La última frontera 4x3w15
Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, julio (cubanet.sergipeconectado.com) - Si el jefe de relaciones internacionales del Partido Comunista de Cuba, Jorge Martí, aceptara preguntas y además le dejaran responder, sería interesante saber dónde se encuentran ahora los incendiarios José Arbezú y Ramiro Abreu.
Estos personajes, del Departamento América del Comité Central, ejecutores de cuanta ingobernabilidad puede palparse a través de los últimos cincuenta años en Centroamérica, deben estar en un céntrico hotel de Caracas, operando contra el nuevo gobierno hondureño.
Desde la semana previa a la destitución constitucional del ex presidente Zelaya, se reportaba la entrada en Honduras de provocadores nicaragüenses, cubanos, salvadoreños y venezolanos, lo que hace pensar si la velocidad tomada en la última semana de su gobierno, se debió al estimulo del eje Caracas-La Habana-Managua, para destruir la democracia.
La rápida acción de los poderes del Estado hondureño, convirtió a Centroamérica en la nueva frontera del chavismo. Lugar donde se proyecta el futuro del continente. Por eso, hacia Tegucigalpa se orientó la artillería mediática de grueso calibre encabezada por Telesur, y encaminaron sus pasos hacia allí los provocadores.
Como se sabe, durante los sucesos de abril de 2002, en Caracas, el jefe de la inteligencia cubana en Venezuela, coronel Rodes, agregado cultural en la embajada, organizó y estructuró el retorno de Hugo Chávez al poder. Por su actuación fue condecorado públicamente.
Siete años después, la frontera del autoritarismo se amplió lo suficiente para cubrir al menos cinco países latinoamericanos (Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua). Hondura sería el sexto, pero los hechos cambiaron la situación. Por eso, es de esperar que la andanada antidemocrática no disminuya en las próximas semanas, y hasta que celebren las próximas elecciones en ese país, previstas para el mes de noviembre, nada será absoluto.
Cínicamente, los gobernantes latinoamericanos que abrazan calurosamente a Raúl Castro, sacaron debajo de la mesa la Carta Democrática Interamericana (CDI), que ocultaron en el mes de abril, durante la Asamblea General de la OEA, en la misma Tegucigalpa que hoy bloquean y de donde retiran embajadores.
Casualmente, Cuba no retiró a su embajador. ¿Será para dar cobertura a los oficiales de inteligencia en ese territorio, que como paracaidistas desembarcan tras las líneas contrarias? Esa sería otra buena pregunta a Jorge Martí.
La pelea por la democracia tiene su campo de batalla latinoamericano en Honduras. En la isla, lo poco que se sabe se debe a Radio Martí. La emisora del gobierno de los Estados Unidos para Cuba, contribuye durante estos días a romper el bloqueo informativo de la radio y la televisión cubanas y del programa Mesa Redonda.
Los demócratas cubanos debieran ver en la causa de los demócratas hondureños, la posibilidad de remontar el aislamiento internacional al que están sometidos. Honduras es hoy la última frontera del autoritarismo.
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