Crnicas
8 de abril de 2008

Woyzeck en La Habana 605k33

Miguel Iturria Savn

LA HABANA, Cuba, abril (cubanet.sergipeconectado.com) - Un amigo me habl con euforia de La balada de Woyzeck, representada por el grupo teatral Buenda, cuyo aire experimental se aprecia en la seleccin y el montaje de sus obras, escenificadas en una iglesia de la calle Loma, municipio Plaza, donde solo iten a treinta espectadores en un incmodo tablado de madera.

El sbado 29 de marzo disfrut la versin de Flora Lauten, directora del Buenda, quien escenifica la inquietante atmsfera de locura y las pulsaciones psicolgicas de los personajes creados por el escritor polaco Georg Buchner, autor de La balada de Woyzeck, escrita a principios del siglo XIX y reeditada despus por su impacto sociolgico y cultural.

Woyzeck en La Habana - Foto Miguel Iturria Savon Haga click sobre foto para verla ampliada

La puesta en escena es excelente, aunque no hay un discurso claro sobre la guerra, sino una mitificacin tarda del soldado esclavizado por un capitn oligrquico, que exige obediencia en circunstancias absurdas: un puesto fronterizo europeo por donde debe pasar un enemigo que no llega. La espera intil es recreada magistralmente. Los dilogos, las actuaciones, el decorado y la msica acentan la incertidumbre y la lucha por la sobrevivencia de un grupo humano atrapado en un circo de fuego.

La espera y el miedo a escapar colindan con el hambre, las voces, los delirios, las presencias ocultas y el silencio.

La doblez y el discurso paranoico del capitn, interpretado por el actor Alejandro Alfonso; los delirios crecientes del soldado Woyzeck (Sandor Menndez); los desatinados experimentos del doctor (Miguel Abreu); el desenfado del oficial que viene del Estado Mayor (Leandro Sen) y el estallido vital de las mujeres parecen inferir lo cubano; aunque la contextualizacin con lo nuestro, si es que existe, est en la reescritura de los dilogos, en la seleccin musical, la grisura escenografa, el vestuario y, quizs, en la percepcin de los espectadores.

Si el equipo de realizacin pens en alusiones contextuales no las vislumbro. Todo es muy ambiguo. El drama inconcluso del autor polaco “sucedi” en un puesto fronterizo europeo, no en una costa ni en un cayo cubano. La guerra y la locura son universales. La nuestra solo transcurre en el mbito de la propaganda oficial.

En la adaptacin de La balada de Woyzeck hay elementos del romanticismo y de la literatura pattica de Mximo Gorki o Bertol Brecht. Algunas escenas me recuerdan a La madre y a Madre coraje. Solo el estallido emocional revela una realidad que se desgasta y prefigura una poca. Ser la nuestra? Es eso suficiente para inferir una lectura tan eufrica de una reposicin teatral?

No veo el drama de nuestras vidas en la tragedia del soldado Woyzeck. Tal vez una metfora del encierro y la locura de un grupo que suea realidades imposibles.


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