Crnicas
24 de abril de 2008

Cortinas de humo 3c312d

Jorge Olivera Castillo, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, abril (cubanet.sergipeconectado.com) - Hay noticias que suelen tener el valor del humo. No dejan huellas. Se disuelven en fracciones de segundos.

Por ms que se insista no alcanzan a transformar su estatus. Sobre ese fenmeno hay suficientes pruebas para conformar un abultado expediente. Ahora el peridico Trabajadores, rgano de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), arroja desde una de sus pginas una bocanada de retrica que vuelve a ser lo obvio: una humareda breve, un teln de vapor con la finalidad de armar en el aire un tropel de figuras sin otra opcin que la mayor de las intrascendencias.

Hay problemas en la produccin. Dificultades con variaciones semnticas, pero con el mismo mal de fondo. El asunto tiene que ver con el humo por partida doble.

Pues habr menores cantidades de tabacos disponibles en el mercado debido a las deficitarias entregas de habilitaciones para darle el acabado al producto (anillas, sellos, plegables, estuches, etctera). Me pregunto: no es un acto de puntual sensatez clasificar en la categora de humaredas a unos planteamientos que apenas rozan la sensibilidad de una burocracia ajena a soluciones duraderas?

No hay que ser profeta para adelantar otras versiones de los mencionados contratiempos en el futuro. Es algo consustancial al modelo econmico basado en preceptos sin ninguna armona con la eficiencia y la productividad.

El peridico Trabajadores insistir en el asunto. Volver sobre la pista para ensayar un remedo de crtica-pero como de costumbre- sin o con escasos resultados prcticos. La capacidad de influencia meditica para enmendar problemas dentro del socialismo, es cercana al cero. Algo a subrayar con dos interrogantes: puede ser seria y responsable una prensa bajo supervisin de un partido que enarbola la unanimidad en torno a su ideologa? No es puro humo una alusin que pasar al olvido entre tanta promesa, triunfalismo e intenciones de ir al saln de maquillaje en vez de proceder a cambiar el guin y el elenco?

Las preocupaciones de los tabacaleros tienen su basamento en las afectaciones derivadas de las tardanzas en el envo de los referidos insumos. Una serie de parmetros que forman parte de los beneficios salariales quedan en suspenso. Por ejemplo, los pagos por estimulacin sufren menoscabo, realidad que reduce el margen de la calidad de las producciones.

Nada nuevo- aparte de los retoques cosmticos- puede contabilizarse bajo el toldo de una repblica donde el pan y el circo tienen certificado de garanta. Cuba sale hoy del anonimato gracias a las insuficiencias. Su poca dorada fue una ilusin ptica que crearon los rublos de la extinta Unin Sovitica.

Desde 1991 somos verdaderamente independientes. En ese ao se precipit al suelo la hegemona del Kremlin. Tambin desapareci el barniz de los subsidios. Al sol quedaron expuestas las miserias del socialismo real. El pretendido avance era slo un vestido alquilado. Un ardid y no una autntica seal de grandeza.

Las excrecencias salen a luz a pesar de los disfraces y las tcnicas para encubrir las ruinas.

La revolucin cubana es como el humo de esos tabacos que los fumadores dejarn de disfrutar a causa de los incumplimientos en el suministro de los insumos a las respectivas fbricas.

El proceso se vaporiz. No era lo que prometan sus patrocinadores. An en Cuba se respiran los aires del siglo XX. Nos obligan a vivir en el pasado en compaa de las migajas del desarrollo, hundidos en la incertidumbre, a la zaga del mundo moderno, a merced de la patriotera y el desencanto.

Lo sucedido en el balance anual de los trabajadores tabacaleros es una pizca del desastre. Una muestra de la inviabilidad del centralismo.

El humo no slo nace de un tabaco encendido. Son tambin las esencias que se desprenden de un proyecto poltico fracasado. Las emanaciones de una dictadura que se cuece a fuego lento en la chapucera.


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