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Aumentan las expectativas

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LA HABANA, Cuba, agosto (cubanet.sergipeconectado.com) - En su más reciente discurso, Raúl Castro anunció una serie de nuevas medidas, la más trascendental de las cuales es la ampliación del trabajo por cuenta propia. Según Castro, el gobierno acordó ampliar el ejercicio del trabajo por cuenta propia, como una alternativa de empleo, y la eliminación de varias prohibiciones vigentes para el otorgamiento de nuevas licencias.

El auge de la actividad económica individual comenzó en la isla en 1989  con la desaparición del campo socialista, con el propósito de reajustar la economía, debido la falta de créditos y la imposibilidad de obtener la cooperación de los organismos financieros internacionales. A partir de 1997, el Estado restringió el otorgamiento de licencias, reduciendo al mínimo el sector económico independiente.

En la actualidad, el trabajo por cuenta propia está sometido al control y supervisión del gobierno, que lo concibe como un complemento de la actividad estatal. Tiene carácter municipal y se ejerce de forma individual.

La autorización para su ejercicio es renovable cada dos años. Abarca las actividades de producción y comercialización de los bienes y servicios, en el domicilio del titular, y sólo se ofrecer a personas naturales.

En la isla está prohibido realizar  cualquier actividad de producción, transformación o venta de mercancías o prestación de servicios sin autorización. La Resolución No 9/2005, Reglamento sobre el ejercicio del trabajador por cuenta propia, del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, enumera las actividades que se pueden realizar. La norma aprueba 118 actividades y autoriza el otorgamiento de nuevas licencia sólo para 40 de ellas.

La legislación exige a los trabajadores por cuenta propia comprar la materia prima en el mercado estatal minorista en divisa; sin embargo, tienen que vender sus productos y servicios en moneda nacional; condición que, por una parte, impide el desarrollo de la iniciativa económica privada, y por otra propicia el auge de la ilegalidad.  Los cuentapropistas recurren al mercado negro para garantizar el mantenimiento de sus negocios y la licencia otorgada.

Raúl Castro anunció que el Consejo de Ministros aprobó la aplicación de un régimen tributario para este tipo de actividad, supuestamente para garantizar que los nuevos cuentapropistas contribuyan a la seguridad social, abonen impuestos sobre los ingresos personales y las ventas, y aquellos que contraten trabajadores paguen el tributo por la utilización de la fuerza de trabajo.

Las medidas generaron expectativas dentro de la población, principalmente las referidas a la comercialización de nuevas producciones y flexibilización en la contratación de fuerza de trabajo. Su implementación exige del gobierno una reforma del ordenamiento jurídico, ya que la legislación penal prohíbe contratar mano de obra, o utilizar medios o materiales de procedencia ilícita, aun teniendo licencia.





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