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| El paraso se fue a bolina 2r4z5y Reinaldo Cosano Aln, Sindical Press LA HABANA, Cuba, enero (cubanet.sergipeconectado.com) – Las palabras de Osvaldo Martnez, presidente de la Comisin de Asuntos Econmicos de la Asamblea Nacional sobre el plan y presupuesto del ao, nos llevan a una sola conclusin: el paraso prometido se qued en el horizonte. La libreta de racionamiento contina en vigor despus de 47 aos (naci en marzo de 1962). “Un tro de adversidades objetivas, concentradas por primera vez en un mismo ao: tres huracanes, bloqueo norteamericano y los altos precios asociados a la crisis econmica mundial, son las causas del decrecimiento econmico en un 4,3 por ciento” –segn palabras del seor Martnez. El diputado aadi otras causas del desbarajuste nacional, que sita en segundo plano, pero debieran estar tambin entre las principales que provocaron el incumplimiento, por tratarse de factores negativos presentes en nuestra economa: -Gasto excesivo e insuficiente ahorro de combustible y electricidad. -Una parte de la poblacin en edad laboral no est incorporada al trabajo ni al estudio, a pesar de cierto aumento salarial, y las facilidades de estudio. -Insuficiente preparacin y deficiente ejecucin de las inversiones. -Inmovilizacin de recursos -Insuficiente productividad. -Insuficiente organizacin y disciplina del trabajo. -Mentalidad consumista e importadora de los funcionarios, que impide que se detengan las excesivas importaciones y crezcan las exportaciones. Como aspectos positivos, siempre precedido del adjetivo discreto, Martnez seal avances en la obtencin de petrleo y gas (1.3 por ciento); reduccin de los apagones en un 13 por ciento en relacin con 2007; ahorro de combustible, crecimiento del transporte pblico y de carga; nuevos resultados en el campo de la biotecnologa, y los pasos que se han dado en la produccin de alimentos. “El dficit del presupuesto –seal Martnez- alcanza el 6.7 por ciento del PIB, lo que obliga a intensificar en 2009 la captacin de ingresos y la disminucin de gastos”. En otras palabras: hay que apretarse el cinto, aunque ya no queden huecos para cerrarlo. |