Y dale con el cable! 164c3p

Jos Hugo Fernndez

LA HABANA, Cuba, abril (cubanet.sergipeconectado.com) - "El pueblo est de luto: ha muerto UNIVISIN".Con esta frase, escrita para un cartel anti-rgimen que fue colgado hace poco en el barrio habanero La Lisa, la gente se burlaba del ltimo operativo llevado a cabo por la polica contra el cable, sistema de servicio clandestino para ver la televisin de Miami.

En lo que parece haber sido su fase final, el operativo alborot especialmente la zona de Punta Brava el pasado viernes 11 de abril, con un despliegue de agentes uniformados y de civil que mantuvieron a la localidad en tensin durante todo el da y que provoc ms de un encontronazo de sus vecinos con las autoridades.

Por suerte la sangre no lleg al ro, sobre todo porque los representantes del rgimen asumieron con evasivas y contestaciones vagas las protestas populares, algunas en trminos comedidos aunque firmes, pero otras en tono airado y de abierto desafo. Hubo quienes se negaron a permitir el de los agentes del a sus hogares, exigindoles orden judicial de registro, y tambin hubo quienes les lanzaron piedras cuando subieron a los techos con el propsito de detectar y retirar los cables.

Punta Brava es una de las muchas zonas de la periferia habanera donde apenas se sintoniza la televisin de la Isla. La generalidad de sus televidentes se la pasa viendo culebrones mediante el cable, que muy bien debieran contemplar entre sus planes los programadores de la Florida, por aquello del rating.

Al anochecer del 11 de abril, el silencio del poblado era sobrecogedor, con todos los conductos del cable desactivados y con la gente resistindose a sintonizar no ya el Noticiero Nacional de Televisin, que a nadie interes nunca como no fuese para seguir las incidencias del parte meteorolgico, sino incluso las telenovelas cubanas y brasileas, que los puntabravenses se negaban a ver tal vez como prueba de fidelidad a Juan Querendn.

Ancdotas a un lado, lo cierto es que estas nuevas maniobras policiales, tan ridculas e intimidantes como las anteriores, aun cuando menos violentas, parecen dar respuesta a uno de los reclamos del recin finalizado Congreso de la UNEAC, donde la crema y nata de nuestra intelectualidad hace mencin a lo que considera un desfase entre “el proyecto cultural de la revolucin y los referentes que establecen para s mismos amplios sectores del pueblo”.

Es curiosa tal aseveracin de la UNEAC, pues quienes la sustentan, cuestionando tales referentes del pueblo, son exactamente los mismos que han dispuesto de cincuenta aos, sin resultados sustanciales, para ofrecer al televidente (o al lector) otras opciones ms atractivas que las del pedestre Show de Cristina o los pintorescos culebrones. Y resulta que ahora se caen de la mata

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