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Hospital de campaa 3e1m1

Valentina Cueto

LA HABANA, Cuba, enero (cubanet.sergipeconectado.com) - Nancy se dirigi al cuerpo de guardia del hospital habanero Salvador Allende (conocido como La Covadonga, por el nombre original dado por los inmigrantes asturianos que lo fundaron), porque sus vrices inflamadas le impedan moverse, y el mdico de la familia le haba recomendado consultar un especialista.

Nancy se llev tamaa sorpresa cuando la secretaria que la recibi la remiti a otro centro asistencial, porque all slo se atienden a los enfermos de dengue e influenza.

Como Nancy es testaruda se necesita mucho ms que un no para detenerla; y bajo el intenso sol se fue arrastrando las piernas hacia la sala de Angiologa, donde un espectculo dantesco la par en seco. A pesar de no ser impresionable, el pasillo central del inmueble, atestado de mdicos y enfermeros que curaban diligentemente a varios heridos, a la vista de todos, la hizo tambalear. Acostumbrada a ejercer control sobre sus emociones, se dijo que estaba envejeciendo. Como no pudo ser atendida por un angilogo, pues no tena turno, se dirigi a la sala de Psiquiatra en busca de un especialista que le recetara algn tranquilizante.

Las camas vacas y el silencio que encontr a su paso la hicieron pensar en una sala de fantasmas. Su asombro fue mayor cuando descubri a varios trabajadores que miraban la televisin: “Este hospital est atrincherado para combatir la pandemia”, le dijeron desde el interior de la sala tan pronto su figura apareci en la puerta.

El dengue, la conjuntivitis y la influenza AN1H1 estn azotando a la poblacin y el Estado se multiplica para detener el avance de tales azotes. Grandes sumas se han invertido en la compra de vacunas y frmacos; los medios alertan acerca de las medidas higinico-sanitarias que debemos observar; se priorizan los grupos de riesgo como lactantes, embarazadas y ancianos. Al margen de la urgencia mayor, otros pacientes como Nancy deben acudir a los remedios de las abuelas: hojas de caisimn y cocimientos de tilo.

Una seora de setenta y nueve aos con piernas varicosas, hipertensin y arterosclerosis, sin parientes ni recursos, no puede llegar por sus propios medios a los centros donde pueden atenderla. Nancy decidi permanecer en Cuba cuando su hijo se march a los Estados Unidos porque “aqu tena la asistencia mdica garantizada” y no deseaba convertirse en una carga familiar, temerosa de las dificultades que supone tener un seguro mdico.