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16 de junio de 2008

Eslabones reales 606rn

Ms de 200 presos polticos sufren cada da privaciones, sufrimientos y los tormentos de la crcel.

Ral Rivero, Madrid | 16/06/2008

Para la mayora de los cubanos, la imagen de un prisionero encadenado de pies y manos que se arrastra por un pasillo es cosa de pelculas. O es una medida extrema de esos sistemas penitenciarios extranjeros obligados a bregar con duros asesinos y locos de remate. Las cadenas que enredan la cintura y cierran en las piernas son irreales para la gente de un pas sin informacin oficial sobre la vida en las 300 crceles que insultan su geografa.

A lo largo de casi medio siglo, slo las familias y los amigos de los condenados han conocido los detalles de las privaciones, los sufrimientos y los tormentos de la prisin. Los libros de testimonio publicados por opositores respetables y solventes son perseguidos en Cuba con este cartel peligroso: propaganda enemiga.

Esta semana, la seora Adiley Puente, esposa del prisionero de conciencia del grupo de los 75 Fidel Surez Cruz, denunci que en la prisin Kilo 5, de Pinar Ro, tuvieron a su marido esposado y encadenado en una celda de castigo despus de declararse en huelga de hambre.

El preso protest por el maltrato a un recluso comn, y con su cadena y las esposas fue a parar 21 das, sin pertenencias, al ltimo rincn del pasillo de los calabozos aislados.

Las cadenas son un horror aadido al rgimen penal cubano. Es un elemento ajeno y difcil de asimilar para los cubanos. Produce una remisin a las imgenes de Jos Mart en las canteras de San Lzaro y una obligada comparacin entre la crueldad del colonialismo y las prcticas de los carceleros de estos tiempos. Mucho ms si ese mtodo extremo de seguridad se aplica a un hombre pacfico como Surez Cruz, un joven agricultor de Pinar del Ro condenado a 20 aos.

En el otro extremo de la Isla, en Guantnamo, con pocos das de diferencia, se declar tambin en huelga de hambre Jos Daniel Ferrer Garca. Lo hizo por los abusos de los guardias y las condiciones infrahumanas que sufren los presos. El hombre, tambin del grupo de los 75, cumple 25 aos de prisin.

Ferrer Garca, activista del Movimiento Cristiano Liberacin, fue trasladado enseguida a un campo de castigo que tiene el gobierno en una zona llamada El Tpico, en la provincia oriental de Las Tunas.

All, aislado, mantuvo ocho das su huelga. Los militares le amenazaron con enviarlo a una galera con los ms peligrosos reclusos comunes para que lo agredieran. "Vamos a ver si t eres guapo de verdad", dijo uno de los jefes frente a la jaula de hierro donde haban confinado al preso.

Su hermana, Belkis Ferrer, lo vio "plido, muy delgado, enfermo, sucio, pero firme", en una visita de 30 minutos que le concedieron.

Ferrer Garca, Vctor Rolando Arroyo, Oscar Elas Biscet, Normando Hernndez, Ricardo Gonzlez Alfonso, otros 50 del grupo de la Primavera Negra de 2003 y ms de 200 prisioneros polticos sufren esta modalidad de muerte por episodios, mientras funcionarios y polticos de otras latitudes trabajan frente a sus tazas de caf para abrir nuevos mrgenes a los carceleros.

En Cuba las cadenas no son una metfora que cantamos en el himno.

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