establecer prohibicin alguna, y mucho menos autorizar su comercializacin a precios inaccesibles para la gran mayora de los cubanos.

Entre los primeros, se encuentran quienes tienen familiares en el exterior, trabajan en corporaciones extranjeras, en ciertas zonas de la gastronoma nacional, los agromercados, y otros “oficios” de la Cuba actual como el proxenetismo y la prostitucin.

En cuanto a los segundos, son mayoritariamente profesionales, quienes a pesar de su aporte a la sociedad, por sus bajos salarios se encuentran en desventaja o imposibilitados de adquirir una computadora ante otros aspirantes que viven del robo, los juegos ilegales y otras maas empleadas en el pas para lucrar a costa del trabajo de los dems.

Sin embargo, para la gran mayora de los cuestionados, el hecho en s de permitir la venta de computadoras es un paso de avance, pues piensan que las autoridades se vern obligadas a seguir levantando prohibiciones como el a conectarse a Internet, porque si no estas slo serviran como mquinas de escribir sofisticadas,

La cuestin es, segn sealan muchos, que nos quitamos de arriba la persecucin por tener un objeto que en este mundo globalizado se hace cada da ms necesario.

Si el gobierno pretende seguir desarrollando las potencialidades de la poblacin en cualquier sector laboral del pas, sealan otros, est obligado a itir el uso de la computadora, no slo en los centros laborales, sino tambin en los hogares.

Algunos, ms escpticos, aseguran que con el miedo mostrado por el gobierno ante la ms mnima seal de conexin a Internet, catalogado por el ministro de comunicacin del pas, Ramiro Valds, como un arma de destruccin masiva, y por otros ms moderados como un mal necesario, mientras exista el comunismo en la Isla el pueblo jams tendr libertad de informacin.

As las cosas, y con un salario promedio que no rebasa los 15 dlares al mes, decenas de cubanos se aprestan al ahorro, el intercambio y hasta el robo, si es necesario para obtener una computadora, y romper de una vez esta nueva variante del prohibido.


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