14 de enero de 2008

Acadmica estadounidense desmantela mitos sobre la salud pblica cubana a2n1i

Katherine Hirschfeld vivi nueve meses en la Isla y fue afectada por una epidemia de dengue. En 2006 public un libro que caus polmica entre los estudiosos de EE UU.

Ivette Leyva Martnez, Miami

Cuando la estudiante norteamericana Katherine Hirschfeld, enferm de dengue en Cuba, todas su ideas sobre el sistema de salud pblica de la Isla comenzaron a caer como un castillo de naipes.

Hirschfeld vivi en la Isla nueve meses entre 1996 y 1998, como parte de sus estudios de doctorado de Antropologa. En 2006 public Health, Politics and Revolution in Cuba since 1898, una inusual obra dentro de los crculos acadmicos de Estados Unidos, que disecciona del mito de la salud pblica cubana.

El libro combina la experiencia de Hirschfeld como paciente de dengue y estudiosa del sistema de salud en los noventa con un anlisis de la influencia de Estados Unidos en ese sistema desde 1898 hasta el perodo pre-revolucionario.

Hirschfeld, actual profesora asistente de Antropologa de la Universidad de Oklahoma, ofreci una conferencia el jueves en la Casa Bacard de la Universidad de Miami tomando como punto de partida los mitos que ha ayudado a difundir el documental Sicko de Michael Moore.

"Es evidente para los que hemos conocido de primera mano el sistema de salud de Cuba, que lo que se ve en el documental es una puesta en escena, una falsificacin", afirm Hirschfeld. Sin embargo, esa imagen es la que predomina en muchos sectores de Estados Unidos.

"La gente proyecta en Cuba sus esperanzas e ideas sobre un buen sistema de salud, eso forma parte del fenmeno del mito. Cuba es una gran laguna para los investigadores estadounidenses. La mayora se basa en las estadsticas oficiales del gobierno cubano que publican las revistas mdicas, las cuales no son cuestionadas; casi ningn investigador viaja all, o si lo hace es por muy poco tiempo y se mantiene en instituciones oficiales, o no habla espaol, o no comprende los giros cubanos del idioma", indic.

Vctima de una epidemia 'secreta'

Hirschfeld tuvo la inusual oportunidad de pasar un tiempo largo en la Isla y convivir con una familia en Santiago de Cuba. "Al principio yo era la extranjera estpida. Pero cuando uno entra en la dinmica de una casa cubana, la perspectiva cambia. El almuerzo es como un momento de revolucin: la gente comienza a quejarse de las carencias que tiene, a pensar en la comida que desea y en cmo obtener las cosas te convierte diariamente en un criminal a causa de todas las prohibiciones", record.

"Esa experiencia no la tienen los investigadores acadmicos por lo general", dijo.

Aunque en Santiago de Cuba circulaban rumores sobre una epidemia de dengue, durante las entrevistas de Hirschfeld a mdicos de la familia estos negaban la informacin. Hasta que ella misma enferm.

"Las primeras enfermeras que me vieron se negaron a darme un diagnstico, y eso ya comenz a parecerme sospechoso; cuando les pregunt si era dengue dijeron que iban a llevarme a un hospital, y cuando dije que no quera ir me di cuenta de que esa opcin no exista", relat.

La ambulancia nunca lleg y un vecino tuvo que llevarla a la clnica para extranjeros de Santiago de Cuba. "Cuando llegu, el personal mdico estaba viendo una pelcula. Slo cuando esta termin fueron a examinarme, y decidieron que no tenan medios apropiados para tratarme all, de modo que me enviaron a un hospital comn y corriente".

Hirschfeld fue colocada en una sala con 20 enfermas de dengue, y su sorpresa fue mayor cuando vio a un guardia armado custodiando la puerta. "Dios mo, pens. Estoy en un lugar que no existe".

Durante su estancia de varios das en el hospital, Hirschfeld nunca fue vista por un mdico. Los paramdicos le hicieron un par de exmenes —ultrasonido, prueba de sangre—. Afortunadamente, padeci una variante leve del virus, pero la vivencia fue aleccionadora.

Autoritarismo, negligencia y escasez de recursos

"El hospital no tena una condiciones sanitarias adecuadas. El dengue es trasmitido por un mosquito y no haba aire acondicionado, las ventanas estaban abiertas permitiendo la entrada de esos vectores, vi una mancha de sangre en el piso durante das sin que nadie la limpiara", rememor.

Ese panorama, asegura la acadmica, tiene ecos de lo sucedido en Europa oriental y tambin de la realidad cotidiana de otros pases del Tercer Mundo. La diferencia con estos ltimos, dijo, es que en el caso cubano las autoridades se empean en mantener una imagen idlica que no existe.

"Cuando escasean los recursos, los hospitales se convierten en vectores que propagan enfermedades", afirm.

Los esfuerzos de Hirschfeld por obtener cifras de la epidemia de dengue y su extensin fueron infructuosos, y en una ocasin en que intent obtener otras estadsticas le informaron para su asombro que eran secretas.

La profesora de Antropologa considera que el autoritarismo en el sistema de salud pblica es coherente con un pas donde no se puede difundir la Declaracin Mundial de los Derechos Humanos.

"No hay leyes de derechos de los pacientes, ni ninguna nocin de derechos humanos dentro del sistema de salud de Cuba… Los pacientes acatan lo que dicen los mdicos y lo que establece el sistema de salud. Si hay casos de mala prctica, la gente no se atreve a denunciarlos".

En el caso de brotes de enfermedades tropicales, "hay miedo a contradecir la versin oficial. La epidemia de dengue que yo viv fue denunciada ante los organismos internacionales de salud por el doctor Dessy Mendoza y por eso fue encarcelado. Si una epidemia es secreta no se puede lanzar una campaa de prevencin, lo cual, en el caso de ese brote de dengue, hizo que se propagara la enfermedad. Ni siquiera se le advierte a los turistas", afirm.

Mendoza fue condenado a 8 aos de prisin por "propaganda enemiga", cumpli uno y medio y fue obligado a exiliarse.

Dudas sobre las estadsticas que exhibe el rgimen

En cuanto a algunas de las estadsticas ms preciadas del rgimen, como la baja tasa de mortalidad infantil, Hirschfeld dijo que es difcil saber si son confiables. Ms all de eso, "el sistema cubano est volcado a indicadores como ese, sin importar los mtodos para lograrlo, u otro tipo de atencin mdica que tengan que sacrificar".

"Muchas mujeres con embarazos de riesgo suelen ser obligadas a internarse en las casas maternas de donde no pueden irse, y en al menos un caso supe de una esterilizacin forzada a una con problemas repetidos en sus embarazos", afirm.

El libro de Hirschfeld encontr gran resistencia entre sus colegas de la academia estadounidense, al contradecir las informaciones usualmente manejadas para el estudio del sistema de salud cubano.

"Pedirles a ellos que vieran ms all pareca como pedirles que vieran los invisible”, acot. A pesar de eso, "los acadmicos jvenes son ms flexibles y la gente est ms lista ahora para escuchar sobre Cuba algo que vaya ms all de lo que dice la mitologa", asegur.


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