Cuando no vuelan las cigeas Ana Leonor Daz 2h6o25

LA HABANA, Cuba, abril (cubanet.sergipeconectado.com) - Los investigadores sociales en Cuba estn preocupados por la alarmante disminucin de la tasa de natalidad y el creciente aumento de la poblacin anciana.

Esos cientficos persisten en repetir la explicacin que dictan las autoridades del rgimen: la tendencia es similar a las pautas que se observan en otras partes del mundo, especialmente los pases desarrollados, lo cual induce al error de pensar que Cuba est en los ms altos niveles del desarrollo social mundial.

Similar y distorsionada explicacin dio el gobierno cubano para justificar en la dcada del 90 el fenmeno de la prostitucin que ya desde los 80 haba dado sus primeros pasos: las muchachas cubanas tienen alta escolarizacin y son libres de elegir una prctica que la costumbre oficial por el eufemismo bautiz como jineterismo.

Cifras oficiales parciales revelaronque una mayora de mujeres cubanas en edad frtil postergan el nacimiento de un primer hijo: si en la dcada del 60 una mujer para tres hijos, ahora la tasa se redujo a 1,5. Mientras que el 55 % de las madres primerizas hoy en da pasan de los 30 aos, la cifra en los 80 era slo de un 20%.

La preocupacin de los demgrafos comenz en los finales de los 90, y ya las proyecciones matemticas prevn que una quinta parte de la poblacin cubana tendr ms de 60 aos en 2020, es decir, en apenas una dcada.
Quin se ocupar de trabajar? Se preocupan ahora los gobernantes.

Una rara encuesta de televisin que entrevist a media docena de mujeres (unas gestantes, otras menores de 30 aos y tambin a cincuentonas) desmiente el supuesto de los “cientficos” del rgimen: tener un beb en la Cuba de hoy es caro. “La alimentacin basndose en la carne, frutas, vegetales y cereales resulta prohibitiva” -afirm una gestante.

El rgimen establece una cuota de un litro de leche diario para la poblacin infantil menor de siete aos, y la deja en un limbo en esa edad cuando ms necesita de esa fuente de calcio para su crecimiento; y tampoco se puede contar con carne de res si los padres no la compran en divisas en las tiendas del Estado.

La carne de res, en nfima cantidad y calidad, se suministra racionadamente una vez al mes a los enfermos de VIH-SIDA y cncer, y supuestamente tambin a las mujeres embarazadas, pero las entregas de cuatro veces en los nueve meses de gestacin apenas se cumplen “por falta de disponibilidad”, dicen los regordetes funcionarios. La leche para las gestantes es apenas de dos vasitos diarios.

Si resultan prohibitivos los precios del mercado para comprar vegetales y frutas, ms caros son los cereales como maz, avena o arroz, tanto para alimentar a la madre como para fortalecer las crecientes necesidades de un beb.

Ello, sin contar los altos precios en divisas convertibles para la compra de un colchn de cuna (80.85 CUC, equivalentes a 100.50 dlares); un paquete de paales desechables (entre 2 y 6 pesos CUC) o un cochecito plegable (60.65 CUC u 80.85 USD). Las tiendas en divisas son las nicas donde es posible adquirir el ajuar de un beb, pues el rgimen slo garantiza la venta de una toalla y 10 metros de tela para paales en pesos cubanos.

Adems de la negativa influencia en la composicin de edades en la poblacin que envejece cada da sin perspectiva de mejorar, la tendencia de los partos en mujeres mayores de 30 aos plantea graves problemas mdicos al aumentar las probabilidades de malformaciones y otros defectos congnitos asociados a esos nacimientos.

Otro problema planteado por las mujeres entrevistadas toca uno de los puntos sociales ms neurlgicos de la sociedad cubana: la escasez de vivienda en un pas donde el dficit habitacional se fij oficialmente en un milln hace tres aos, sin contar que el 50 % de las viviendas construidas estn entre mal y psimo estado y sin perspectivas serias de resolverse.

Es frecuente la situacin donde bajo un mismo techo conviven en una familia extendida varias generaciones, con frecuencia hacinadas, lo que deriva en graves problemas como la violencia, marginalidad y a menudo el desempleo, y explica que ms de 100 mil cubanos estn recluidos en crceles por delitos comunes.

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